Frágil Juventud #1

Mi viejo

Dylan

Inmediatamente siento la falta del calor de las cobijas cuando me destapan con violencia.

- ¡CARAJO RONI!

- Llegaremos tarde si no te levantas ya.

Abre las cortinas para dejar entrar la luz de la mañana a mi cuarto que siempre está sumida en una oscuridad.

Odio las mañanas.

- Levántate

- Es sábado

- Exacto es sábado y son las 8:40 a.m. llegaremos tarde a nuestro primer día.

- ¡Si son las 8:40 porque diablos me despiertas tan temprano en un sábado! - tomo una almohada para cubrirme la cara con ella porque ya no aguanto la luz - Te voy a demandar por maltrato animal.

La almohada también sale a volar.

- Pero que...

- Lo prometiste.

AHHHHHHHH.

Roni se paso toda la semana recordándome que este día íbamos a ir al asilo.
Le producía mucha emoción llevarme a conocer unos de sus lugares favoritos. Antes también había querido llevarme para ser voluntario igual que ella pero obviamente me negué.
Siempre que me preguntaba si quería ir le decía: para la próxima.
Ahora el momento de la próxima ha llegado y no puedo salvarme.

- Recuérdame pensar mejor mis promesas antes de hacerlas- digo impulsandome para salir de la cama.- Pero más vale que haya un bendito café abajo cuando esté listo.

- Ya me adelante, pase primero a Black coffe por unas cosas - sonríe acercándose a mi para darme un beso en la mejilla - Buenos días.

- ¿Qué tienen de buenos?

- Tienes 5 minutos - sale de mi cuarto cerrando la puerta.

Me pongo un pantalón roto negro con una camisa de manga larga negra con mis legendarios Convers negros también, me peino el cabello con los dedos y lavo mis dientes de la manera más rápida posible.

Marvin trabaja todos los días en la mañana hasta en la tarde, después va a un bar a tomar, ponerse borracho como siempre para regresar ya noche, así que no me preocupo que mi mejor amiga ronde por mi casa, de hecho es costumbre que ella venga a desayunar los fines de semana.

Roni está en la cocina preparada con un café y una bolsa con un muffin en cada mano cuando bajo.

- ¡Ohhhhhhh siiiiii!

Era justamente lo que necesitaba.

- Café negro para ti - me pasa mi vaso.

Doy el primer sorbo para deleitarme del delicioso sabor que produce el café en la mañana, hace que el inicio del día no se vea tan horrible.

Salimos de mi casa para dirigirnos al asilo, yo iba patinando lento terminando mi café mientras Roni caminaba tratando de seguirme el paso, algunas veces me gustaba joderla en ir rápido en mi patineta así ella tuviera que correr para alcanzarme.

- PARA DYLAN - grita detrás mío - NO PUEDO CORRER , VOMITARE EL MUFFIN.

Disminuyó la velocidad haciendo un shove-it a la perfección, cuando mi mejor amiga me alcanza su rostro esta lleno de fascinación por el truco que acabo de lograr. Se lo mucho que le gusta verme hacer ese tipo de cosas con la patineta.

- ¿Cuándo me enseñarás andar en skate?

- Agendalo para el 30 de Febrero.

- No seas patán, enséñame porfa.