𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 38

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Sé mi esposa.

LISA:

Volví al hospital más calmada ya. Apenas me vio me dio una gran sonrisa, me acerqué a ella; ya se encontraba lista para irnos de ahí. La tomé entre mis brazos y la besé, rodea mi cuello con sus brazos profundizando el beso ¡Maldición! si no para la voy hacer mía aquí mismo. Obviamente no puedo tocarle un pelo hasta quién sabe cuando.

-Tardaste mucho.- Jadeó.

-La pequeña me extrañó.- Dije y sonrió.

-Quiero ir a casa, no me gustan los hospitales.- La alcé en mis brazos y caminé con ella hasta la salida, tenía muchos hombres cuidando de ellos. Apenas salimos nos custodiaron hasta al auto.

-¿Quieres algo especial de comer?.- Dije, depositándola suavemente en el asiento.

-Quiero helado, galletas, pollo...¡Ah! una deliciosa pasta de las que hace Siu.- Dijo tocándose el vientre.

-Es mucha comida.- Frunció los labios.

-Tu hijo tiene mucha hambre.- Hizo un puchero y la abracé con cuidado de no lastimar su vientre bajo donde la operaron.

-Está bien, como digas.- Llegamos a la casa y la lleve alzada hasta nuestra habitación. Hace dos meses no entraba en ella, la falta de su calor no me lo permitía.

Iba a salir para pedirle a Siu que le cocinara la pasta pero me agarro de la mano.

-No te vayas, quédate con nosotros.- Suplicó y me acosté a su lado. Rodeo su cintura con mucho cuidado, hunde el rostro en mi pecho oliendo mi olor.

-_______, sé mi esposa.- Dije después de un tiempo en silencio estando abrazadas, sintiendo nuestro calor.

-¿Qué?.- Jadeo nerviosa. Me separé un poco y la tomé de la barbilla para que me mirara a los ojos. Nerviosa mordió su labio inferior.

-Quiero que seas mi esposa.- Repetí viéndola a los ojos, se quedó callada por un largo rato.

-¿Estás bromeando?, Porque si es uno de tus juegos, déjame...

-Te lo estoy diciendo enserio ________, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti y nuestros hijos.- Dije nerviosa. ¿Por qué putas estoy nerviosa?.

-¡Lisa!.- Exclamó y se puso a llorar ¿Será que dije algo malo?.

-¿Porque lloras princesa?.

-Jamás creí escuchar esas palabras de tu boca.- Se aferró a mi pecho y la abracé con fuerza. Se supo calar entre mi sistema, ya no hallo una vida si no es con ella. Cuando me separo de su abrazo me doy cuenta que está completamente dormida. Me levanto con cuidado para que no se despierte, le puse la colcha encima y salí de la habitación.

-Señorita Lisa ¿Dónde está ________?.- Dijo Siu muy emocionada.

-Está dormida, prepara la pasta que tanto le gusta para cuando despierte.- Dije y asintió.

-Ya mismo la voy hacer, se va chupar los dedos.- Se fue con una gran sonrisa a la cocina.

Fui a la oficina a trabajar un rato, hable con Rosé y Jennie sobre la mercancía que toca entregar a los Europeos y les pedí que se hicieran cargo ellas. Decidí tomarme unas semanas con ________, por lo menos hasta que mejore un poco, ya que tiene que tener bastante reposo y con lo terca que es, sé que no le gustará estar todo el día en la cama.

-¿Por que me dejaste sola?.- Dijo con voz ronca, caminando con dificultad, me levanté rápido y la alce en mis brazos.

-No deberías estar fuera de la cama, tienes que guardar reposo ________.- Frunció los labios.

-Tengo hambre y cuando desperté tu no estabas, a quien le iba a pedir ¿Al fantasma?.- Dijo con sarcasmo.

-Te llevaré a la cama.- Le besé la frente y caminamos de nuevo a la habitación.

-¡Mi niña, señora! ¡ Ustedes dos se ven hermosas!.- Chilló Siu y ________ hundió la cara en mi pecho

Después que hablaron de todo con Siu, esta fue hacer su trabajo, ________ palmeó la cama y me senté a su lado, puso su cabeza en mis piernas y vio mis ojos.

-¿Cómo crees que será nuestro hijo? O que tal vez sea niña, ¿Cómo serán sus ojos? ¿Será rubia...?.- Puse un dedo en sus labios.

-Será un bebé hermoso como tú.- Dije acariciando su largo cabello sedoso.

________ (TN):

¡Oh, mi Dios! ¡Qué emoción! ¡Quiero llorar! ¡Quiero reír! ¡Me pidió matrimonio! Ufff... No creí que llegara a escuchar esas palabras de su labios, pensaba hacerla sufrir un poco pero no, cómo creen que voy hacer capaz de hacer eso cuando me dijo que quería casarse conmigo. ¡¡Mía!! , me hice la dormida para pensar muy bien las palabras que durante meses tengo atoradas en mi garganta.

-Lisa... debo ser muy estúpida para haberme enamorado de quien me secuestró, pero mírame aquí, hasta vamos a tener un hijo, ¡Qué ironía! en fin, eso no es lo que te iba a decir... -hice una pausa y frunció el ceño.- seré tu esposa, pero quiero que me prometas que siempre estarás a mi lado, que por más cosas que nos sucedan no te irás, pero quiero saber que sientes por mi, porque de algo estoy segura es que tu no...

-Shhh.- como siempre me calla cuando me inspiro.- Te amo ________, eres la única que derribó mis muros y se incrustó en mi alma, solo contigo puedo ser una idiota y a las vez no. Tu me haces enojar pero también me haces muy feliz, estos dos últimos meses fueron los peores de mi vida, lamento mucho no haberme dado cuenta antes todo lo que siento por ti, aunque al principio me negué a aceptarlo. Al tenerte lejos de mí... Pero que ridícula estoy siendo en este momento.

-Ven acá, mi querida bestia. Ya te expresaste demasiado y pronto infartarás.- La agarré del cuello lo hale hacia mí estampando mis labios en los suyos.

-________ te vas a lastimar.- Dijo entre besos.

-Cállate, solo bésame.- Entrelazé mi lengua con la suya y se me escapó un gemido.

-Para o no respondo.- Jadeo cortando ese delicioso beso.

-No respondas.- Su feroz mirada me desnudó.

-No puedes hermosa o si no te haría gritar mi nombre una y otra vez, como tanto te gusta.- Esa ronca voz cargada de lujuria me estremece y me enciende como un demonio.

-Ufff, amor...¿Quién fue el que puso la bomba y como sabías que era para mí?.- Dije acariciando su abdomen por encima de su ropa.

-Jiwoo, la jefa y esposa de las chinas que maté, quería venganza.- Dijo sin importancia.

-Vaya, ese nombre me suena.- Me quedé pensando.- En fin, ya quiero que me lleves para desquitarme de esa perra que intentó matar a nuestro bebé.- Dije y sonrió con malicia.

-Nena, cuando te recuperes. Será toda tuya, pero por el momento mi madre la tiene ocupada.- Dijo y asentí con la cabeza.

Nos quedamos abrazadas durante toda la tarde viendo películas y hablando de la boda. La verdad estoy muy emocionada y no paré de hablar de como la quería, ella solo me veía con amor escuchando atentamente. Estoy tan feliz alado suyo.

Continuará...

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora