𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 49

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Posesiva.

Últimos capítulos...

LISA:

Después de estar en el hospital por unos días más decidimos irnos a nuestro hogar de nuevo, las heridas estaban mucho mejor, y las vendas me las tenían que cambiar cada cierto tiempo y eso ya me está molestando, no soporto tener que pasar por toda esta mierda.

Al llegar a casa, todos llegaron con nosotros, y ahora lo peor estaba por venir; tener que aguantar a esa partida de gente en mi casa. No podré intimar con _________, como me gustaría sin que alguno pasara por la puerta sin tocar. Mi tía no paró de hacerle miles de preguntas a ________, y entre todos la pasaron riendo por las estupideces que decían de los mellizos.

________ estaba encantada con todos ellos y reía feliz agarrada de mi mano sin soltarme, en un momento me dijo que quería unos guapos gemelos como lo eran Jeison y Mariano, ese comentario me molestó.

-Amor no te pongas celosa, ellos son hombres maduros, sí. Pero no puedo negar que se han sabido mantener muy bien.- Dijo ella pícara, la tomé de la muñeca y la pegue a mi cuerpo.

-Me importa una mierda como se vean, tu solo puedes pensar en mi.- Gruñí, y soltó una carcajada.

-Deja de ser tan posesiva, ante mis ojos tu eres la única, solo que hay bastantes hombres guapos rondando por acá.- Volvió a decir pícara y la apreté más a mi cuerpo.

-¿Ah, sí?, y serán a los últimos que vas a ver.- Dije y la besé con fuerza. Sus labios se movieron hambrientos junto con los míos, su cuerpo caliente me invitaba a desbaratar cada parte de ella.

-Me conformo con esas vistas todos los días.- Jadeo entre besos y la agarré del cuello.

-¿Quieres un cementerio en tu propia casa?.- Dije en sus labios, y mordí con fuerza su labio inferior a lo que, soltó un gemido.

-Será carne exquisita para los gusanos.- Bromea y rio. Me despegué de sus labios, la mire a los ojos, sus pupilas estaban dilatadas y sus mejillas encendidas.

-Me encanta cuando estás tan excitada.- Dije y se sonrojo mucho más.

-Ve a ducharte, debo cambiar esas vendas.- Desvío la mirada. Sonreí y dejé un último beso antes de entrar a tomar un largo baño en mi casa, por fin.

Tres meses han pasado después de eso, su vientre está mucho más grande y se le dificulta más al caminar, pero para mis ojos sigue siendo la mujer más hermosa, no me canso de decírselo una y otra vez.

He estado trabajando desde la casa, no pienso bajar la guardia. Tres meses de calma es mucho y no me gusta para nada el silencio que hay...

-¡Ah! ¡Duele!.- Se quejó ________ entrando por la puerta de mi oficina, me levanté rápidamente y llegue hasta ella.

-¿Qué te duele?.- inquirí con preocupación, levantó su cabeza y sus ojos me vieron furiosos.

-¡¿Tú que crees maldita imbécil?!.- Espetó con rabia, me encogí de hombros. No soy adivina y no tengo ni puta idea que es lo que le duele.

-Bueno, entonces ¿En qué lugar te duele?.- Dije con calma para no hacerla rabiar más.

-¡Maldita sea, Lisa! ¡Los bebés ya vienen!.- Escupió y gritó de dolor, sosteniendo mi brazo con fuerza clavando sus uñas.

-¿Qué?.- Dije estupefacta, aún falta como dos meses para que nazcan.

-No me hagas repetirlo idiota.- Volvió a rugir, me sorprendí cuando de sus piernas bajaba un líquido.

-¿Qué es eso ________?.- Dije y me agaché.

-¡Maldita sea, ¡¿Vas a seguir preguntado estupideces o me vas a llevar a un médico?!.

-¡Tony alista el auto!.- Grité, alcé a ________ como pude bajé con ella, donde todos en la sala se levantaron y formaron un alboroto.

________ gritaba, lloraba, maldecía y me culpaba una y mil veces por el dolor que estaba sintiendo.

-¡Qué emoción voy a conocer a mis sobrinos!.- Chilló Jisoo, acariciando la cabeza de ________.

-Apuesto que serán hombres.- Dijo Mariano y sonreí.

-Apuesto a que son niñas.- Refutó su mellizo, como siempre llevando la contraria a su hermano.

-Yo creo que serán niño y niña.- Atacó mi tía Sofía , tantos hablando al tiempo en esta sala me estaban volviendo loca.

-¡Qué me lleven al maldito hospital! ¡Ya!.- Gritó desesperada y camine rápido hasta llegar al auto, todos subieron a los suyos y nos siguieron. Parecía un maldito desfile de camionetas negras, como si un rey estuviera ofreciendo un paseo.

-Ya falta poco amor.- Dije acariciando su espalda, su rostro estaba rojo y lágrimas bajan por sus mejillas.

-Es tu maldita culpa.- Susurró entre sollozos, por su frente caían gotas de sudor.

Tony llegó en menos de nada al hospital, abrí la puerta y me ayudó a cargarla hasta la entrada, donde las enfermeras nos indicaron por dónde llevarla. Detrás de nosotros se oía el gran alboroto que todos estaban haciendo, gritaban y hablaban tan fuerte que los demás pacientes se quedaron mirándonos.

Pasamos todos por las puertas donde había una fila de mujeres embarazadas, no me fijé en nadie solo estaba enfocada en ________. Ella gritaba aún más fuerte con cada contracción.

-Póngala en la camilla, un doctor ya viene.- Dijo la enferma.

-No pueden estar aquí, deben esperar afuera.- Dijo ella con firmeza, viendo a todos detrás de mis espaldas.

-¡No!.- Se negaron todos, ________ resolpló y nos dio una mirada asesina a todos.

-¡Qué es todo este alboroto, no pueden estar aquí!.- Entró un doctor y todos voltearon a vernos. Unos recostados en la pared como si nada y las chicas estaban emocionadas porque los bebés ya iban a nacer.

-¡Qué se larguen! ¡No pienso parir con todos ustedes viéndome la vagina, como si fuera el mejor de los shows!.

-¡Fuera de aquí, ¡Todos!.- Grité y todos rieron, dieron media vuelta y uno por uno salió de la habitación. No iba dejar que nadie más viera lo que es mío...ni este doctor tan joven.

-Trae a una doctora.- Ordeno y el enfermero parpadea varias veces

-Lo siento señora es el único doctor que hay en este momento.- Dijo él educadamente, el doctor se acercó y acaricio la mano de ________.

-Hermosa debes estar tranquila, dime, ¿Cuántos meses tienes?.- Dijo con voz profunda, ________ lo vio a los ojos.

-Tengo siete y medio, aún queda tiempo ¿Es normal?.- Dijo ella con lágrimas.

-Por supuesto, en el registro dice que son gemelos, suele pasar en algunas ocasiones que se adelanten y nacer prematuros.- Dijo este con la mano aún en mi mujer. Me acerqué y le toque el hombro, él giró y me miró por encima de el.

-Haga su trabajo de traer a mis hijos y deje de tocar a mi esposa.- Gruñí con los dientes apretados y el doctor sonrió de lado.

-Lo estoy haciendo, así que déjeme hacerlo o tendré que sacarla de la habitación.- Amenazó y ladeé la cabeza un poco.

-Lisa... No es el momento.- Susurró ________ con voz ronca y asentí de mala gana.

-Solo porque es el día que van a nacer mis hijos...- Dije y ella suspiró aliviada. Me acerqué y dejé un beso sobre sus labios húmedos por sus lágrimas.

Continuará...


ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora