𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 33

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Debo olvidarla.

LISA:

Actúe como una completa idiota ese día en el baño, pero no supe como reaccionar, ninguna otra mujer me hace perder la razón como ella. Estoy segura que no es amor, es solo un tonto capricho y quizá algo de cariño, pero amar es algo muy fuerte ya. Lo que menos quiero es romper su corazón con falsas esperanzas, lo mejor será tomar caminos separados. No la pienso a obligar a que se quede más en la mansión, llegó la hora de dejar que sea libre, merece a alguien que corresponda sus sentimientos, no una hija de puta como yo, que no siente amor por nadie.

La veo marcharse en el auto y siento una punzada de dolor en el pecho, su expresión era solo de tristeza, tampoco me habló y no se despidió, ni siquiera me volteó a verme por última vez.

-Al club.- Ordeno a uno de mis hombres, me subo en el auto y enciendo un cigarrillo, lo fumo con desespero, me siento incompleta e intranquila.

-Si señora.- Responde el hombre y arranca el auto, una vez en el club tengo sexo con una de las chicas, pero no me satisface. Solo tuve en mi cabeza a la pequeña ________, de nuevo como desde la primera vez que la vi, con su uniforme de escuela mojado.

-Maldición.- Salgo de la habitación y me encierro en mi oficina, me concentro en buscar nuevos socios ya que los chinas me declararon la guerra por matar a su jefa y a su hermano.

Después de cuadrar varias reuniones con mexicanos, argentinos y asiáticos, me voy a la mansión y no soy capaz de dormir en mi habitación. Esa que compartía con ella y su olor está impregnado en cada rincón, Siu no hacia más que preguntar por ________, le conté que no volvería más, que de ahora en adelante estaría de nuevo en su casa, se enfureció conmigo y se marchó sin decirme ni una palabra.

-¿Y ________ dónde está?.- Inquirió Jisoo entrando al despacho.

-En su casa.- Dije sin importancia.

-La dejaste.- Afirmó incrédula

-Se acabó, ahora vete quiero dormir.- Dije y se quedó parada con el ceño fruncido

-¡Eres una completa imbécil de mierda!.- Gritó y salió dando un portazo

Cerré los ojos para no pensar más en ella, me levanté camine hasta el escritorio abrí el cajón y saque la foto que le tomó Rosé ese día, la mire por última vez; su mirada era triste y su expresión destrozada. Jamás me había fijado en detalle cómo tenía la nariz roja. Rompo la foto y la boto en el cesto de basura, me volví a acostar y me quedo pensando en su rostro hasta quedarme dormida.

________ (TN):

Me siento una completa imbécil, definitivamente todo cambió para nosotras desde que dije eso, durante los siete días en el barco, ese fue el último día que la vi. No me dio la cara, no me quiso hablar y cuando bajé en el muelle me llevó un chofer nuevamente a mi casa. Mi corazón se siente dolido y está partido en mil pedazos, en un principio creí que me diría algo, por lo menos un rechazo. Pero el silencio es peor y como dice el dicho, el que calla otorga.

-Gracias.- Me bajo del auto y entro a la cafetería, que gracias a los apoyos que le dábamos a los pacientes el gobierno le pagó una fuerte cantidad a mi tía y decidió comprar una pequeña cafetería, ahora ese es nuestro nuevo trabajo, mi tía hablaba muy animada con Hana que apenas me vio en su cara se dibujó una enorme sonrisa la cual devolví, estaba mucho más hermosa ¿O será por que hace meses que no la veo?.

-________, estás bellísima.- Me envuelve en sus brazos y huelo su perfume, ese que tanto amaba antes que otra me hiciera suspirar.

-Tu eres la que está más hermosa.- Bromeo y sonríe, me da un cálido beso cerca de los labios y quedo de piedra.

-Lo siento, me deje llevar. Tienes algo diferente.- Me susurró en el oído y nos quedamos abrazadas por un buen tiempo, hasta que un carraspeo nos hizo separar.

-No quiero interrumpir nada, pero ¿Me darías cinco minutos ________?.- Inquirió Jennie con el ceño fruncido.

-Claro, ¿Qué pasa?.- Caminé con ella hasta una mesa vacía y nos sentamos.

-¿Qué pasó entre ustedes?.

-Que por fin soy libre y sabes lo feliz que estoy, así que te pido el enorme favor que no me vuelvas a hablarme de Lisa. Tu eres mi amiga y podemos hablar de otras cosas, pero ya no más, ya todo acabo, ¿No te lo dijo?.- Dije fría y sin mostrar ningún sentimiento, negó con la cabeza y suspiró.

-Está bien... Leila quiere saber de ti ¿La puedo llevar a tu casa en estos días?.- Dice, y asiento.

-Por supuesto, siempre será bienvenida y tú también.- Nos quedamos en silencio por unos segundos, vi que tenía la intención de decirme algo mas y me adelanté.

-Debo irme a la casa, tengo mucho que hacer.- Mentí, nos despedimos y salió por las puertas.

Cuando llegue a la casa, lo primero que hice fue darme una ducha y me acosté en la cama acariciando mi vientre. ¿Por qué tuve que entregarme a ella?.

-Te amaré con mi vida y alma.- Hice varios círculos y me quedé dormida echa un ovillo en mi pequeña cama.

[...]

A la mañana siguiente desperté como si nada hubiera cambiado en mi vida, solo hice a un lado su recuerdo, decidí continuar con todos mis sueños y borrar su recuerdo de mi mente, para poder brindarles un buen futuro a mi bebé y a mi tía. Me bañé, me vestí y salí hacia la cafetería.

Hana atendía muy bien y la clientela había aumentado considerablemente. Volví hacer todo lo mismo que antes, sin hacer trabajos pesados, debo encontrar el tiempo perfecto para decirle a la tía.

-Buenos días ________.- Me saludó Tony con una sonrisa amable.

-Buenos días Tony, ya te sirvo un buen café con estos deliciosos postres que mi tía acaba de hacer.- Dije entusiasmada, asintió con la cabeza, deje todo en la mesa y me senté con él a comer mientras hablamos de cosas sin importancia. Por más que le insistí que no tenía porque seguir con nosotras, decidió quedarse a nuestro lado.

Debo olvidar para siempre a LaLisa Manoban...

Continuará...

ADICTA A TI (Lisa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora