Cool Kids

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Verónica.


Le había dado la dirección de mi casa a Sam para que pasará por mí.

Él había dicho que esa noche quería presentarme a sus amigos.

Estaba nerviosa aunque no sabía muy bien porque, se me daba bien eso de conocer a nuevas personas, hablar, bromear, me gustaba mucho.

Ahora tenía un poco de pánico de conocer sus amigos, estaba acostumbrada a un ambiente totalmente diferente, era de esas chicas que se juntaban con deportistas y ahora tenía que saber que decir con otro tipo de personas.

Sam paso por mi a las 7, lo seguía mientras caminábamos tomados de la mano a no se dónde.

El no dejaba de hablar sobre cómo estaba tan emocionado de presentarme, tenía una sonrisa en la cara con ojos brillosos chispeados de entusiasmo.

- ¿Y si no les caigo bien?

- Eso es imposible.

- Hablo enserio Sam

- Yo también Verónica - me aprieta la mano con gentileza.- Ya llegamos.

Paramos en el estacionamiento de un mini mercado, al otro lado puede visualizar de lejos las figuras de 3 personas.
Una oleada de pánico me invadió.

- ¡Qué pasa si no les agrado! - me detuve en seco diciendo esto más alto y temerosa de lo que quería.

Sam se detuvo cuando me vió.

- Confía en mi - se acerca a tomar mi barbilla y levantar mi mirada para verlo a los ojos - Ellos te van adorar tanto como yo.

Eso me hizo sentir un poco mejor.

- Ven es hora que conozcas a la banda - jala de mi mano para que me acercará.

Su emoción brotaba de el tiernamente, era obvio que ya quería introducirme a su "banda".

Me pasó un brazo por lo hombros colocándome a su lado cuando estuvimos enfrente de sus amigos.

- Verónica conoce a los chicos - apunta hacía un moreno de cabello café y ojos grandes - Él es Lui - sigue con un chico rubio de ojos verdes demásiado alto - Dallas - Finalizó con una chica delgada vestida completa de negro - Y Maya.

Sam me hacerco más a su pecho - Ella es Verónica.

- ¡Demonios Sam, ya lo sabíamos! - dijo el chico llamado Dallas acercándose a nosotros, me tendió la mano para un apretón que respondí enseguida, su mano era tibia y ridículamente grande para mi diminuta manita.

- Un gusto Verónica soy Dallas - convirtió su voz en una más grave para dar un efecto de seducción guiñándome el ojo.

Me saco una sonrisa.

- Eso también lo sabíamos Einstein - Lui empujó levemente a Dallas para que soltará mi mano - Eres real, por un momento creí que mi mejor amigo ya tenía el cerebro frito por tanta marihuana.

- Aunque esa cosa destruyera mis neuronas seguiría siendo más inteligente que tú -

Sam empujó el hombro de su amigo en broma, Lui le respondió de la misma manera, mi drogoamigo me suelta para tomar los brazos del moreno por la cabeza haciendo una llave que el escapa fácilmente ahora sometiéndolo a él en otra llave.

- Te acostumbras a ellos - susurra Dallas observando la pelea de sus amigos tranquilo
- Es como tener un par de perros rabiosos de mascotas y dime a ¿quién no le gustaría tener dos perros rabiosos de mascota?- voltea su rostro para fijar sus ojos esmeralda en los míos sonríendo.

 Frágil Juventud #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora