£ 𝑫𝑨𝑹𝑲 (𝑴𝑨𝑯𝑶𝑻𝑺𝑼𝑲𝑨𝑰 𝑵𝑶 𝒀𝑶𝑴𝑬) £

£ El Fervor Junto A La Ignorancia Es Un Caballo Desbocado £

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-Ocurre algo? - le cuestione a Elías cuando lo vi parado en el marco de mi puerta.

-Podrías venir un momento por favor? - me pidió y se me hizo extraño pero gustosa acepte, deje mi libro en mi escritorio y de inmediato lo seguí, bajamos las escaleras hacia la sala, en la mesa estaba extendida la piel de zorro, con ello me di una idea de que quiere preguntarme, se sentó en el sillón individual y sin que me dijera algo fui a sentarme en su regazo, solté una risilla al ver su reacción tan tierna al mi parecer - Todavía no te acostumbras al amor? - le pregunté curiosa, al ver que evadiria la pregunta opte por no insistir le, admito que desde aquella noche él también se muestra más cariñoso pero siento que le incomoda cuando yo me muestro afectiva.

-Escucho una voz dentro de mi calavera, una voz femenina y aunque sea algo rasposa... Siento como si fueras tu la quien me llama- explico y yo pase a acariciar la piel de Zorro.

-Jum? - me mostré pensativa por unos segundos, hasta he cerrado mis ojos, sentí como de manera insegura coloco una mano en mi pierna, sonreí por el tacto. - Me dijiste que esta piel está maldita, creo que se debe a ello- alce mis hombros - Supongo que si sabes... Las pieles fueron creadas por aquellos que querían enfrentar algún temor...

-En la antigüedad por ello se les temían a los lobos, si la persona le temía a estos y la maldad lo dominaba se transformaba en un lobo hostil, antes los humanos y los lobos eran rivales por luchar en la supervivencia de cada especie, las ambrunas siempre han existido a lo largo del tiempo, por ello a muchas personas se les facilitó la ganadería pero los lobos también pasaban hambre, entraban a comerse el ganado y viceversa, los humanos entraban al bosque a buscar comida. - relato y yo como siempre lo he hecho le presto mi completa atención.

-Elías- me incorpore apoyándome en sus piernas para alcanzar su calavera, escuche como trago fuerte, siento su nerviosismo- Las maldiciones y las bendiciones son separadas por una fina brecha... Velo como un fortalecimiento propio, pero no te dejes llevar, tal vez creas que es mi voz la que te llama pero en este tipo de cosas son engañosas...

-Por este tipos de cosas malditas cada vez hay menos hombres lobos legítimos- concluyó nostálgico - Me encanta que me apoyes Cachorrita, veras que me haré igual de fuerte que tu- sus palabras tan puras e inocentes me conmovieron, lo abrace por su cuello y el rodeo mi espalda con sus brazos.

-Yo digo que deberías usarla cuando estemos en peligro, se trata de peletería así que no implica magia- le propuse.

-La tendré contemplada en caso de emergencia-

-Y entonces existen los vampiros y las brujas? - le cuestione curiosa.

-Si existen pero no son nada parecido a como los plantea el imaginario humano, tal vez en alguna ocasión podrás verlos- sonreí con emoción - me encanta ver tus ojos iluminados por ese brillo tan especial, estas llena de vida ______- me lamio mis labios y yo accedí a su petición, he notado que sus besos ya no tienen intenciones de ser inocentes o inexpertos, se está convirtiendo en un muy buen besador, me encanta sentir su lengua sin que llegue a mi garganta, es biscosa y a la vez un poco áspera lo que lo hace aún más placentero, sus manos también han tomado confianza y pues a mí no me molesta que me proporcione caricias, claro mientras estemos solos, sus manos subieron por mis caderas y aplicó un poco de fuerza para a pegarme más a su cuerpo, en verdad lo estaba disfrutando pero para esto y más tenemos una habitación.