Movias tu pie intranquila, llevabas más de una hora discutiendo en la notaria con Iván. Éste se mostraba completamente reacio a firmar los papeles.
-Es mejor tomar un descanso - uno de los abogados habló. Tenía razón, necesitabas un respiro de todo esto.
Saliste de la oficina echa furia, Iván llevaba haciendo un escándalo desde que entraste, se negaba a firmar, ya estabas más que harta de él. Que reclame lo que quiera, después de todo el infiel fue él.
Nerón te recibió con los brazos abiertos, se notaba de lejos que necesitabas un abrazo. Fue reconfortante, eso calmó bastante tu mal humor, te preguntó que había pasado, y trando de no explotar le dijiste lo sucedido.
- ¿Un cigarrillo? - te ofreció después de escucharte, asentiste pidiéndole fuego. Dando la última calada Nerón te sorprendió con un beso.
Unos segundos más tarde se separaron, estabas algo confundida, disimuladamente hizo un gesto para que mirases atrás, ahí pudiste divisar la mirada colérica de Iván.
Estaba estático en su lugar, apretando la mandíbula, los celos lo carcomian por dentro, en un descuido Iván se abalanzó sobre Nerón y empezó a golpearlo. Furioso lo golpeaba una y otra vez, tuviste que llamar a seguridad, los cuales rápidamente les separaron.
El juez a cargo de tu separación enterado de la situación te concedió inmediatamente el divorcio, y además por el arranque de ira que tuvo tu ahora ex-marido, dio una orden de alejamiento contra él. Iván no podría estar en el mismo lugar que tú, tampoco podía contactarte o sería llevado detenido.
Con todo listo pudiste respirar tranquila, ya no tendrías que lidiar con él, y tu venganza sería más fácil, segura y eficaz.
Con suavidad tomó tu mano, la apretó con dulzura, su mirada reflejaba tranquilidad. El médico le dijo que podían pasar, estabas nerviosa, conteniendo tus nervios pasaste a la camilla.
Los resultados llegarían en unos cuantos días, mordias ansiosa tus uñas, no podías dormir de la emoción.
Te removias en la cama, ninguna posición era cómoda para descansar. Tan tarde no era pero aún así no podías dormir, te levantas para hacerte un té, quizás te ayude a dormir.Sacaste el hervidor y con cuidado pusiste el agua para después prenderlo, te apoyaste en un mesón y con calma miraste la ventana que daba al patio trasero, un brusco movimiento en los árboles te alertó.
Saliste a ver que era, el único sonido era el latir de de tu corazón, se hacía más y más fuerte, tragando en seco despacio acercas tu cuerpo al arbusto, el movimiento se repite otra vez y de un brinco sale tu gatita, soltando un suspiro de alivio le reprochas por asustarte.
La acariciabas aliviada, de verdad te había sacado un gran susto, y pensar que habías creído ver a alguien, pero que tontería.
- Amor- unos brazos te envolvieron, aterrorizada soltaste un grito, intentando soltarte de quien fuera que te hubiera abrazado.