Sangre Ardiente

18- Libros

(Pongo esta advertencia para los que no les guste el lemon o todo el tema +18, aunque no se que hacen leyendo esto si no les gusta)

Mitsuri: ¡Kyojuro!

Kyojuro: ¿Que paso Mitsuri?

Mitsuri: Quiero comprarle un libro a Iguro ¿Me acompañas al pueblo cercano?

Kyojuro: ¡Claro!

Kyojuro seguiría un poco débil y cansado después de que Akaza succionara tanto su sangre (Quien lo haya malpensado... Diosito esta decepcionado de ustedes) aún así, quería pasar tiempo con su ex-estudiante. Ambos pilares caminaron al pueblo y se dirigieron a la librería.

Kyojuro: ¿Que le vas a comprar a Iguro?

Mitsuri: Un libro de romance

Kyojuro: ¡Suena como una buena idea!

Mitsuri: ¡Verdad, yo también creo que es una buena idea!

Claro que ambos pilares no tenían ni idea de que clase de gustos tenía Iguro. Mientras Mitsuri buscaba un libro que le gustara, Kyojuro se paseaba por los pasillos viendo diferentes títulos. Caminaba entre los pasillos pensando en que acababa de darle la dirección de su finca a una luna superior, era una decepción como pilar. Desde su finca era fácil llegar a la cede, estaba poniendo en peligro a todos por sus deseos. Inconsciente de la dirección a la que se dirigía llego a un pasillo con novelas eróticas. Novelas eróticas entre hombres, estos libros estaban escondidos ya que no eran muy bien vistos. Kyojuro sentía el impulso de tomar uno, el más delgado que encontro lo guardo dentro de su uniforme. El libro apenas tenía 35 páginas y ni siquiera había visto el contenido de este.

Mitsuri: ¡Kyojuro!

Kyojuro caminaría hacia la pilar intentando disimular.

Kyojuro: ¿Lo encontraste?

Mitsuri: ¡Miraa!

El libro se llamaba como una de las posturas de la chica, esto les pareció adorable a ambos.

Mitsuri: ¡Escalofríos del primer amor!

Kyojuro: ¡Seguro le va a encantar!

Mitsuri iría a pagar mientras Kyojuro dejaba disimuladamente una cantidad de dinero en una repisa, no quería que su ex-aprendiz viera como compraba ese libro. Ambos saldrían felices y se irían cada uno a su finca.

Kyojuro llegaría a su finca y al ver a Senjuro cocinando correría a su cuarto silenciosamente. Sacaría el libro que acababa de tomar y con muchos nervios pasaría saliva y lo abriría. El libro no era un libro sino una novela gráfica entre dos hombres, por eso era tan corto. Al ver la primera página su rostro se tornaría rojo y cerraría el libro reflxionando lo que acababa de hacer.

Senjuro: ¡Hermano ven a comer!

Kyojuro: ¡S-si!

Kyojuro saldría de su cuarto una vez que su sonrojo se fuera y comería con su hermano.

Senjuro: Tienes más hambre de la que acostumbras tener

Kyojuro: ¡Es porque me encuentro recuperando fuerzas!

Senjuro: Pero estos días no tuviste misiones

Kyojuro: (Tosería por los nervios) Ya vez...

Senjuro: ¿Me vas a explicar lo de tu amigo?

Kyojuro: (comenzaría a ahogarse de verdad) S-Senj-uro