Elías
-Seguro que te quieres ir?, Podrías ayudarme a cuidar de los dragones- me cuestionó Lindel algo preocupado por mi respuesta, llegamos hace aproximadamente un año a la Tierra de Dragones ya que Rahab le pidió que sea su guardian, la monotonía me ha cansado demasiado, siempre se repite lo mismo, la vida agricultora no es para mí.
-No tienes porque preocuparte por mi Lindel, sabías que tarde o temprano iba a querer explorar- acomode mi bolsa con mi cambio de vestimenta junto a poca comida.
-Me preocupa porque la humanidad puede ser muy cruel- alzó sus hombros.
-Quiero comprobar lo por mi mismo Lindel, quizás no todos sean como los describes- salí de la tierra de los dragones hecho una sombra, primero iba a rolar antes de mostrarme a alguien.
"Cuan equivocado estaba, era una criatura joven con grandes ilusiones sobre la humanidad...
Hasta hace poco comprendí y recordé porque tú odias a los Muggles, recordé que también me tocó ver su lado más oscuro y putrefacto..."
Había llegado a una aldea algo grande y con una población elevada, 2300 habitantes se consideraban demasiados para los principios del siglo XVII, veía a personas en estado de pobreza y decadentes, sino fueran tan violentos los magos podríamos ayudarles, poco tiempo después me había percatado que está aldea estaba cerca de Francia por lo que los jitanos eran recurrentes y mal queridos por la comunidad, eran estafadores pero los ciudadanos creían que eran magos verdaderos, algo que me causo demasiada molestia ya que no se comparan en nada, un jitano no está al nivel de Lindel o de nuestra maestra.
Tarde demasiado tiempo en tomar el valor para salir, dejar de vivir en las sombras, por poco me arrepentí de haber dejado a Lindel solo, pero si no me hubiera pasado eso en aquella noche, jamás la hubiera conocido, me había animado a salir en los poblados bajos, en las áreas oscuras donde se encontraban las prostitutas y los ladrones, desde aquel entonces ya usaba mi manto rojo y aún así siempre he sentido las miradas de rechazo.-Oye Lindo no eres de por aquí cierto?- pare de caminar por la calle sin mucha gente y me gire hacia la chica, una pueblerina de grandes pechos y bellos ojos azules, me puse nervioso y termine siendo acorralado en la pared, me deje caer para terminar sentado y con mi calavera evitando el contacto con la chica.- Nos gustan los que no son humanos- susurro en un tono de voz que me encantó.
"Ahora admito que era algo fácil"
-Descuida querido nosotras te haremos sentir querido- llegó una pelinegra, hermoso tono morado.
"Y el placer humano siempre se me ha parecido adictivo"
Accedí a sus intenciones, me deje llevar hasta una cabaña, sucia y llena de hombres ebrios.
-Aqui podrás dormir por un bajo costo- me llevaron hasta una habitación con una gran cama.
-De cuánto estamos hablando?- pregunté comenzando a sentir un poco de temor, pero una insistente parte de mi cuerpo me indicaba que me quedara a averiguar qué pasaría.
-2 monedas pero si en verdad quieres quedarte tendrás que convivir con nosotras- la rubia comenzó a acariciar mi pecho mientras que la morena bajaba sus manos a mi entre pierna, trague fuerte, de repente sentía la luz de la vela pegarme directamente en mis cuencas, la rubia me había retirado mi velo.
-Bien- dije tembloroso, las sensaciones y ese cosquilleo me encanta.
-Nunca hemos probado con un Mounstro- comentó la morena y aquí ya no quería seguir, pero tampoco quería apartarlas o confirmar su suposición, no quería comportarme como tal esa bestia.
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Fanfiction(Elías x Tu) "Ofrezco 5 millones" dijo el Mago de antaño subiéndose al escenario. "Ofrezco 10 millones" su mandíbula se abrió por la impresión, no creyó que ofrecieran una cantidad más alta que la de él. Te compró por Compasión, algo que no comprend...