Los vidrios se empañan, las pieles se juntan se vuelven solo una, unas miradas de deseo se ven reflejadas la una a la otra, sonidos húmedos y unos gemidos de placer.
Con rapidez arreglas tu uniforme, te habías metido tanto en el momento que se te olvidó por completo ir a clase.Con toda la confianza del mundo Teddy abrazó tu cintura, estaba exhausto pero feliz, te besó el cuello, aunque tú lo apartas, no querías faltar a clases, tenías un registro perfecto que mantener.
- Me voy, no le digas a nadie ¿si? - soltaste algo coqueta.
-Si ¿Cuando lo volveremos a hacer? - esa pregunta casi te hace reír, no es la primera vez que lo hacen.
-No lo sé, te mando un mensaje. - te fuiste de ahí, terminaste de arreglar tu falda y te encaminaste a tu salón.
Eras una de las chicas más populares de la escuela, buena apariencia, buenas calificaciones, buena actitud, etc. Teddy se diría que es lo contrario, un nerd, tímido y un flacucho, pálido, bajito y con lentes. Pará muchas chicas era un cero a la izquierda, pero a ti se te hacía muy tierno, no salías oficialmente con el porqué sería un suicidio social, y bueno ser popular tiene sus ventajas.
Todavía recuerdas como comenzó todo, fue en una fiesta de alguno de los chicos populares. Lo viste tomando una cerveza, parecía un tomate de lo rojo que estaba, se notaba que era su primera vez tomando, pero aún estaba consciente.
Como un depredador analizando a su presa lo miraste un rato y cuando ya creíste que estaba lo suficientemente listo decidiste atacar. Lo llévaste a un lugar más alejado, susurraste unas palabras en su oído, unos cuantos toques, besos y listo, ya estaban en su cuarto. Al día siguiente te enteraste que habías sido su primera vez, te disculpaste y dijiste que te harías responsable. Sin darte cuenta caíste redondita en su trampa.
-Señorita (T/N) ¿puede continuar la lectura de la página 123?- estabas en clase de historia, tu acataste el pedido de tu profesora, leías de forma fluida y serena, Teddy estaba fascinado con escucharte.
Terminaste de leer, sentiste la mirada de este mismo, sólo le dedicaste una sonrisa y un giño, lo mataste, se sonrojó hasta las orejas, con timidez te miró de vuelta pero ya habías volteado de nuevo para mirar el pizarrón.
Al terminar la clase recibiste un mensaje de Teddy, quería que se juntaran en su casa después de la escuela, con una sonrisa aceptaste.
Vas a paso tranquilo, tenías tantas ganas de mimarlo que te detuviste a comprar uno de sus dulces favoritos, con la mercancía en tus manos apresuras tu paso, quieres llegar lo más pronto posible.
Al entrar a su casa lo llenas de besitos tiernos y le entregas su regalito, este te dijo que lo esperaras en su cuarto, no te pareció raro normalmente siempre era así, después de un tiempo llegó con una bandeja llena de (T/D/F), para momentos después poner tu película preferida.