capitulo 37

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-lo lamento... hicimos todo lo que pudimos – dijo una mujer.

- ¡NO! ¡NO ES CIERTO, NO LO ES! – decía un chico rubio desmoronado en el piso, llenando la sala con gritos de dolor.

-ella... fue fuerte hasta el final...

-quiero verla... - habló el chico entre sollozos.

-no es buena idea joven...

- ¡QUIERO VERLA MALDITA SEA! – dijo en un grito lleno de dolor y tristeza.

En silencio los dos caminaron hasta el fondo de un oscuro pasillo, entraron a una sala donde había una camilla con un cuerpo cubierto con una blanca sabana... con todo temor y dolor, el chico comenzó a levantar la sabana...

- ¡Kei! – habló Saeko despertando al chico que dormía en las sillas de la sala de espera.

-¿¡ehhhh!? ¡Mei! ¿¡DONDE ESTÁ ELLA!? – habló el chico exaltado.

-cálmate, todo está bien, ella ya está estable, solo queda esperar a que despierte...- dijo Saeko con su mirada baja.

-ohh, entonces fue una pesadilla – dijo el rubio acomodándose el pelo.

-¿Qué soñaste?

-nada... ya fue... - se levantó del duro asiento en el que se había dormido.

En estos momentos Tsukishima y Saeko se encontraban en la sala de espera, Mei recién acababa de salir de la tercera cirugía esta semana. Hasta el momento no ha podido despertar del coma, llevaba así desde el incidente ocurrido en casa de Hikaru.

-¿Saeko Tanaka? – habló una enfermera.

-aquí estoy – dijo la rubia parándose – ¿Cómo se encuentra ella?

-la operación salió bien, Mei se encuentra estable, al igual que la joven que donó el riñón.

-que alivio – dijo Saeko – supongo que esta será la última cirugía.

-no le puedo prometer nada, las condiciones en las que se encontraba la joven, no eran muy alentadoras, por ahora se encuentra estable. Aunque si hay un inconveniente...

-¿qué sucede? – preguntó Saeko.

-necesitamos algún donador de sangre, ella está algo anémica por las cirugías recientes, contactamos con el banco de sangre, pero están escasos los suministros del tipo de sangre de ella...

- ¿Qué tipo de sangre necesita? – preguntó Tsukishima.

-necesita B- porque al parecer su sistema rechaza el o- - explicó la doctora – ¿la joven tiene familiares de sangre?

-no los conozco – dijo Saeko.

-yo conozco a su primo – habló el rubio – me contactaré con él.

-gracias Kei – dijo Saeko posando su mano en el hombro del chico.

[...]

-entonces... ¿ya lo atraparon? – preguntó el pelirojo a Tsukishima mientras veía como su sangre pasaba por el catéter hasta llegar a una bolsa.

-si...

- ¿y lo tienen tras las rejas?

-por ahora está ahí, las autoridades están esperando a que Mei despierte para tomar su testimonio – Tsukishima presionaba su puño al pensar en él – al parecer el tipo tiene 19 años y están investigando como pudo entrar a la preparatoria.

-debió estar muy preparado para eso... - Satori igual se encontraba molesto y preocupado por su prima, pero su rostro expresaba nada de eso.

-nos vio la cara a todos – Tsukishima se retiró los lentes para refregarse los ojos, apenas había dormido los últimos días, esperaba a que despertara Mei, aunque ni siquiera lo dejaran entrar a la habitación.

Mi verdadero ser (tsukishima kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora