BCSM [👼]KookTae ¡COMPLETO!

Capitulo 3

Kim Taehyung.

Lo que fue para mi una tranquila noche, miro la hora del reloj pasando de las doce, deshago el nudo que hice con las sabanas en mi cama, estiro mis manos y tras un bostezo veo todo de cabeza.

Literal, estaba en el techo.

Si no fuera por mi magia demoniaca ahora estaría en el suelo con la cama encima de mí, bajo con tranquilidad con la nueva remodelación de mi hogar estando de cabeza siendo el lugar ideal de Drácula, doy un vistazo hacia la ventana para ver el infierno mismo en la calle sin miedo.

Criaturas oscuras pasean y aquellos monstruos de leyendas pasean sin control haciendo destrozo en la baldía zona. Lo descarto hasta llegar a la cocina donde agradezco que no este de cabeza y comienzo a partir con un largo cuchillo las piezas de pollo.

Los toques en mi ventana me hace abrirlas y así ver mi ahora cuernudo amigo.

− ¡Taehyung! Me alegra que no te haya pasado nada. ¡Todo está de cabeza!

−Si, me di cuenta cuando desperté. −Meneo mi cara para señalarle la puerta trasera y el mismo entra− Debe de ser mi hermano Belfegor que debe de estar haciendo de las suyas.

− ¿Así nada más lo dices? ¡Estamos hablando del demonio de la pereza! ¿Cómo puedes estar asi de normal?

−Me dice como si fuera el causante de esto. −Bufo ofreciendo los aperitivos de pechuga de pollos− Estoy seguro que el demonio de mi hermano debe de estar atacando la central como es de costumbre, este es solo uno de sus dones el Armagedón que puede crear es temporal.

− ¿Y se quedara todo de cabeza?

−No, dale como una hora antes de que pasen los efectos, ten cuidado después del efecto te dan unas tremendas ganas de vomitar.

− ¿Qué hay de los mortales?

−Ellos no lo pueden ver ni sentir, de este se trata nuestro plano astral. −Sirvo en ambos platos y tomo asiento en la pequeña mesita y doy un bocado− No hay consecuencia para el plano terrenal, pero si en donde nos encontramos nosotros.

−Bueno diciéndolo así. −Se muestra más despreocupado el paladín y dando un bocado en el bocadillo hace un ruido gutural− Hm... Esto sabe muy bien, no sabe tanto a carne cruda.

−La herbolaria en el infierno es un arte culinario, en el mundo terrenal los demonios venden este tipo de cosas. ¿Has oído hablar del sushi? −Hoseok asiente− Mataría por ir a un lugar de eso, escucho que hay Salmon crudo.

−Deberíamos ir algún día.

El fuerte golpe del cristal interrumpe la ventana se abre y entra un monstruo, con un movimiento de manos dejo ir el cuchillo y el uso de telequinesis es suficiente para alejar a la criatura y seguir con nuestro almuerzo.

−Nunca pensé estar enfrente de un demonio, mucho menos uno revocado de su poder. ¿Puedo preguntar la posición que tenía como demonio?

−Mammòn. −Contesto con la boca llena.

− ¿Perdona? −Cuestiona al pensar que le falte el respeto.

−Mammòn, avaricia, capitulo cuatro. −Haciendo el truco que le encanta a otros me acerco a él y dando un pequeño jalón de sus orejas hago aparecer un puñado de monedas que dejo caer sobre la mesa− No es por presumir, pero haya soy conocido por ser el tesoro de mi padre.

Después de nuestra pequeña charla me ayuda a lavar los platos y se ofrece a corta la carne que pensaba usar para mañana. En la espera de que mi amigo el paladín de demonios termino me encuentro con un fuerte dolor en mi espalda por el peso de las alas.

− ¿Has pensado cortar tus alas? −Pregunta Hoseok algo nervioso.

− ¿Para qué? Mi padre me dejo muy en claro que volverían a crecer y no pienso pasar por el mismo dolor de antes. −Suelto un balbuceo− Necesitare energía para tratar con esos dos ángeles de porra.

−Después de lo que me dijiste del Armagedón, estoy seguro que habrá ángeles desorientados volando muy bajo.

− ¿Enserio? −Una sonrisa malvada se asoma en nuestros rostros− Podemos ir a mi azotea antes de que el efecto decaiga en nosotros.

− ¿Quieres que les vomitemos lo que acabamos de almorzar? −Pregunta con una mueca hasta notar su sonrisa− Bien dicho, bicho.

Ambos salimos de la cocina y avanzamos escalera arribas hasta llegar a mi vacía azotea, en un cielo rojo y nubes nublados vemos a los ángeles guardianes de bajo puesto tal como esperaba, desorientados. Hoseok y yo nos sostenemos del barandal para abrir nuestras bocas y botar el vomito verbal y lo mejor de todo es que los ángeles apenas nos notaban.

−Esto es asquerosamente divertido. −Se emociona Hoseok y señala nuestra siguiente víctima.

Un ángel de cabello pelirrojo con extensas alas blancas, limpio la comisura de mi labio y abriendo mi boca. El resto de mi almuerzo cae sobre el cabello de la chica y son esas alas que se paran y aquel gesto de asco que nos pone nerviosos a Hoseok y a mí, en cuanto esos ojos marrones van hacia nosotros.

− ¿Nos está viendo? −Pregunta el paladín tomándome del brazo.

−Imposible, los básicos ángeles como ellos no tienen visión durante este apocalipsis temporal. −Me pongo frente a Hoseok y le comento con poco desinterés ignorando su mirada aterrorizada− ¿Esta atrás de mi verdad?

Con un movimiento de manos del paladín usa su don que es invisibilidad, desaparece de mi campo de visión y me quedo a solas, doy media vuelta lentamente hasta encontrarme para mi mala suerte un arcángel.

Una risita de nervios y una disculpa que no sirve de nada hace malhumorar más a la chica y me preparo del primer golpe en cuanto veo todo volver a la normalidad, el cielo se aclara en un bello azul y las nubes vuelven en un tono blanquecino.

−Te exterminare. −Una lanza hace aparecer en sus manos y en el primer ataque me encargo de esquivarlo, pero la veo encajar la lanza al suelo y con eso a comenzar a rezar, cadenas brotan de mi techo y aprisionan mis manos− Guardan de los querubines, extermina la oscuridad de esta criatura...