Vuelta a Sevilla

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*Narra María*

A la mañana siguiente me desperté yo primera, Rubius y Mangel estaban durmiendo asi que fui a ver que hacían los demas. Toqué a la puerta y me abrió Cheeto ya vestido. Los otros chicos tambien seguían durmiendo asi que fuimos a por nuestro desayuno. Al pisar la calle nos dimos cuenta de que yo seguía en pijama.

-Cheeto: Hostias, si estas en pijama!

-María: Da igual, asi voy marcando tendencia.

-Cheeto: La gente te va a mirar raro mejor entremos y asi te vistes.

-María: Pero es que no hay ganas...

-Cheeto: Bueno venga vamos a por el desayuno. Súbete a mi espaldas que yo te llevo

Reí y acepté divertida. Compremos el desayuno y de vuelta unos ingleses nos miraban mal. Hasta que les solté fuck you motherfuckers y se fueron ofendidos. Lleguemos a mi habitación y seguían durmiendo Mangel y Rubius. Fuimos a la habitación de Cheeto y ya estaban todos despiertos. Cogieron sus cosas y fuimos todos a mi habitación para desayunar. Justo cuando salimos de la habitación de Cheeto vimos a Rubius y a Mangel gritar mi nombre y buscandome corriendo. Yo me acerqué a ellos por detras y los abracé.

Ya estabamos en el avión rumbo a Sevilla. El desayuno fue divertido, espero volver a tener muchos más asi con ellos. Estaba nerviosa porque por la tarde tendríamos la fiesta y le vería. Había poca gente en nuestro lado del avión, me levanté y fui a investigar todo hasta que solté joder que muerto está esto y volvía mi asiento. Mientras el vuelo pasaba cantemos un poco una canción que inventemos.
Ay que bonito qué, ay que bonito qué, ay que bonito es mi willyrex!

Y así un rato, despues me puse los cascos mientras todos dormían y cerré los ojos mientras cantaba en susurro. Pensaba que cantaba en susurro pero no, estaba cantando en voz alta. Abrí los ojos cuando escuché aplausos y me di cuenta de que me equivoqué. No pude evitar sonrojarme ya que todo el avión aplaudía.

Más tarde para que Alexby no estuviese solo, me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro. Hasta que por fin lleguemos, fuimos a la casa de Rubius para prepararnos para la fiesta y este me enseñó el vestido, era precioso. Me lo puse y me arreglé. Al salir del baño todos me miraron asombrados y pusimos rumbo a la fiesta. Al llegar lo vi allí y recordé lo que pasó. Tenía ganas de irme y llorar pero me quedé con una amplia sonrisa afrotando mis problemas y riendome de las tonterías que decían los chicos.

Tan solo tú, mi vida entera...(GEMELIERS){Sin Editar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora