ADICTA A TI (Lisa y tú)

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 36

Jamás te dejaré.

________ (TN):

Estoy en un hermoso lago, ese donde mis padres me llevaban cada fin de semana de pequeña; allí donde jugábamos y hacíamos competencias de barcos de papel en el agua.

Estoy sentada cruzada de piernas contemplando las barcazas que pasan por el lago, a mi lado siento una cálida mano, volteo a ver quien es, pero no puedo ver su rostro, ese tacto me es tan familiar. Sus dedos se entrelazan con los míos y cierro los ojos disfrutando de su calor, de lo bien que se siente estar aferrada a esa mano, siento un cosquilleo en mi vientre y luego una voz ronca.

»Perdóname mi amor« esa voz que es un abismo donde caí desde la primera vez que la escuché, algo húmedo se posa en mi frente haciendo que mi piel se erize, trato de responder pero es como si mis labios estuvieran pegados y mis palabras no salen. De repente la mano me suelta y se esfuma en segundos, me levanto y empiezo a caminar buscándola, por más que camine vuelvo al mismo punto; el lago. Me siento en el borde del muelle y me quedo aturdida viendo el magnífico atardecer.

La luna ilumina en el agua y me pregunto por qué sigo estando acá sentada si ya es de noche, debería volver a la casa con mi tía, pero la vista es tan hermosa que me siento hipnotizada por ella, y no me quisiera ir nunca de este lugar tan maravilloso.

Siento murmullos a lo lejos, voces que no reconozco. Me giro pero no veo a nadie, quizá me este volviendo loca por tanto silencio que hay en este lugar, donde solo el viento juguetea con las ramas de los árboles.

De nuevo esa cálida mano me acaricia la mía con delicadeza y llena mi cuerpo de corrientes eléctricas, un beso húmedo en la mejilla me estremece por completo, levanto mi mano para tocarla y suspiro sin entender porque.

El sol brilló en mi cara, la bella melodía de un pájaro cantando y esa mano sobre la mía, es el mejor despertar que he tenido por mucho tiempo. Esa mujer que amo me tiene loca, extraño cada fibra de su ser, pero que ya no esté conmigo me parte el alma. Ahora estoy tan lejos de ella que ni sabe que tendremos un hijo. Espero y nunca se entere.

Pongo una mano en mi vientre, siento algo húmedo y cuando bajo la mirada estoy en un charco de sangre, el agua del lago que era de un color azul cristalino está teñida de roja, empiezo a caminar hacia atrás, negando y llorando con las manos en mi vientre hasta que choco con algo duro y su hermosa voz hace que mi corazón se acelere a punto de querer salir de mi pecho.

»Me haces muy feliz« susurró Lisa en mi oído, mi pulso incremento a gran velocidad, el aire me faltaba, las piernas me fallaron y caí de golpe en el suelo. Una corriente invadió mi cuerpo y sentí la adrenalina correr por mi sangre, el sonido de una máquina me estaba borrando la perfecta imagen de Lisa que con una sonrisa me sostenía en sus brazos. Cerré los ojos con fuerza, una pesadez me invadió el pecho y de otra corriente eléctrica más abrí los ojos nuevamente.

LISA:

Ya no puedo soportar más, su corazón se estaba yendo de mis manos. La señora Claudia estaba abrazada a mi cuerpo llorando desconsoladamente mientras veíamos como el doctor la reanimaba, me partí en mil pedazos al ver como pasaban los minutos y no abría sus bellos ojos.

Todos estábamos en shock viendo como el
desfibrilador golpeó en su pecho mandado descargas eléctricas a su corazón, para hacerlo reaccionar. Por más de cinco minutos sin tener éxito, por fin abrió los ojos, de inmediato las enfermeras le colocaron oxígeno, entre a grandes pasos a la habitación.

________ parecía desorientada y después que nuestros ojos hicieron conexión una lágrima bajo por mi mejilla, mi corazón dio un brinco de felicidad.

-Debemos saber cómo está el bebé.- Dijo el doctor y mi felicidad cayó de nuevo, todos se movían rápido de un lado a otro. Sin más lo único que hice fue sostener la mano de ________ y ella me apretó con fuerza, su mirada estaba triste y sus lágrimas cayeron por sus mejillas.

-Estoy contigo, jamás te dejaré.- Susurré, frunció el ceño y sus lágrimas se hicieron más abundantes, después de poner varios aparatos en su vientre el doctor empezó a revisar al bebé.

-Vamos pequeño ... - Murmuró en voz baja este, unos fuertes latidos hicieron eco en mi cabeza, el doctor sonrió aliviado, sostuve con fuerza a mi chica mientras el perfecto ritmo del corazón de nuestro bebé me lleno el alma de felicidad.

-Esos son sus latidos.- Dije fascinada.

-Si, este niño o niña será un milagro de dios, déjeme felicitarla señorita ________ haz hecho un espectacular trabajo, eres una chica fuerte pero ahora debes descansar- ________ asintió un poco con la cabeza.

Me acerqué al rostro de ________ y dejé varios besos en su cara mientras el doctor le aplicaba un sedante, volví a respirar al saber que están bien, ahora sólo me queda buscar a esa hija de perra para matarla con mis propias manos.

-Mi niña despertó, dígame doctor mi nieto o nieta ¿Está bien?.- Dijo la señora Claudia con una sonrisa y lágrimas en sus ojos.

-Ahora sí, le aplique un sedante para que no sienta dolor por la cirugía que se le realizó, todavía hay amenaza de aborto, pero ya es más mínima, solo debe mantener mucho reposo y no tener emociones fuertes.- Tranquilizó el doctor y la señora Claudia se abrazó con Hana la amiga de mi _______, que para nada me cae bien esa imbécil que solo me asesina con la mirada.

-Te lo dije, esa chica es fuerte.- Dijo mi madre con una sonrisa acariciando mi espalda, muy pocas veces demuestra afecto pero sé que con este acto me está dando todo su apoyo.

________ cerró sus ojos lentamente y su cuerpo se relajó, pero su agarre en mi mano seguía fuerte como si no quisiera que la soltara. Y nunca más lo iba a hacer.

Al fin...

Continuará...