Capitulo 9

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Kim Taehyung.

Me enfoco en buscar a Jiwoo en cada pasillo de la desolada institución y estando ya en el sexto piso es cuando siento su magia celestial. Me doy prisa en subir las escaleras y abriendo la ultima puerta que lleva a la azotea me encuentro con la infanta luchando con todas sus fuerzas con cortes grabes en todo su cuerpo, mientras mi sexta hermana, la lujuria Moon Byul, se encuentra divirtiéndose con sus afilados hilos.

−Taehyung, hola hermano mayor −El demonio me sonríe con dulzura−. ¿Mi padre ya te disculpo? −No respondo− Que mal, tendré que terminar el trabajo yo sola.

Ella chasquea los dedos y siendo yo el único que logro ver los hilos, aguanto la respiración, corro hacia Jiwoo, pero no es suficiente para cambiarla de lugar por lo que mi poder se limita y yo soy el que recibe el corte de sus hilos en mi espalda.

−Taehyung... −Me llama Jiwoo preocupada al ver mi plumaje caer junto pequeñas gotas de sangre.

−No te preocupes, te protegeré.

−Hermano mayor. ¿Qué crees que estás haciendo? −Cuestiona aun calmada en un suave puchero− Mira la herida que te cause. ¿Por qué no te haces a un lado?

−No puedo, primero pasas sobre antes de asesinarla.

−Oh, parece que no te has dado cuenta, hermano mayor. −Sigue con esa voz molesta que comienza colmarme− Pero ella es descendiente del que nos selló, necesito acabar con ella. ¿Puedes hacerte a un lado por favor?

No le hago le susurro a Jiwoo que se vaya y lo hace con las pocas fuerzas que tiene y no pudiendo usar sus ya dañadas alas opta por ir dentro del edificio y antes de que pueda salir un hilo va hacia ella. Aguanto mi respiración y detengo ese hilo con mi mano, Byul se sorprende sin dejar de mantener esa bella sonrisa.

−Ju. Parece que no estás jugando, la estas protegiendo. −Ella insiste en jalar su hilo, pero yo la sostengo haciéndome daño, sintiendo como corta con facilidad mi piel− Nunca me han gustado tus bromas segundo hermano mayor, apártate.

De mi sale un poco de magia demoniaca que corta el hilo, le saco la lengua terminando con su encanto.

−No me pienso apartar, bruja fea.

−Vaya, siendo así... −Aquel rostro que no es suyo se derrite mostrando su verdadera imagen entre imperfecciones, granos, arrugas y una piel descuidada llegando a ser algo verde− ¡ACABARÉ CON ESE LINDO ROSTRO TUYO! ¡SERÁ MIO!

El capitulo doce del salvador de los ángeles no miente, la lujuria tiene el peor rostro en el mundo terrenal, los rostros que consume mi sexta hermana son muy parecida a las víctimas de ángeles que consume.

Hace parecer a su alrededor una infinidad de hilos dorados que no hace falta decir de donde los saco, en cuanto se acercan a mi esquivo, pero recibiendo cortes al estar algo débil de magia demoniaca. Siendo este patio nuestro campo de batalla recibe daños en el suelo y en cuanto un gran millar de hilos es alcanzado el barandal de fierro se rompe.

−Yo no soy el único que se romper cosas, Byul. −Alzo mis manos y siendo mi magia lo poco suficiente para controlar los barandales los lanzo sobre ella, pero apenas logrando herirla.

− ¡En cuanto me haga cargo de ti iré detrás de esa niña! −Rompe en pedazos el barandal y en cada cosa que le lanzo y en cuanto la veo con intenciones de querer huir uso su debilidad.

− ¡Bruja!¡Bruja!¡Bruja! −Le grito colmando su paciencia y recibiendo toda su atención− ¡Si quiero puedo darte unos consejos para que dejes de tener la cara tan horrorosa!

− ¡Te daré verdaderas razones para llamarme bruja hermano mayor!

Sus ojos los veo perderse de sus orbitas, la infinidad de hilos caen en el suelo y apenas logro escuchar su maldición, haciendo que desde el suelo descienda almas en desgracia, de aquellos ángeles que había terminado con su vida, se muestran como esclava de la lujuria y din dejarme opción, mi mano se alza y tomando mis heridas.

La sangre que desprende de mi la tomo y con el hierro con la que esta compuesta la convierto en una oz y comienzo con el ataque de sus marionetas. Corto cabeza tras cabeza, mientras siguen saliendo más del suelo y pegando un pequeño brinco no me encuentro con mi hermana, parece haber huido.

Maldigo y esperando que mi poder funcione espero romper el suelo, pero es imposible, me había quedado sin magia demoniaca. Siento un jalón por parte de las almas en desgracia y cuando están apunto de herirme y consumirme una intensa luz al igual que un estruendo pulveriza a los cuerpos sin vida, todo está hecho polvo y de ahí desciende mi salvación.

−Jungkook. −Mis manos se pegan el suelo y espero que las cenizas sean suficiente para dibujar un círculo y revocar la maldición.

−Me llego tu mensaje. ¿Dónde está Jiwoo? −No espera a que responda solo no la ve en el techo y decide entrar con rapidez al edificio.

Con gran preocupación me encargo de deshacer el maleficio, pero dejándome con cuerpos con quien luchar al terminar de atravesar mi espada entro a mi edificio, pero antes de que pueda bajar las escaleras siento un mareo, me agarro de la pared y veo las heridas en mi cuerpo, mi espada se deshace creando un charco de sangre bajo mío y siento que voy a desmayarme en cualquier momento.

Mi energía parece acabarse y me hace caer rodando las escaleras, trato de moverme, aunque sea arrastras para ayudar a Jungkook y a Jiwoo. Mi buena voluntad hace ponerme de pie, avanzo hasta llegar al quinto piso hasta llegar a ver al demonio sostener del cuello de Jiwoo, mientras el arcángel sufre con hilos a su alrededor.

−No lo hagas, Byul. −Le ruego destrozado físicamente.

−Cállate, tu destino será más doloroso que este arcángel de porra, si intentas hacer algo al respecto terminaré con ella.

−Lo harás de todos modos, maldita bruja. −Una sonrisa poca pesimista sale de mi boca− Y cuando acabes primero con ese angelito tendré la energía suficiente para acabar contigo, perra.

La mano libre que tiene es suficiente para extender sus manos, sus hilos atraviesan mi abdomen y cuando la veo festejas mis manos toman de esos hilos para si comenzar a mencionar esas palabras que pensé en mi vida no usarlas.

Se me había agotado la magia oscura como demonio. ¿Pero que hay la magia de este principiante ángel caído?

Santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como el cielo... −Rezo pronunciando las palabras de la persona que me arrebato mis alas− Así en la tierra. Te destierro de este mundo terrenal. ¡En el mundo creado por Dios!

Mi magia celestial se pasea por los hilos y siendo una esperanza para nosotras verla quemarse entre mis brazas Jungkook se deshace de los hilos que lo atan, caigo en el suelo con la intención de haber muerto, mi vista se nubla y esperando que mi vida haya sido una esperanza de ellos dos ángeles veo por último lo peor.

Con un fino corte la cabeza de la pequeña Jiwoo cae y rueda frente a mí, sobre el suelo.

Antes de que pueda Byul tomar el poder del pequeño ángel el estruendo creado por Jungkook atraviesa el demonio. Un grito desgarrador sale del arcángel y yo al no poder más mis ojos se cierran.

 Un grito desgarrador sale del arcángel y yo al no poder más mis ojos se cierran

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BCSM [👼]KookTae ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora