𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 39

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Antojo de ti.

LISA:

Dos semanas después de llegar del hospital y quiero pegarme un tiro, ________ ha estado de un humor de los mil demonios, yo no sé de dónde demonios sacó que quería una fruta del Amazonas y que tenía que ir a buscarla, no me ha dejado dormir en la habitación hasta que no se la traiga.

-Me parece injusto que toda una mafiosa con todo ese puto dinero podrido y no sea capaz de traerme algo tan simple... ¡¡Tony Llévame a la habitación!!.- Espetó con furia.

-No toques a mi mujer.- Gruño y frunció el ceño.

-¡Tu mujer! ¡Tony Llévame!.- El embarazo la ha puesto de peor humor de lo que normalmente ya es.

-¡Que no! ¡Y tu deja de ser tan caprichosa!.- Alguna de las dos va a terminar muerta, ella o yo.

-Me estás diciendo caprichosa, ¡¡Lo que faltaba!!, esto no te lo voy a perdonar.- Y rompe en llanto, balbucea y maldice entre dientes, respiro profundo para no cagarla más.

-Ya las están trayendo solo que demora varios días en llegar.- Siu tranquiliza a ________ y esta sonríe, ¡Pero que mierda! ¡Eso se lo he dicho yo hace varios días!.

-Amor, llévame a la cama.- Estira los brazos y la alzo, me rodea el cuello y deja besos en el.

-Ya no te soporto.- Digo en voz alta.

-¿¡Disculpa!?.- Exclamó dolida y me di mil cachetadas mentales.

No le respondí nada la dejé en la cama y se cruza de brazos molesta. Le besé el cuello, bajando por en medio de sus senos, baje más hasta llegar al vientre que va creciendo cada vez más. Me acerqué a su falda y la subí lentamente acariciando sus piernas. Alzo la vista aún está cruzada de brazos con el ceño fruncido.

-Amor, ¿Enserio te vas a poner así por esa estupidez?.- Dije escalando de poco por sus muslos.

-No me vas hacer cambiar de...- Gimió al momento que sintió rozar mis dedos en sus bragas.

-¿De qué cariño?.- Dije coqueta.- ¿Qué quiere la princesa chillona?.

Sonreí bajo su mirada de reproche.

-Tengo antojo.- Removí a un lado las bragas y fácilmente deslice un dedo.

-¿Qué se te antoja?.- pregunté mirándola fijamente mientras muero por hacerla mía.

-Tengo un enorme antojo de ti, mi querida bestia.- sonrió y sin más me acerque para probar su adictivo sabor.

Pasé mi lengua por encima de sus pliegues chupándolo y con un dedo acaricié con algo de presión en el clítoris. La desnudé con cuidado de no lastimarla, bajé mis pantalones y puse mis piernas a cada lado.

Me encanta esta imagen de tener su cuerpo abajo del mío completamente dispuesta a que la domine y la haga suya. Acaricio sus mejillas y la miro directamente a sus ojos, esos hermosos ojos que tanto amo.

-No sabes como me gustaría darte duro.- dije tomando mi miembro posicionándolo en su entrada.- Cuando nazca nuestro hijo te follaré tan fuerte hasta dejar tus piernas temblando y suplicarás que me detenga.

-¡Ah Lisa!.- gimió en el momento que entré en ella, coloqué mis manos alrededor de su cabeza para no apoyarme completamente encima cuidando a mi hijo. Miré abajo viendo como mi pene entraba y salía de ella, uff ¿He dicho que amo mirar su rostro mientras la follo?.

Mi cuerpo se mueve de adelante y hacia atrás, hago círculos, siento como su interior me aprieta fuerte; hago movimientos rápidos pero con cuidado y siento soltar todo en su interior, amo correrme dentro, amo saber que está llena de mí.

Habían pasado más de dos meses en los que había esperado para disfrutar de este momento. La había soñado tantas veces haciéndole el amor, disfrutando de cómo nuestros cuerpos bailan deleitándose uno por el otro, estar conectadas. Mi vicio es mirar cada gesto, cada palabra y cada caricia que va dejando en mi corazón y en mi alma. Beso sus labios degustando con calma y dejándome envolver por como se mueve lentamente para mi. Lleno su cuerpo de besos mientras la pasión se apodera de nosotros.

-Jamás había deseado tanto a una mujer, como te deseo a ti.- susurro llenando su cuello de besos, se pega más a mi.Su piel desnuda está totalmente brillante y mojada por nuestro sudor.- Me atrapaste entre tus encantos, desde la primera vez que te vi. Tu figura apareció como un ángel bajo la lluvia, uno el cual quería corromper a toda costa. Y ahora mírame rendida a tus pies, mi dulce ________.

-¿Sabes? Por más que quise odiarte no pude. Mi amor crecía cada vez que le dabas una caricia a mi cuerpo, sin saber que estabas entrando de a poco en mi corazón. Además que en este que está aquí, adentro nadie manda.- se gira en mis brazos. Apoya la cabeza en mi pecho, sintiendo los latidos apresurados de mi corazón.- De verdad que me has llevado a locura desde el primer día que descaradamente tocaste mi cuerpo.

-Mi amor por ti es real. Creí que la estúpida obsesión pasaría con el tiempo, pero esta se afianzó más cada que te veía desde lejos...

-¿Me seguías?.- preguntó haciendo círculos en mi abdomen desnudo.

-Algo así, debía estar segura que fueras sola para mi.- confieso.- No te puedo negar que verte ese día me causaste muchos problemas. En ese entonces solo pensaba con el de abajo, y llegue a pensar que si tomaba tu inocencia te irías del todo de mis pensamientos. Pero no fue así, mi deseo creció con mayor fuerza desde el instante que bese tus labios y disfrute de tu olor a flores. Por eso te lo pido, que me des tu amor y tus sentimientos tal y como yo estoy entregando los míos a ti. Dejemos el pasado atrás, ahora tenemos un futuro nuevo que empezar a crear.

-No estoy acostumbrada a estas palabras tan lindas que salen de tus labios, mi sexy bestia.- levantó la cabeza para mirarme a los ojos.- Aquí me quedaré, para siempre. Siempre estaré a tu lado si prometes darme tu mirada para toda la eternidad. Mira que sería capaz de arrancar esos hechizantes y sexys ojos, nada más para tenerlos exclusivamente para mi. Te amo Lisa Manoban. No eres perfecta pero aún con tus más viles defectos, deseo caminar junto a ti para siempre.

Acaricio lentamente sus labios con mis dedos. Lentamente se acerca hasta que nuestras bocas se acoplan a la perfección.

Sin duda esta mujer me tiene loca...

Continuará...

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora