My First Love ~Yandere Oneshots ~

Yandere Ex X Lectora

Caminaste a paso apresurado, tus ojos acuosos poco se notaban, tu cabeza vacilante ignorando totalmente las palabras de la persona atrás de ti. Paraste en seco, girando para mirarlo, una mirada fría ya sin brillo y una respuesta dolida.

-¡No! ¡Ya estoy harta de esto! ¡Pará mi ya fue suficiente! ¡No voy a aguantarlo más! - le gritaste cansada a Rafael, para ti lo que sucedió hace unos minutos atrás fue el colmo.

Pongamos en contexto, tu novio te negaba por xx vez. Una cosa simplemente intolerable, según él estaban saliendo, pero cuando avía gente presente ni conocidos eran, lo peor de todo es que para reafirmar que ustedes "no son nada" en tú cara besó a su mejor amiga. Eso fue más que suficiente para toma la decisión de terminar con él.

-¡Sabes qué... Se terminó! ¡Vete al demonio Rafael! - rugiste furiosa, diste la vuelta dispuesta a irte pero Rafael te detuvo.

-N-no espera, c-cálmate, no estás pensando bien - te pidió mirándote a los ojos, sabía que no te resistías a esos ojitos de cachorro, más no tuvo en cuenta que tu rabia era mayor. De un golpe apartaste su mano y con ira lo miraste.

-¡Ya te di suficientes oportunidades! ¡Se acabó y punto!¡Ha y ni se te ocurra buscarme! - te fuiste dejándolo solo, pensando en que hizo mal, sin duda un completo imbécil.

Las semanas para ti fueron difíciles, pero no lloraste, sabías que no valía la pena soltar una lagrima por él. Tus amigos te acompañan en todo momento, no querían dejarte sola, mientras menos pensaras en él mucho mejor.

-Que bueno que terminaste con el muy imbécil ese. - te dijo uno de tus amigos recibiendo un codazo por parte de Lila.

-No digas eso ahora, lo siento sabes que él es un idiota. - te ofreció disculpas, no querían sacar el tema por miedo a hacerte sentir mal.

-No, descuida tiene razón, me saqué de encima tremendo mal. - respondiste animada, ellos solo se preocupan por ti.
Y te diste cuenta que cuando "salias" con Rafael no podías ver a tus amigos, en un principio pensaste que sus celos eran tiernos y que eran porque te quería, pero si te ponías a pensar ahora eso era muy tóxico de su parte, tú en ningún momento le impedidas juntarse con sus amigos.

Te la pasaste de maravilla con tus amigos ese noche, tomaron fotos e hicieron unas cuantas historias para instagram, sin duda podías decir a los cuatro vientos que eras libre y eso hiciste en un vivo de instagram, lo gritaste fuerte y claro para las 4k de espectadores de la cuenta de Lila.

-Oye, mira, esa no es con la tonta que saliste por dinero. - Rafael miró el celular y efectivamente eras tú, te veías realmente bien en ese video bailando. - Si hubiera sabido que estaba así de buena mejor salía yo con ella. - Rafael solo gruñó un poco y siguió tomando su cerveza.

-¿Qué demonios quieres? - frente a tu puerta se encuentra la primera persona que no quieres ver en la vida ¿De verdad es que no entiende en lo más mínimo? Una sola cosa pediste y no la puedo cumplir, que mierda de día.
Ibas a cerrar la puerta en su cara con toda la fuerza del mundo, pero justo puso un pie en medio para prevenir esta situación, sin mas remedio lo escuchaste.

-Oye, se que fui un idiota y que no merezco a una chica como tú, pero en este tiempo me he dado cuenta cuanta falta me hace - poco a poco se fue hincando frente a ti - ¡por favor vuelve conmigo! - tú solo lo miraste con asco y le cerraste la puerta en su cara, con eso supones que debería entender. Como se atreve a dirigirte la palabra.

Al día siguiente se repite la misma situación, suspiras, preparas tu café favorito, afuera escuchas sus gritos pidiendo que le abrieras, subes la música en tus audífonos ignorando todo. El café ya está listo, un sorbo y te vas a la avitacion.

La cabeza de Rafael no entiende por qué te busca, mientras su corazón grita por tu amor. No quiere rendirse, no planea dar marcha atrás, como un perro busca el calor de tus manos.

Uno, dos y tres, otra vez se está arrodillando, pero ahora es peor. Un escándalo, gritos, llanto y súplicas, eso te está haciendo, en medio de tu trabajo sin importarle si te pudieran despedir o no.

- ¡Suficiente! - lo tomaste del brazo bruscamente, arrastraste su cuerpo fuera del establecimiento. Lo mirabas con desdén, tú ya estabas harta de sus escándalos.

-¿En qué mierda pensabas al venir a hacer ésto en mi trabajo? - su mirada estaba en el piso, pensaba en cómo seguir hablando contigo.

- ¡¿Qué?! Ahora te comió la lengua el ratón. Contestame carajo. - ni un solo sonido salió de su boca, un nudo en la garganta tenía, lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. Su acto fue impulsivo esta consiente de eso, pero si no va a obtener tu atención por la buenas las obtendrá por las malas.

A él no le importaba si lo odiabas, si lo amabas o sentías asco, desprecio, lo que sea mientras viniera de ti él sería feliz. Quería tu atención a toda costa, te quiere para él, no importa cuánto aunque le odies se sentirá en el cielo, pues es algo que solo tiene él de ti.

-¿Qué? - sus ojos están tan abiertos que parecen que saldrán de sus cuencas, su respiración se detiene, el cuerpo le tiembla, sudor frío baja por su nuca, no entiende que pasa. Se siente satisfecho, pero culpable. Ríe cómo loco, se limpia la sangre de las manos, suspira para calmarse, el sentimiento de culpa cambió totalmente a uno de extasis, se vuelve cada vez más adictivo y eso le encanta.

Compró flores, claveles rojos muy grandes, tus favoritas. El trayecto es tranquilo, no hay baches en el camino, los pájaros cantan y el sol brillante sin quemar la piel, un día perfecto.

Baja con lentitud del auto sin estropear las flores, caminando tranquilamente por el lugar. Cerca de su destino hay un funeral, una viuda llorando con sus hijos, familia y amigos consolandola, una escena triste.

Llegó al lugar. Una sonrisa adorna su cara con un leve sonrojo, esta feliz de venir. Siente mariposas en el estómago de solo ver la tumba.

-Hola amor, ya vine - dejó las flores apoyadas en la lápida con cuidado. - Te he hechado de menos, que te parece si te cuento mi semana...

Su mente quebrada no lo deja en paz y su corazón destrozado no lo deja respirar. Un amor eterno profesó a ti, y es un juramento que no romperá aunque sea el fin.

{ Toda historia de amor tiene su final y algunos felices no son }

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Fino al mio prossimo amore ~