𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 51

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Sumisión.

Últimos capítulos...

Las pequeñas gemelas ya tienen seis meses, ahora es Navidad; son muy vivas, siempre al pendiente de todo. Todos están enamorados de ellas. Son el nuevo juguete de todos, son niñas preciosas que hechizan al que las vea.

-Ariana iré a preparar su fórmula quédate con ellas por favor.- Dije a la chica y asintió con la cabeza.

Últimamente ha estado muy rara, ya no habla tanto como antes ni es tan energética como al comienzo.

-Sí, yo me quedo con ellas.- Dijo viéndolas de reojo, asentí y salí de la habitación.

Fui hasta la cocina y mientras preparaba la fórmula de las gemelas, hablé un poco con Siu que también había notado el cambio de actitud de Ariana.

No sentí muy buena espina con ella. Lisa había viajado a España, tenía un trato que cerrar y tenía que ir personalmente. Y con el cambio de esta chica me puse en alerta, no le dejé mucho tiempo con las niñas sola.

Al llegar a la habitación estaba en la misma posición que me fui; parada en medio de las dos cunas con el ceño fruncido y cara de pocos amigos, apenas me vio sonrió falsamente y salió sin decir nada.

Unas semanas después de eso ya no las dejé ni un segundo a solas, siempre estaba yo o estaba Siu con mi tía. Lisa volvía hoy, obvio que me tocaba decirle el cambio de Ariana.

Era de noche y estaba lloviendo, me senté en el sofá de la habitación de las gemelas y Lisa aún no llegaba, me quedé dormida pero desperté por un trueno que me hizo dar un respingo. Me toqué el pecho y reí por ser tan tonta.

Salí de la habitación y fui hasta donde Siu, ella se quedó con las niñas mientras bajé las escaleras para ir a la cocina, tenía sed y quería un vaso de agua.

Escuché murmullos y me quedé quieta tratando de reconocer las voces... era Ariana y Lisa que estaban hablando.

Me acerqué con cautela de no hacer ningún ruido, llegué y pegué mi oreja a la puerta que daba entrada a la cocina. Muchas cosas se arremolinaron en mi cabeza, solo dejé de respirar para que ninguna me escuchara.

-¿Qué pretendes?.- Inquirió Lisa con persuasión, calmada pero amenazante a la vez.

-Nada señora Manoban, solo quería servir su comida, debe estar sumamente cansada y quiero que esté bien.- Respondió ella con coquetería, todo por dentro mío se encendió.

-¿Y donde está Siu?, tu trabajo es estar con las gemelas.

-Bueno es que la señora ________, últimamente ha estado actuando raro.- Ladró la perra.

-¿A qué te refieres con rara?.- Necesitaba saber cómo estaban allí adentro, y si estaban sin ropa o se estaban besando. Mi imaginación es muy grande.

-No sabría como decirlo... pero ha pasado mucho tiempo con el doctor.- Cerré los ojos con fuerza y respiré díez mil veces para no entrar y partirle la cara de víctima a la maldita Ariana, que por fuera se muestra como un ángel pero se está portando como un maldita zorra, que no sabe con quién putas se está metiendo.

LISA:

Llegué a la casa después de dos semanas estar fuera de ella, moría por ver a mis tres mujeres, pero la estúpida sirvienta se me atravesó en la cocina con una mínima pijama que dejó su culo y sus pechos a la vista. Y ahora está escupiendo mierda en contra de ________.

-Dime que viste exactamente.- torné mi mirada y se mordió los labios.

-Bueno, ellos hablan pero cuando llego se callan.- Dijo jugando con sus manos.

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora