Capitulo 23

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Al día siguiente los dos despertaron temprano, se miraron el uno al otro.

-gracias por quedarte conmigo – la chica lo miraba con tal encanto.

-ya te dije que no era necesario que agradezcas –le revolvió el cabello.

-te ves lindo sin lentes – decía mientras acariciaba el rostro de él.

-¿entonces soy feo con los lentes puestos? – dijo el rubio en broma.

-obvio que no, tontito – le dio un pequeño beso en los labios.

-*cof cof* veo que ya están despiertos – era Saeko, venia con una mochila y una bolsa de compras.

-si, ya estamos despiertos – dijo la peli roja sonriendo tímidamente.

-Tsukishima, traje algo para que desayunes – le entregó una bolsa.

-oh – se puso los lentes – gracias, no era necesario.

-¡ay no te preocupes! – dijo con toda la confianza – yo debería agradecerte a ti por cuidar de Mei – le dio un golpe en la espalda.

-bien, iré a cepillarme los dientes y vuelvo – tomó su mochila y fue al baño.

- ¿Cómo te sientes? – preguntó la rubia.

-mucho mejor que ayer – estiró sus brazos junto con un bostezo – pero esta cosa me molesta muchísimo – lo decía por la intravenosa que aún tenía.

-ya te la quitarán cuando te den el alta – le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.

-disculpen, ¿están muy ocupadas? – había un hombre de terno en el marco de la puerta, cuando Saeko lo miró, cambió su expresión a una no muy contenta que digamos.

-ahora no es momento señor – dijo en un tono completamente serio.

-¿Qué sucede Saeko? – preguntó Mei confundida.

-es necesaria la interrogación señorita Tanaka – dijo el hombre.

- ¿acaso usted no entiende? Váyase de aquí – el hombre se fue algo molesto, a los pocos minutos llegó Tsukishima, quien también lo miró de mala manera.

- ¿otra vez vino es hombre? – dijo Tsukishima algo molesto.

- ¿Quién es él? – preguntó la peliroja, Tsukishima se quedó callado y esperó a que Saeko le diera una respuesta.

-él está encargado de la investigación...

- ¿investigación de qué?

-creo que no es el momento – dijo Tsukishima, su rostro no decía nada bueno.

-vamos, lo sabré tarde o temprano – insistió la chica.

-bueno Mei, se cree que lo del laboratorio no fue un accidente – dijo Saeko con un rostro serio, algo no muy común en ella, eso significaba que el asunto de verdad era importante.

-piensan que fue intencional... - dijo el rubio acomodándose los lentes.

-p-pero – la chica no tenía palabras después de haber escuchado semejante cosa, en ese mismo instante pensó si eso podría estar relacionado con las cartas que ha estado recibiendo.

-Mei, ¿tienes alguna idea de alguien que podría ser? – pregunto Saeko.

-la verdad es que no... - comenzó a pensar en alguien, pero no se le ocurrió nombre alguno, su circulo de amistad no era tan extenso, de hecho solo abarcaba a los chicos del equipo y yachi, pero era seguro que ninguno sería capaz de tal cosa. De tanto pensar, empezaron algunos dolores de cabeza y se quejó.

Mi verdadero ser (tsukishima kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora