Déjenme llorar

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Dylan



Me veo al espejo odiando lo que veo, mi cabeza está nublada de una espesura negra de recuerdos desgarradores que me había esforzado la mayor parte de mi vida en ocultar.

La barrera se derrumbó por completo, ya no tenía protección alguna ante la vida

Esté soy yo.

Frágil.

Inestable.

Roto.

Dañado.

Pesimista.

Una mierda de persona.

Soy un desastre en su máximo resplandor.

Alzo la mirada viendo mis fragmentos en el espejo destrozandose más, el grito de Roni al golpearla es una tortura dentro de mi cabeza.

Golpeé el espejo dejando que la mano se haga mierda en sangre.

- ¡ERES BASURA!

No siento la mano pero no me importa.

- ERES UN MONSTRUO.

Las lágrimas empiezan a escurrir a mares por mi rostro.

Otro golpe rompiendo el cristal como lo estoy yo.

- NO MERECES SER FELIZ.

Todo en mi duele, no hay nada que no siento destrozado.

- ¡ERES BASURA!

Golpeaba el espejo una y otra vez hasta derrumbarme en el piso mareado, con sangre y lágrimas.






Verónica



Bañarme era relajante, de alguna forma sentía que limpiaba todo de mí, mi cuerpo y mis pensamientos.

Tenía la costumbre de solo estar bajo el chorro de agua mirando al piso unos 20 minutos, podía quedarme ahí una eternidad si quería pero hoy no me apetecía, solo quería salir rápido de la ducha para regresar a la cama y seguir con mi martirio.

Ahora no hacía más que eso, comer, ver series, ir al baño y dormir.
Dormir ocupada la mayoría de mi tiempo, realmente no tenía mucho que hacer o no quería hacer nada, no tenía ánimos ni para sacar un pie fuera de mi habitación.

Me sentía apagada, como si nada fuera suficiente, nada de lo que hacía  me llenaba, las cosas ya no me daban esa satisfacción que tenía antes, me sentía apartada de todos, en mi propio mundo en el que yo solamente sabía cómo me sentía y me entendía.

Sam no me hablaba, no entendía si estaba molesto por la última vez que nos vimos en mi casa o por otra cosa, sentí que era mejor darle su espacio, que se enfriaran los problemas para después poder resolverlos, con la banda solo he hablado unas cuantas veces, Lui y Dallas casi todos los días me envían mensaje para saber cómo estoy y me invitaban a sus salidas, pero las rechazaba.

No quería que los demás se sintieran incómodos si Sam seguía sin hablarme, me evitaba eso.

A Ellos también les di su espacio.

De Dylan...no he sabido casi nada de él desde lo ocurrido, no mensajes, no llamadas, no visitas inesperadas, no Dyli.

Eso era lo que más me dolía, era él quién siempre estaba ahí sin importar que, él que me ponían de buen humor, él que sin importar cuántas veces nos peleabamos no consideraba perderlo hasta ahora.

 Frágil Juventud #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora