30- Ansiedad

3.6K 341 291
                                    

Por primera vez en su vida como demonio Akaza se había quedado dormido, Kyojuro lo levanto ya que pensaba que el demonio estaba muerto.

Kyojuro: ¡Akaza!

Akaza: (adormilado) ¿Qué paso?

Kyojuro: ¡Te dormiste!

Akaza: ¿Me que?

Kyojuro: Dormiste como un humano

Akaza: Vaya... Me siento mas fuerte

Kyojuro: Porque tu cuerpo descanso

Akaza: Quiero volverlo a hacer contigo

Akaza tomaría a Kyojuro jalándolo para acostarse junto a el.

Kyojuro: ¡Akaza yo tengo cosas que hacer!

Akaza: ¿Cómo que?

Kyojuro: Necesito ponerme mis pomadas en la espalda

Akaza: ¡Déjame hacerlo!

Kyojuro: Toma ¡Pero ten cuidado sigo lastimado!

Kyojuro le daría las medicinas a Akaza y se quitaría su playera.

Akaza: Acuéstate boca abajo

Kyojuro: No es necesario solo-

Akaza: ¡Que te recuestes!

El pilar se recostó boca abajo con el torso desnudo como Akaza le dijo. El demonio se lleno las manos con pomada y comenzó a deslizar sus dedos suavemente por la espalda del pilar, el sabia que la piel del rubio reaccionaria si lo hacia suavemente. Efectivamente Kyojuro se erizaba con cada toque y sus músculos se tensaban. El demonio tocaría la espalda del pilar con las yemas de los dedos, los pasaría desde arriba hasta llegar al cinturón del pantalón.

Kyojuro: Akaza es suficiente...

Akaza: Espera un poco mas

Akaza subiría una vez mas sus dedos y los bajaría lentamente recorriendo toda la espalda del rubio, llegaría hasta el cinturón del contrario y lo bajaría un poco para tocar mas. Kyojuro pegaría un brinco al sentir esto.

Akaza: (riendo) ¿Qué paso?

Kyojuro: M-me estas to-tocando y

Akaza se levantaría acercándose Kyojuro que se encontraba bastante nervioso. El demonio acorralaría al pilar contra la pared tomándolo de las muñecas y presionándolas sobre la cabeza del chico.

Akaza: ¿Y no te gusta?

Kyojuro: Akaza...

Akaza pondria su rodilla entre las piernas de Kyojuro ejerciendo una placentera presión.

Akaza: Ayer en la mañana me prometiste algo ¿verdad?

Kyojuro: Si... Per-

Akaza: (susurrándole al oído) Nada de peros ¿Qué me prometiste?

Kyojuro dejaría de oponer resistencia al agarre del demonio, el ya sabia lo que el contrario deseaba.

Kyojuro: Te dije que te dejaría hacerme lo que quisieras

Akaza: Que lindo cazador

Akaza soltaría a Kyojuro viéndolo de una manera pervertida.

Sangre ArdienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora