Capitulo 16

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Kim Taehyung.

Frente a mi estaba mi primer amor de la infancia, Sen Jeon. Sentía gran admiración a ese hombre desde muy pequeño, era tan considerado y amable siempre conmigo que había llegado un pequeño amor con el hombre, eso hasta que me asigno a su hijo.

Los años no le hacían justicia a la primera creación, sigue igual de guapo.

−Pequeño querubín, escuchar tus pensamientos, es buen señal. −Sonríe después de hacerme una segunda revisión en un nuevo día− Gracias por el cumplido.

Un sonrojo sale de mis mejillas y de repente en la habitación sentía calor al estar enfrente de mi mayor que avergonzado me quedo callado y con los hombros bajos.

−No era necesario que hicieras una segunda revisión −En una esquina Jungkook observa de brazos cruzados−, como puedes ver Taehyung está bien.

−Hijo, ese tipo de ataques de nervios se pueden volver serios. −Su grande mano acaricia mi mejilla provocándome una sonrisa de colegiala− Debes de cuidar más a Taehyung, aún sigue siendo un querubín.

−Ya vez Jungkook. Debe de cuidarme más. −Le doy una sonrisa y ahora si juntando la fuerza miro al mayor− Gracias por tu visita, me has hecho sentir mejor con tus atenciones.

−No es ninguna molesta. Siempre te he valorado Jungkook, me llena de deleite que sigas con vida.

Sintiendo un derrame nasal llegar de nuevo con su abrazo me enfoco de rodear mis manos sobre su espeso cuerpo, sobando sobre su espalda y sentir el tensar natural de sus músculos e inhalo el dulce aroma fresco de su perfume.

Sí, sigue siendo igual como lo recordaba.

Es mi soulmate, la gran visión acertada a un sugar daddy.

−Mira, Jungkook. Tu ángel no me quiere soltar de la emoción, como siempre tan tierno.

−Sí, claro. Padre. ¿No se te hace tarde para ir al concejo?

− ¿Te tienes que ir? −Me separo un poco de el sin deshacer el abrazo− Pero acabas de llegar, no te vayas.

−Pequeño querubín. En cuanto me desocupe iré volando por ti y te robare. ¿Te parece? −Asiento emocionado− Quiero consentirte, lo más que pueda cuando estés en mi casa.

Dirás nuestra casa.

Sonrió encantado, suelto al fin al mayor al recibir de nuevo una de sus caricias, lo sigo con la mirada y despidiéndose de ambos sale por la ventana, mi mano va hacia la comisura de mi labio para limpiar un poco de saliva y abrazando la almohada caigo de espalda con un suspiro.

−No tienes vergüenza.

−Oh. ¿Aun sigues aquí? −Giro de lado en donde se encuentra en una esquina− ¿Cuánto tiempo llevas allí parado? Ni me di cuenta.

−Puedo leer tus infames pensamientos, Taehyung. −Me recuerda− Lo peor de todo que mi padre puede sentir más que pensamientos. ¿Qué si te escucho?

−Me sentiría en el paraíso si entendiera mis indirectas. −Contesto recibiendo un gruñido− Jungkook, solo bromeo. Ven.

−No bromeabas.

Suelto una pequeña risita. Aprovecho la situación y en cuanto veo salir de su lugar me reincorporo para alcanzarlo y jalarlo para verlo caer sobre mí, me quedo acostado boca arriba y es cuando peino con mis dedos sus cabellos oscuros.

−No tienes que ponerte celoso de tu padre, Jungkokie me saque la lotería contigo. −Dejo de peinarlo para estirar mis manos detrás de su cuello− Te deseo a ti y por si no lo olvidas te pedí que tuvieras hijos conmigo.

Lo miro tragar saliva, calma su furia en un suspiro y estando cerca de su rostro veo aquel brillo de preocupación en sus ojos.

−Sobre eso, me gustaría saber lo que sucedió ayer en la fiesta.

−Tuve una decaída, recordé algo que no quería. −Comparto una risita− No te tienes que inquietar, no fue nada.

−Los pensamientos que tenias en ese momento no lo era, no pude percibirlos era distorsionado. Me preocupas, Taehyung.

Muerdo mi labio y agitando un momento mi rostro algo molesto vuelvo a considerar una sonrisa.

−No quiero hablar de eso. ¿Sí? Además, con la ayuda de tu padre lo superare.

−Soy tu guardián, mi padre no lo es −De nuevo enfurece−. Deja de darle responsabilidades que a él no le corresponde.

−Sigo mis palabras en pie de que odias a cualquier criatura que cruza mi puerta. −Le doy un toquecito en su hermosa curva que tiene de nariz− Me cuidas y eso me encanta. Pero es momento que te de razones para que sepas que te quiero a ti.

Su boca abre para negar, pero mis manos se extienden abrazando debajo de sus brazos y tomándolo con ternado le dedico esos ojos curiosos que amaba que le hiciera cuando era un niño y ladeo mi cabeza sin dejar de sonreír.

−Jungkokie. Mi Jungkokie. ¿Me regalas un besito?

−No. −Levanto mi rostro para dejar un beso debajo de sus labios y dándole una sonrisa vuelvo a repetir la oración, el vuelve a contestar un no por lo que le doy otro beso solo que en su frente− Eres horrible.

−No, tú eres horrible.

Teniendo ahora sus codos recargándose arriba de sus hombros el momento que menos espero llega, se inclina para dejarme sus clásicos besos en mi frente y abucheando bajito el alza su ceja retándome.

−Te devolveré el beso, si tú me das uno.

−Vaya oferta.

−Tomalá antes de que cambie de opinión.

El niega mi mal humor. Pero toma mi propuesta en cuanto se inclina, dejando ese cosquilleo con su nariz, espero hasta sentir el pequeño toque de sus labios, pero yo lo hago alargar su besito en cuanto mis labios se mueven. Jungkook no se hace de esperar sus labios igualmente se abren y sus manos se mueven acariciando mi mejilla y transmitiéndome esos cálidos sentimientos.

Un jadeo sale en cada respiración, alargamos nuestro beso y esa sensación cálida en mi corazón comienza a quemarme, lo cálido en todo mi cuerpo crece, Jungkook no soportando mas mantenerse casi en posición encima mía se levanta, pero me encargo de no cortar el beso.

Estando los dos sentados los dos saboreamos el sabor de nuestros labios, como la sensación de texturas encajan perfectamente y. ¿Cómo diablos no lo iba a ser? Estábamos hablando del arcángel que estaba destinado para mí.

Nuestros labios al fin se sueltan y yo me quedo jadeante y completamente encantado. Jungkook se ríe de mi boba reacción y me encanto mas en ver ese semblante del ser alado.

−No te dejare ir de nuevo, Kim Taehyung.

−Y yo nunca olvidare como me besaste.

Solo quiero conocerte más.

−Tenemos el resto de nuestra inmortalidad para que lo hagas.

Mis mejillas se caliento y sin evitarlo un pequeño grito sale de mí, me lanzo sobre él, no bastándome más por sus palabras y lo ataco de nuevo de besos. Escucho sus silenciosas risas mientras recibe mis pequeños besos y gustoso me responde.



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BCSM [👼]KookTae ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora