Dylan
Salgo del Uber a toda prisa para detenerme enfrente de su casa, después decidido toco el timbre de la puerta.
Después de dos minutos Roni aparece con una falda negra lisa arriba de la rodilla y un tipo de chaleco o blusa de rombos rosa, también una botas negras de plataforma le hacen juego a su conjunto.
¡Tiene un aspecto horrible!
Su color de piel ni siquiera era palido si no más bien grisáceo, una inmensas ojeras oscuras casi púrpuras descansaban debajo del cielo de sus ojos que hoy no brillaban, traía los labios un poco agrietados y su melena rubia era casi un nido de pájaros que trataba de domar en un fallido intento de coleta.
- ¿Y a ti que diablos te paso? - empiezo a reír - Pareces un maldito zombi de The Walking Dead.
- JA...JA...JA que chistosito saliste - me saca la lengua - Cuando sangres una vez al mes entenderás mi dolor.
Molesta cierra la puerta detrás suyo para dirigirse al auto que está esperándonos, la sigo aún con una sonrisa en la cara.
Roni da pasos arrastrados acompañados con pequeños quejidos hasta que llega al asiento trasero del Uber para descansar su cuerpo.
Ella confirma el destino de nuestro viaje con el señor y le pide amablemente que le ponga seguro a todas las puertas del auto, después voltea conmigo para darme una amplia sonrisa.
- ¿Piensas que soy capaz de brincar del maldito coche en movimiento para librarme de esto?
- Oh claro que sí.
- No soy Spiderman.
- No, pero si eres un chico que está evitando ver a su mamá.
El sonido de esa palabra se estanca en mi estómago como un ácido, me produce una molestia inmediata que me amarga la existencia.
- Si fuera mi mamá no me hubiera abandonado - digo entre dientes más molesto de lo que pretendía.
Quería bloquear el recuerdo de volver a verla para siempre, no era capaz de sentir más que un enojo profundo y decepción hacia la mujer que debería llamar mamá.
Muchas veces le he pedido a Roni que se olvide de ese tema pero ella está aferrada a qué resuelve ese capítulo de mi vida.
Yo no quería.
No necesitaba los problemas de una madre ausente.
Después de insistir demasiado acepte ir a hablar con ella solo para acabar con esta mierda de una vez por todas y seguir con mi vida.
Ahora mismo estábamos en camino hacia el IHOP donde trabaja.Roni me observa con pesar y trata de darme una de sus típicas sonrisas "Todo va a estar bien" pero falla en el intento, creo que hasta ella sabe que a partir de ahora las cosas serían muy complicadas.
- Estamos haciendo conclusiones muy pronto, cómo te dije antes, quizás te pudiste haber confundido y esa mujer no es tu madre - toma mi mano brindándome una reconfortante calidez.
Se que dijo lo que dijo solo para hacerme sentir mejor pero la verdad es que yo no estaba confundido.
Había un par de cosas que nunca le había dicho a Roni, cosas que quise mantener solo para mí porque eran una parte oscura, frágil e inestable de mí que detestaba con todas mis fuerzas, siempre hice lo posible para mantenerla alejada de ese jodido fragmento que no hacía otra cosa más que arruinar todo lo que tocaba. Dentro de ese sombrío rincón dentro de mi corazón está la caja debajo de mi cama. Ese horrible trozo de madera contenía objetos preciados que me ayudaban a mantenerme en la realidad para no hundirme poco a poco en los recuerdos tormentosos de mi niñez.
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Frágil Juventud #1
Teen Fiction¿Que raro verdad? Que dos personas tan diferentes pueden ser tan felices juntas. Verónica y Dylan. Dylan y Verónica, siempre han sido ellos dos durante casi toda una vida de conocerse, están el uno para el otro en los buenos momentos, los malos y lo...