£ 𝑫𝑨𝑹𝑲 (𝑴𝑨𝑯𝑶𝑻𝑺𝑼𝑲𝑨𝑰 𝑵𝑶 𝒀𝑶𝑴𝑬) £

£ Lo Que Se Hereda No Se Hurta £

-Tranquila linda, todo saldrá bien- le aseguraba Death a la rosada, él acaricia con ternura sus manos con esos delicados guantes rosados, ambos estaban sentados en el sillón esperando a que todo terminará y saliera bien para los 2.

-Nunca lo había visto así... Me asusta~- la muerte tomó a Silky de su mentón, parece que por fin la rosada le otorgaría dar ese preciado paso.

-Estar al borde de la muerte muestra una faceta en quienes apreciamos que jamás desearíamos haber conocido- defendió al mago de antaño, quien más que la muerte para saber este detalle sobre las emociones de cualquier criatura.

-Si la vida es una bella ilusión y tu eres la cruel realidad... Entonces prefiero... - El momento romántico de esta pareja en pleno florecer se vio interrumpido por un azoton de puerta, Elías los miró de una manera fulminante, traía a la niña sobre su hombro izquierdo, Death se levantó de inmediato.

-Pero que crees que haces! Obvio _______ no estaría de acuerdo con esto! - Death encaró a Elías quien sus pupilas escarlatas lo miraban con superioridad. - Les dije que podría ser cualquier persona, que de preferencia un anciano- Esto era para que él no se sintiera tan pésimo por quitar una vida de manera tan lenta, la muerte se podía tensar aún más de lo que siempre estaba por ser de hueso?, la expresión conformada por las sombras de su cráneo lo confirmaban. - Stella es amiga de _______- bajo su mirada hacia tu familiar. - Y tu porque estás de su lado?, no reconoces que este ya no es el Elías de quien se enamoro mi calaverita!-

-En verdad ella está enamorada de mi? - Elías comentó con ironía.- Porque yo no lo creo-

-Tienen una relación especial, estas conectado a ella... Se que puedes sentirlo- Elías observó a su ama de llaves y sus pupilas se encogieron con furia, la Rosada corrió tras su amado temerosa.

-Eres una Mal agradecida Silky, así le pagas a tu amo quien te ha entregado todo esto? - el corazón de la rosada se detuvo por cortos segundos.

-Basta Elías, no tienes que comportarte así! Sabes que yo no dejaré que mueras- le recordó lo que significaba ser amigo de la muerte.

-La muerte tiene reglas, no? - Death apretó sus puños- La muerte no puede intervenir con una vida al menos que está ya esté en sus manos- Las sombras en la calavera de Elías formaron una sonrisa sádica, carente de sentimiento alguno, pero ahora todos se preguntaban...

"Alguna vez ha tenido sentimientos?"

-Silky ven! - la rosada negó aferrándose a la túnica de la calaca.

-Amo... Basta~- esta seria la primera vez en casi 50 años que escucharía su voz, lástima que su Amo Elías no está cuerdo para alentarla a que lo siga haciendo.

-Sube con la niña- dejó a la pequeña sobre el lomo de Ruth.

-Elías... - el del cornamenta alzó su mano para amenazar al Grimm, negó pero terminó subiendo las escaleras hasta el ático.
Los pasos fuertes de Elías y precenciar la ausencia de sus pupilas en sus cuencas hicieron titubear a la muerte.

-Me obligarás a hacer algo que nadie quiere! - un movimiento rápido sacó su guadaña pero ni Death sabía como... si se supone que Elías ya no le quedan fuerzas, la mano enguantada del mago alrededor de su tráquea le hicieron tirar su guadaña, el del cornamenta lo azotó contra la madera de la sala, Silky se cubrió su boca y las lágrimas recorrieron sus mejillas como en aquella noche, los berridos de las Banshee eran agudos, no tuvo temor de dejarlos salir, Elías sacudió su cabeza.

-Eres muy molesta Silky, siempre lo has sido- la rosada se lanzó a golpear el abdomen de su Amo pero con un empujón de su brazo deforme la mando a volar.