Homecoming

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Verónica.

- Y entonces dijo que el MUNDO GIRA ALREDEDOR DE MÍ.

- ¿Enserio dijo eso?

-SIIIIII, Lo puedes creer, yo que siempre lo he puesto como mi mayor prioridad y se atrevió a decirme en mi propia cara que confiaba más en esa chica que en mí.

- Hay que lincharlo.

- Le lavo el cerebro de una forma tan retorcida que aterra.

- Concuerdo.

- Esa chica ni siquiera lo quiere como amigo, debiste haber visto la baba que esparcía en el mostrador cuando lo vió.

- Que babosa.

- Yo todavía fui amable con ella su primer día y me traicionó por la espalda.

- Hipócrita.

- ¡Lo peor de todo es que lo extraño demasiado!

- Ven - dió unas palmaditas en el lado vacío de su cama para que me sentará junto a él.

Antes tenía solo un amigo íntimo, con el que podía hablar de cualquier cosa, pero con la pelea no me podía quejar de Dylan con Dylan así que ... Aquí me encuentro, en la habitación de Sam desahogandome.
He venido a fumar como chimenea con él desde ese día, me ha acompañado y apoyado en esto el tema relacionado con mi mejor amigo.

- Primero que nada debes calmarte - me abrazo de lado haciendo que mi cabeza quedará en su hombro - Me mareaste con tantas vueltas que diste cuando empezaste a hablar.

- Lo siento... es solo que AHHHHH - me vuelvo a empezar a frustrar - Nunca me había peleado así con Dylan y es agotador.

Los últimos días después de nuestra última discusión han sido grises.
Ni una palabra más o una palabra menos para describir como he pasado el tiempo.

No llamadas. No mensajes.
Aunque si me sigue esperando en las mañanas para ir a la escuela juntos, pero aveces desearía que no lo hiciera porque el silencio demacrador que se forma entre nosotros es lastimoso.

Quiero hablar con él, pero no sé si él quiera hablar conmigo. No ha dado señales de que la esté pasando mal sin mi por lo que me da la idea que está bien con darnos un tiempo.

Y yo ...

DIOS.

Yo la estoy pasando horrible, el vacío que se siente cuando la persona que siempre está contigo todos los días haciendo todo contigo se va, es... ni siquiera puedo explicarlo, es  nuevo para mi, nunca creí que tendría que llegar el momento en que Dylan y yo no tuviéramos que dar un tiempo.

Conocía la sensación del vacío muy bien y de varias maneras.
Estaba el vacío de vivir en una casa gigante sola, el vacío de no poder hablar con mi papás todos los días, el hueco que habitaba en mi Cuando todos mis amigos se reían de algo y yo también tengo que reír aunque no haya sido gracioso o la forma que me sentía siempre que me esforzaba por cumplir expectativas.
Todas las anteriores juntas no llegaban ni ser la mitad de profunda que provoca la frialdad de Dylan.

- ¿Qué quieres hacer?

- Fumar.

Sam niega riendo - Me refería al problema con tu amigo.

- Ahhhhhhhhh, No lo sé - Me encojo de hombros - Arreglar las cosas, pero por parte se que tiene razón.

- ¿Por?

 Frágil Juventud #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora