Tove lo

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Verónica


- ¡QUÉ HICISTE QUÉ!

- No puedes juzgarme porque literalmente era un muerto de hambre.

- PERO.. PERO TIENES UNA IDEA DE LO QUE TE HARÁN SI TE DESCUBREN

- Tu misma lo has dicho, si me descubren - me da un empujóncito en el hombro.

- Dylan no puedo creer que te dejaste caer en el juego de Austin. - niego mientras vamos caminando hacia la escuela.

Da un enorme suspiro mirando para arriba - Ocupaba el dinero Roni, no pensaba dormir en la calle y además el prometió no decir nada.

Me sentía un asco de persona al no poder haber  estado para mi mejor amigo cuando me necesitaba.
Olvide por completo decirle esa tarde que mis padres no vendrían, apague mi teléfono luego de estar fumando con el extraño amable, no quería más mensajes de mamá o papá o alguien que me arruinara el grandioso momento que estaba viviendo porque si, la estaba pasando excelente fumando marihuana.

La primera calada se sintió extraña, más porque no tenía idea de cómo fumar pero después de unas cuantas lecciones de Sam pude conseguir los efectos necesarios.
Se sintió muy bien la verdad, era la primera vez que hacía algo en mucho que yo quería, sin que tuviera que pensar por muchas personas, pensar las expectativas que tuviera que cumplir el que dirán de mi

Fue muy bueno mientras duró, porque como dije antes era solo para pasar el mal rato.

- Esto te traerá graves consecuencias los sabes ¿no?

- Si me atrapan - me guiña un ojo para después pasar su brazo por mi hombro.

- Lamento mucho no haber contestado el teléfono - susurro apenada más para mí que para él.

- Yo lamento que tus papás no hayan llegado, se lo entusiasmada que estabas por la cena.

- Me he acostumbrado a las decepciones - me encogo de hombros.

- No deberías.

Ambos nos damos una sonrisa triste, seguimos caminando en silencio hasta que Dylan tocó el tema.

- Si no estabas con tus papás ¿dónde estuviste toda la tarde?

Me observaba atento a lo que iba a decir, trague grueso casi ahogandome con mi propia saliva, mi cabeza estaba debatiendo con rigor sobre que decir.

- Fui al restaurante a cancelar la cena y después llegue a casa y me quedé dormida - dije sin titubear, casi como si estuviese practicando esa mentira todo el día.

Mi boca me traicióno, antes de que mi cerebro haya llegado a una descicion yo ya dije la mentira.
Me iba a sentir peor en decirle : "Lo siento no te ayude en la noche más horrible de tu vida porque estaba fumando marihuana con un extraño hasta tarde"

Nunca me perdonaría a mi misma eso y él tampoco.
Dylan odia a las personas que se me meten sustancias al cuerpo solo porque si, nunca le ha  llamado la atención drogarse o tomar por obvias razones y a mi tampoco, bueno, no hasta el otro día.
Ese día fue un momento de debilidad, no estaba pensando bien, solo quería relajarme y lo conseguí, solo fue éso.
No lo volvería hacer entonces que más da decirle algo que solo hice una vez para que dañe todo lo que teníamos antes, para que me viera diferente, no gracias me guardo ese pequeño secreto para mí.

Queda enterrado.

Antes de mi segunda clase tuve que ir a la oficina de nuestra entrenadora de porristas.

 Frágil Juventud #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora