𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 29

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Mala puntería.

________ (TN):

Estoy acostada en los brazos de esta mujer que me tiene al borde un colapso mental, con sus cambios intermitentes de humor. Estas son de las pocas veces donde me demuestra demasiado que me desea y a la vez me deja flotando en las nubes, después que hicimos el amor dos veces más, una en la habitación y la otra en el baño mientras nos duchábamos. Definitivamente somos insaciables, se quedó profundamente dormida, cómo quisiera que fuera tan pasiva como lo está ahora... con sus facciones relajadas y sin estar escupiendo tanta idiotez que sale de su boca. Mi cabeza quiere explotar de tanto pensar y se suponía que tenía que hacerla sufrir, pero aquí estoy otra vez, metida en su cama sin poderme escapar de sus garras.

Me levanto de la cama con mucho cuidado a no despertarla, salgo de la habitación y bajo por las escaleras, tomo la ropa y me visto rápidamente. Miro hacia afuera ya es de noche, si me voy puede que me pierda en el espeso bosque.

Me siento en una silla y me muerdo las uñas.

-¿Qué hago?.- Me pregunto y muevo una pierna con desespero.

-¿Te pensabas ir?.- Inquirió Lisa detrás mío haciendo que de un brinco en el lugar.

-Claro que no.- Dije y mi voz me delató por lo nerviosa y ansiosa que estaba.

-¿Qué haces vestida y por qué no estás conmigo en la cama?.- Se adentró en la cocina y rebusco en los cajones.

-Tengo hambre y no hay nada.- Mentí, pero a la vez no, porque si tengo hambre y no hay nada que comer en esta casa.

-Ya veo, pediré a Tony que traiga algo.- Salió de la cocina y se agacho a recoger el pantalón, sacó el teléfono y envió un mensaje.

-Volvamos a la cama.- Sugerí y asintió, me llevo alzada y me depositó en la cama con suavidad.

-Te quitaré todo esto.- Me volvió a desvestir y sonreí para mis adentros, quiero que siempre sea así. Deseo que nunca cambié esa forma tan especial de tratarme cuando está conmigo.

-¿Qué vas hacer con Mei?.- Dijo acostándose a mi lado.

-Le tengo una hermosa sorpresa.- Sonreí maliciosa y me apretó en sus brazos.

-¿No me vas a decir?.- Jugó con mi cabello en sus dedos.

-No, para ti también tengo una.- Dejó sus manos quietas y me giró.

-¿Qué tienes planeado hacer?.- Frunció el ceño y solté una risa.

-Ya lo verás señora Manoban.- Dije coqueta y me pellizco fuerte en la cadera.

Después de veinte minutos donde hablamos y bromeamos, pasando un rato agradable, llegó Tony con la comida. Prácticamente me la devore en pocos segundos, moría de hambre. Siempre he sido de comer bastante y mi cuerpo necesita muchas calorías, ahora muchas más con tanto ejercicio que he hecho en estos días, creo que he bajado de peso en un poco tiempo.

Después que acabamos de comer nos abrazamos; ella tomando mis caderas desde atrás y yo pegando todo mi cuerpo, encajando perfectamente con la de ella. Con su delicioso olor más su calor envolvente me quedé pensando en lo mucho que la voy a extrañar cuando me vaya. Y así entre sus suaves toques en mi vientre me quedé profundamente dormida entre sus brazos.

Al despertar nos duchamos y nos vestimos con lo mismo, al llegar a la cabaña me cambié de ropa, me puse un short de Jean y un top negro dejando mi abdomen al descubierto. Cuando entre a la habitación donde dejamos a Mei, esta estaba dormida, su semblante estaba mejor. Ya no se veía tan pálida, agarre un balde lo llene de agua y se lo tiré encima, dio un salto en la cama quejándose y maldiciendo en lo bajo.

-Lo siento, pero me gusta madrugar.- Dije con ironía y me asesinó con la mirada, sonreí.

-¿Qué quieres maldita?.- Escupió la culebra.

-Que humor, ya se te va a pasar, te tengo una sorpresa, espero y te guste.- La tomé del brazo y caminó con dificultad, la hale brusco y se quejó.

La lleve hasta la habitación donde Lisa estaba amarrada gracias a Tony que me ayudó, no quisiera saber como lo logró porque la hirió en un hombro, apenas me vio estaba furiosa, su cara roja y su vena del cuello se remarcaba.

-Deja las estupideces ________ y suéltame, ¿Para que mierda haces esto?.- Espetó con rabia, su voz era severa pero no me intimida, ya no.

-Es parte de la sorpresa, cariño.- Dije en tono chillón y gruñe molesta.

-¿Qué planeas niña estúpida?.- Inquirió Mei con el ceño fruncido, sonreí con malicia.

-Voy a dejar que estés con mi mujer por última vez.- Dije y ambas me vieron asombradas.

-¡________, para con esta mierda! ¡Ahora!.- Ordenó ella muy molesta y me eche a reír.- Adelante Mei, que no te de pena solo porque estoy aquí.- Le puse el arma en la espalda y la empuje hacia Lisa.

-¡________!.- Advirtió severamente y la miré a los ojos.

-¡Maldita sea Lisa, solo disfruta de tu amante!.- Dije con desdén y suspiró como un toro, apenas me encuentre será capaz de matarme con sus propias manos.

-¡Camina! ¡¿O tengo que hacer el trabajo yo?!.- La empujé con más fuerza y cayó de rodillas frente a Lisa, ella no apartó la vista de mí, sus ojos estaban llenos de furia.

-Lisa.- Susurró Mei débilmente, se levantó con dificultad y se sentó con las piernas abiertas sobre ella, quité el seguro del arma, apunté hacía ellas y Lisa abrió los ojos muy grandes, solté una sonora risa y dispare en la pierna de Lisa.

-Lo siento, tengo muy mala puntería.- Dije con incredulidad y Lisa cerró los ojos con fuerza, ¡Hay tienes por haberla besado!.

-¡¿Ya te divertiste?!, Ahora sueltame!.- Espetó y negué con la cabeza.

-Cariño, aún no.- Me acerqué y Mei estaba quieta sin moverse, la agarré del cabello con fuerza y puse el arma en su cabeza.

-Lisa siempre te amé.- Dijo y rodé los ojos.

-Todas tus amantes te dirán lo mismo.- Bufé y disparé, la sangre le salpicó en la cara a Lisa que solo cerró los ojos. El cuerpo de Mei cayó y la recosté en el pecho de ella, guardé el arma y me agache al oído de mi sexy mujer que está apunto de estallar de furia.

-Disfruta de tu zorra... por cierto, debo irme, nos vemos después.- Deje un beso en su cuello y camine hacia la puerta.

-¡¡_________ vuelve maldita sea, cuando te encuentre me la vas a pagar, Maldita niña!!.- Fue lo último que escuché decir, salí con Tony hacia la pista abordamos el jet que me llevaría hacia América del Sur donde mi tía me espera.

Continuará...

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora