𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 27

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Quiero estar a tu lado.

________ (TN):

Salí de esa habitación con el pulso a mil por segundo, ¡Es una maldita idiota! , ¡Se la pensaba coger de verdad!, ¡Ash!, Traté de controlarme mientras que esta estúpida tiene las tetas al aire y solo está en unos diminutas tangas y encima de mi mujer besándola. ¡¡Es imposible porque vi como la besó!! , No me creí capaz de decir todas esas palabras sin quebrarme frente a ella, pero lo logré, ahora si la voy hacer sufrir y que mejor que la indiferencia, tendrá que ponerse de rodillas y suplicar para que llegue a reconsiderar que vuelva con ella, ¿Su mujer? ¡Si, mierda siempre seré su maldita mujer! ¡La única! y esta perra lo va a entender a las malas.

-Vámonos Tony.- Me subí en el asiento del pasajero y la loca estába atrás pataleando para que la soltara, Tony le puso una mordaza en la boca.

-________ estuviste muy bien.- Tony me palmeo el hombro mientras encendía el auto.

-Nos vamos a divertir Mei, espero y te gusten mis juegos.- Me giré en la silla y le sonreí con inocencia.

-Mmmmm.- Negó con la cabeza. Porque en su boca tenía una tela para callar sus horribles gritos.

-Lo siento, no te escucho.- Me giré de nuevo viendo hacia el frente, salimos de la ciudad hasta llegar al bosque.

Al llegar a la cabaña, Tony la llevo alzada hasta ponerla de pié amarrada en un gran árbol en medio del desolador bosque. Le quitó la mordaza de la boca.

-¡¡Qué me vas hacer estúpida, si me llegas hacer algo mi padre te matará!!.- Espetó con ira y sonreí.

-Mei, no debiste hacer tantas tonterías.- Me acerco a ella y la maldita perra me escupe en la cara, le doy un golpe seco en la mejilla y chilla.

-¡Maldita me la pagarás!.- Espetó, me limpié la cara y Tony llegó con unos cuchillos.

-¿Qué tenemos por aquí?...este me gusta.- Agarré uno con punta en espiral, respiró agitada y al pendiente de mis movimientos.

-Me debes mucho.- Acerqué el cuchillo a su estómago y tragó grueso.- Pero lo que más me cabrea, fue lo de mi tía.- Lo hundo en su vientre bajo y un desgarrador grito se escucha en medio de la nada.

-Maldita.- Murmuró por lo bajo, la miré a los ojos y di vueltas al mango del cuchillo dentro de ella, cerró los ojos con fuerza y apretó los dientes quejándose.

-No te hagas la valiente.- Lo hundo más y un grito ronco sale de su boca.

-Si me llego a soltar solo reza por tu vida, ________.- Inquirió en tono de burla, la sangre baño por completo mi mano, cayendo en chorros en la tierra.

-¿Y como te vas a soltar? Nadie sabe que estas aquí, ni tus hombres se dieron cuenta cuando Tony te sacó del club.- Me Burlo y deja caer la cabeza.

Me aparto un poco para limpiar mi mano mientras Tony le saca el cuchillo y otro grito sale de su garganta haciendome sonreír.

-Te curaré, lo único que no prometo es que te quede bien, verás soy doctora pero no de las buenas.- Me encojo de hombros y niega con la cabeza varias veces.

-Ya todo está listo _____.- Dice Tony, la desata la lleva en brazos hasta la cabaña, en medio del gran salón hay una mesa de madera y allí la pone, la ata de los pies y de las manos con unas gruesas correas.

-¿Preparada?.- Sonrío y me ve a los ojos, no dice nada, su color de piel se va volviendo más pálido por la pérdida de sangre.

-Perra.- Farfulla y río, me pongo unos guantes negros, tomo una toalla y limpió un poco la herida, aplicó un desinfectante y grita. Su cuerpo se retuerce en mis manos, mi ira va creciendo y recuerdo cuando intentó matarme, después todo lo que tuve que sufrir cuándo se llevó a mi tía.

-¿Sientes eso?, Se llama dolor y eso es poco por el que yo tuve que pasar por tu culpa, nadie se mete con mi tía, ella es un ángel y tú la hiciste sufrir cuándo te la llevaste. La pagarás.- Dejo a un lado la botella y agarro una aguja con hilo, antes de empezar a coser la puerta se abre y Lisa entra con su imponente caminar, con la mirada ensombresida.

-Vienes por mí.- Susurró en un hilo de voz y solté una risa macabra. Lisa ni la miró, solo me tomó del brazo y me sacó hacia afuera.

-¿Qué crees que haces?.- Inquirió molesta, muy molesta.

-¿Qué te parece que estoy haciendo?.- Ataqué y resopló.

-Tu no debes manchar tus manos ________, esta no eres tú, tu eres...

-¿A qué vienes? ¿A que no le haga nada a tu zorra o sólo a darme un sermón de buena mujer cuando tu eres mucho peor que yo?, Ella sería mi primera vez.- Espeté con rabia y el ceño fruncido, no me lo puedo creer que haya venido hasta aquí solo para decirme una zartada de estupideces.

-No, ________.- se calló por un momento, me tomó por la cintura y me abrazó con fuerza.- Déjame yo lo hago.- Me susurró en el oído y quedé confundida.

-¿Quieres divertirte conmigo?.- Me separé de ella, Sonrió maliciosamente y sus ojos hambrientos me desnudaron por completo.

-A la mierda.- Me tomó de la mano y volvimos a entrar, Mei levantó la cabeza y frunció el ceño cuando nos vio.

-Quiero que viva.- Le dije a Lisa y asintió con la cabeza, se puso otros guantes negros y agarró la aguja que iba a utilizar antes que llegara, sin previo aviso, la enterró en la piel de la mujer, su cuerpo vibró y fuertes gritos de dolor salieron de ella cada que Lisa le cocía la herida, me quedé como tonta viendola tan concentrada como si tuviera muchos años de experiencia haciéndolo, yo claro que tengo experiencia pero no tanto como ella, movió la mano ágilmente, acabando en unos cuantos minutos.

-Tony, llévala a un cuarto, que le den medicina para que no se infecte.- Ordenó. Tony asintió, le quitó las correas y se la llevó.

-Bueno, ¿Ahora si me vas a decir para que viniste?.- Me quité los guantes y me crucé de brazos, no le iba a dejar todo tan fácil.

-No voy a permitir que te vayas de mi.- Se quitó los guantes y los tiró a un lado, se acercó y me tomó entre sus brazos puso su frente en la mía.- Quiero estar a tu lado, sé mi mujer para siempre.- Suplicó, me quedé boquiabierta por lo que acaba de decir, no sé como tomarlo, ¿Me está pidiendo que me case con ella o yo me estoy haciendo ideas que no son?, Me quedé en completo silencio, no supe que contestar, ¿Qué se supone que le diga? Si me ha desarmado por completo el corazón y que muero por ser suya para siempre, »________ recuerda que tienes que hacerla sufrir un poco«, dijo mi yo interna.

-Yo no quiero serlo.- Me zafé de sus brazos y en sus ojos vi tristeza, el pecho se me estrujo al ver su expresión. Quería saltar en sus brazos y llenarla de besos, decirle que sí, pero mi parte vengativa quiere que sufra y pague por lo que me ha hecho pasar.

Continuará...

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora