Como todos los días volvías de la escuela pensando en que almorzar, si mal no recuerdas quedaba algo de la cena de anoche pero no te apetecía comer eso. Llegando por fin a tu destino abriste la puerta y por algún motivo que no sabías por que quisiste ser lo más silenciosa posible, entrando sin hacer ruido pudiste escuchar unos gemidos, eso te molestó otra vez Tyler trajo a una chica. Si bien ya no te sorprendia, estaba ya cansada de que se repita casi todos los días, porque no podías invitar ni siquiera a la puerta de tu casa a alguien. Tratando de ignorar el ruido caminas te a tu cuarto, pero lo que te topaste en la sala de estar te hizo enojar aún más, Tyler estaba en el sofá sin importarle que alguien pudiera llegar cogiendo con una chica, totalmente enojada te fuiste a la cocina agarrado un vaso de agua helada y se lo lanzaste encima a ambos.
-¡¿Pero qué carajos?! - Gritó Tyler molesto dirigiendo una mirada a ti por fin percatandose de tu presencia.
-¡Si vas a coger hazlo en tu habitación maldito imbécil no eres el único que vive aquí! - Le gritaste ya harta, sin escuchar sus reclamos saliste de casa. Decidiste llamar a tu mejor amiga, le preguntaste si podías quedarte a dormir un tiempo excusándote de que tus padres estaban de viaje lo cual era verdad. Su madre sin problemas aceptó, tu para ella eras como su otra hija, desde bebé te conocía así que no opuso resistencia alguna. Llegaste después de unos minutos, saludaste a todo y fuiste con Susie a su avitacion.
-¿Qué pasó ahora? - Te pregunto al cerrar la puerta de la pieza, ella sabía perfectamente que lo de quedarte a dormir no era por el viaje de tus padres.- Él trajo a ota chica ¿no? -
-Si y el muy imbécil se la estaba cogiendo en la sala de estar, como si yo no fuera a llegar. - Despotricaste casi roja de rabia - Que cabrón - escupiste con enojo.
-Pues que hijo de puta, de verdad sólo piensa en él - Susie estaba al tanto de tu tormentosa relación con tu hermanastro, siempre fue así. Se llevaban por 5 años, tu padre se casó con el padre de Tyler cuando tu tenías 10 años, tú estabas muy feliz de ver a tu papá feliz así que sin ningún problema incluiste a Blake y su hijo en su pequeña familia, pero el único que no sé adaptaba era Tyler, siempre te ignoraba o te traba de estúpida. Tus padres no estaban al tanto de ésto, siempre que alguno de ellos estaba presente Tyler se comportaba como un hermano ejemplar y eso te hacía sentir furiosa.
Los días fueron pasando, Tyler en ningún momento se molesto en llamar para saber si te encontrabas bien. Tu papá te avisó que llegarían hoy por lo tanto tenías que volver a casa y eso era lo que menos querías, a regañadientes volviste a casa, siendo recibida por un Tyler de brazos cursados con una mirada burlona.
-Parece que la princesa por fin se dignó a llegar - dijo este con un tono de burla. Que ganas de darle un puñetazo tenías.
-Quítate de la puerta ya estorbas lo suficiente - esa respuesta tuya lo sorprendió normalmente solías ignorarlo.
-¿Qué pasa? ¿Acaso no te gusta volver a verme? - te dijo ya en el pasillo con los brazos abiertos.
-No - sin más te fuiste dejándolo con la palabra en la boca.