Lisa Manoban, una mujer intersexual se obsesiona con Park _________ una hermosa chica de 19 años, solo la quiere para ella y la lleva a la fuerza a su lado, quiere robarle su inocencia. Pero todo eso se vuelve en su contra cuando se enamora de la du...
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, dolía bastante, a decir verdad todo el cuerpo me dolía mucho, abrí los ojos lentamente y estaba en la habitación de Lisa.
Desplace la mirada al lado derecho donde dos bolsas con suero y otra con sangre colgaban, trate de levantarme pero no pude, mi boca cubierta por una mascarilla de oxígeno, mis brazos dolían y no tuve las fuerzas suficientes para levantarme aunque sea un poco.
-________.- La suave y ronca voz de Lisa me hizo abrir los ojos por completo, en su bello rostro había preocupación y molestia.
Las palabras no me salían, sentía la boca seca y con mucha sed, Lisa me tomo con mucha delicadeza y me bajo la mascarilla, tome una gran bocanada de aire cuando no sentí el respirador artificial.
-No hables pequeña, guarda tus energías.- Dijo tan dulcemente que me derretí ante tanta gentileza, eso sí muy extraña de ella.
- ¡¡Mi niña, despertaste!.- Entró mi tía con su ojos llenos de lágrimas, se acercó y con mucho cuidado me abrazó, me queje un poco y se separó frunciendo el ceño.
-Oh, mi niña. Iré por el doctor.- Siu me detalló por completo y me pregunté qué tan mal estaba, recuerdo perfectamente los cortes en las manos y los brazos por los cristales del auto, después sentí un fuerte golpe en mi cabeza y luego oscuridad.
- ¿Te duele?.- Lisa me acaricio la cabeza y nuestros ojos se conectaron, su mirada fría e intimidante no estaba, solo se veía frustrada. Nos dijimos todo con la mirada, sus bellos ojos brillaban tan intensamente que hizo latir con fuerza mi corazón.
-Veo que la señorita ya despertó, la voy a revisar.- El doctor se acercó y me tomó el pulso, quitó una venda de mi cabeza que no sabía que tenía y palpo con su mano el lugar donde me golpearon. Después de ese golpe no recuerdo nada más de lo que sucedió hasta ahora que despierto.
-¿Cómo está mi pequeña?.- Mi tía se veía preocupada, el doctor sonrió y se giró para verla.
-Sus heridas están sanando, solo debe guardar mucho reposo y cuidar que los puntos de la cabeza no se vayan a infectar, pero estos pequeños cortes.- señaló mis brazos y mi cara.- sanan rápido y no quedarán secuelas.- Respire aliviada y mi tía se tocó el pecho también.
-Gracias doctor, seguirá acá hasta que ________ se recupere del todo.- Dijo firmemente Lisa y el doctor asintió con la cabeza.
-Por supuesto, le daré una dieta a las empleadas para que le suban de comer a la señorita.- Dijo y salió por la puerta, mi tía se quedó conmigo en completo silencio y Lisa se sentó en su sillón sin apartar la mirada de mí.
-Iré por tu comida.- Mi tía se levantó y camino hacia la puerta.
-Gracias.- Mi voz salió áspera y Lisa frunció el ceño.
-________ espero que cada vez que salgas me informes y tienes que llevar más seguridad, no puedes estar solamente con Tony.- Dijo con calma pero autoritaria.
-Está bien.- Murmuro y se acercó a mi lado.
-No sabes lo mucho que me preocupé por ti.- Me susurró en el oído y mi corazón salió desbocado del pecho.
-Lo siento.- Fueron las únicas estúpidas palabras que salieron de mi boca, ¿Por qué mierda me estoy disculpando?
-No es tu culpa, fue mía por ser tan bruta contigo.- Literal mi mandíbula se cayó al piso.
-En parte, te coges a puras locas.- Dije y sonrió
-Apenas te recuperes nos encargamos de ella.- Dijo hastiada y se recostó a mi lado, su calor inmediatamente me hizo aferrarme a ella, me abrazó con mucha delicadeza y beso mi frente. Nos quedamos en completo silencio en aquella agradable posesión, me sentía muy a gusto estando a salvo entre sus brazos, todo lo malo lo compensa lo bueno.
-Lamento interrumpir.- Siu entró por la puerta con una enorme sonrisa, es la primera vez que nos ven de esta manera. Digo, no somos de darnos abrazos, además que parecemos como perros y gatos.
-Gracias Siu, deja la bandeja ahí.- Señaló la mesita y ella la puso de inmediato.
-Descansa y comete todo.- Salió con una sonrisa pícara. Me incorporé en la cama y me puso dos almohadas detrás de mi espalda, puso la mesita encima de mis piernas y el plato de sopa encima de ella, cogió la cuchara y la levanto hacía mi boca
- ¿Qué haces?.- Dije extrañada
-Cuidando de ti, ¿No es obvio?.
-Yo puedo hacerlo sola, no te molestes, por cierto no tienes trabajo que hacer- Ladea la cabeza frunciendo el ceño.
- Cuidaré de ti, ese es mi trabajo.- Me vio a los ojos y me quedé sin palabras por unos segundos.
-Lisa, me asustas. Esta no eres tú.- Negué con la cabeza mientras me mordía el labio inferior
-Soy yo, solo que buena.- se aclaró la garganta y reí
-Ya entiendo señora. Tranquila porque veo que te va a dar un ataque.- Dije juguetona y sonrió mostrando su blanca dentadura, ¿Enserio es Lisa la temida bestia, la mujer cruel y ruda?
-Come o te castigo.- Sentenció
-Me encantan tus castigos, pero el doctor dijo que debo guardar mucho repos.- Hice un hincapié y frunció el ceño.
-Seré tu medicina.- dijo pícara y se acercó a darme un beso lento y tierno.
-No quiero incomodar pero están regando toda la sopa encima de la cama.- Dijo Jennie parado en la puerta y nos separamos.
-Llamaré a Siu.- Lisa se levantó y salió de la habitación rápidamente.
-Ya veo que estas mejor, hermosa.- Leila entró junto a ella y me ayudó a levantarme de la cama. Como traía una pequeña bata puesta Jennie desvió la mirada.
-Gracias Leila, por cierto, no te metiste en problemas.- Dije en voz baja y negó con la cabeza.
-No, ven ________ siéntate aquí.- Me ayudó a sentar en el sillón de Lisa que es muy cómodo y enorme, quedo como una pequeña coneja en él. Me cubrió con una manta las piernas y se sentó a mi lado.
Al final Jennie se retiró a la oficina de Lisa para hablar de negocios y Leila me ayudó con la sopa, lo cierto es que, es una chica muy amable y dulce, nada problemática. Me contó de cómo empezó la relación de Jennie y ella, llevan muchos años siendo novias, le pregunté si le gustaría casarse con ella, a lo que respondió, que sí. Entonces empecé a ilusionar una vida juntas, pero a quien en engaño. Lisa jamás sentaría cabeza con una mujer.
Continuará...
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