Dylan
Roni era la calma de mis desastres.
No sé cómo diablos logra poder tranquilizarme cuando siento que el mundo se me viene encima. Siempre ha sabido que decir y hacer para poder calmar mis ataques de ansiedad que me han torturado desde los 9 años.
Pero lo que ella no sabía es que con su simple presencia sabía que podía superar ese episodio para seguir adelante.
Había algo en ella que simplemente me decía que mientras esté a su lado todo estará bien.
Uno de los peores momentos que he tenido fue cuando me enteré que mi mamá estaba viva, odiaba admitirlo pero estaba destrozado.
Mi jodido corazón estaba roto.
Alguna vez pensé que si alguien algún día llegará a tener la oportunidad de romper mi corazón fuera mi novia o algo parecido pero no.
La primera mujer que rompió mi corazón fue ella... mi mamá, siempre fue ella.
No sabría explicar con exactitud cómo se siente el dolor de saber que esta trabajando en un maldito IHOP a una hora de aquí mientras yo sufría día a día deseando con todas mis fuerzas que no hubiera muerto.
Bueno Joder.... Cuidado con lo que deseas.Cuando Roni vino a mi rescate estaba indefenso, la barrera alrededor de mí estaba en ruinas y con los temerosos escombros de esta tuve un momento de debilidad impulsado por el deseo que había nacido desde la primera vez que la besé.
No lo pensé. La tenía enfrente mío sosteniendo mi corazón y solo lo hice.
Sentí un gran soplo de alivio cuando Roni me dió a entender que también le había gustado nuestro beso.
No sabía que diablos iba pasar ahora.
- Nunca en mi vida me había sentido así de bien como ahora - dijo Roni acostada a lado de mí.
Después de nuestro beso se hizo un silencio largo entre nosotros, pero no era para nada incómodo, por alguna razón sentía que en ese silencio le podría transmitir de una mejor manera los sentimientos que me causaba.
Estábamos acostados en el tejado de mi casa viendo las brillantes estrellas que acompañaban a una luna llena del cielo oscuro.
De vez en cuando subíamos aquí para tener un momento tranquilo.
- Yo igual - susurro acarciando su cabello rubio.
- No sabes cuánto espere por este beso.
- ¿Enserio?
Empezó a soltar risitas y se levantó para sentarse con cuidado a mi lado.
- Dylan yo... - un destello de inseguridad atravesó sus ojos azules - Desde pequeña he estado enamorada de ti.
Mi corazón golpeó con dos latidos fuertes mi pecho al descubrir eso.
- NO... JODAS.
Me golpeé la frente con la palma de mi mano por no ser lo suficientemente inteligente para darme cuenta de eso.
- ¿Porque no me lo dijiste antes?
Ella se hizo pequeña en su lugar con las mejillas incendiadas de un rosa palido.
- Tenía miedo - desvió su mirada - Sabía que opinabas sobre el amor y no quería hacer algo que dañará nuestra amistad.
- En cierta parte estás en lo correcto - suspiro bajando mi mano - Hasta hace poco me di cuenta que soy capaz de sentir otra cosa que no sea repulsión por el mundo en general, pero sin duda me hubiera servido saber que estabas enamorada de mi antes de pasar por todo lo que pasamos.
ESTÁS LEYENDO
Frágil Juventud #1
Teen Fiction¿Que raro verdad? Que dos personas tan diferentes pueden ser tan felices juntas. Verónica y Dylan. Dylan y Verónica, siempre han sido ellos dos durante casi toda una vida de conocerse, están el uno para el otro en los buenos momentos, los malos y lo...