Agarrando fuertemente las sabanas, el sudor corriendo por su espalda, las gotas que lentamente se iban deslizando por su barbilla hasta caer en el rostro de la chica abajo suyo.
Movia su cadera a un compás lento, casi tortuoso, tanto para el como para ella. La mirada de amor y deseo no faltaba en los ojos del chico, demostrando su cariño sin necesidad de decir palabra alguna, haciéndola sentir la chica más afortunada del mundo.
Acarició sus cabellos (t/c/c), con suavidad, bajando lentamente su mano hacia su pecho, llenando de besos el torso de ella, disfrutando de la fría piel que recubria su cuerpo.
Soltando un suspiro de placer comenzó a aumentar el movimiento de su pelvis, el gozo de unir su cuerpo con la persona que ama era tan satisfactorio, más que el mismo placer que proporcionaba el sexo.
Tomó la mano de su amada, uniendo ambas, sin poder despegar sus ojos de los de ella, no quería perderlos ni por un solo segundo.
El placer era cada vez mayor, su cuerpo se sentía como si se fuera a desmoronar, la cabeza se le calentaba, se iba poniendo en blanco, el hormigueo era más intenso. Se aferró con mayor fuerza a la mano de la chica, queriendo sentirla más cerca, llegó al orgasmo.
Su respiración agitada que con dificultad se iba regulando, las mejillas rojas, y su cuerpo temblando por los espasmos del orgasmo. Todo fue tan maravilloso, cayó encima de ella, con cuidado de no aplastarla se acomodó a su lado haciendo que ella ocultara su cabeza en su fuerte pecho.
- Te amo (T/N) - dijo agotado, mientras acariciaba el cabello de la fallecida chica.
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Finché la morte non ci sepacci ~