—Déjenme intentar entender esto —dice la directora Caradura—. Simplemente se toparon con lo que el Señor Gómez ha descrito como, "un culto de mierda al estilo de Fullmetal Alchemist," al mismo tiempo que el Señor Messina-Park estaba en el mismo espacio, ejecutando lo que solo puedo describir como una operación ilegal y altamente inmoral dentro de los terrenos de la escuela, y resulta que, solo por mera coincidencia, encontraron a dichas personas ya muertas.
"me ofende eso", dice Brayden, todavía leyendo su revista, o simplemente mirando a la gente guapa vestida de forma bonita, lo que más le guste. "primero, no es ilegal ayudar a niños a quitarse los dientes de leche. no se necesita un permiso, siempre y cuando el niño consienta. los papás lo hacen todo el tiempo. y segundo, sobre la moral, solo debes saber que lo que es moral es lo que te hace sentir bien después y lo que es inmoral es lo que te hace sentir mal después. ernest hemingway, la muerte en la tarde".
Todos nos detenemos un segundo para admirar las dos únicas neuronas de Brayden trabajando para presentan un argumento convincente.
"¿qué?" dice, seguramente después de sentir la mirada de todos sobre él. "me gustan las historias clásicas. hablan de tetas y mierda".
—No me cite a Hemingway, señor Messina-Park —dice la señora Caradura—. ¡La Señora Vázquez los sorprendió con las manos en la masa!
Más bien, con las manos en la boca. El 70 % de las personas en la habitación tienen sangre brotando de un orificio que rara vez se usa para brotar, o tienen sangre sobre ellos. Se eleva a aproximadamente el 93,7 % si se cuenta la pila de cadáveres en la esquina, que la directora Caradura parece contar.
Si pregunta dónde está ese .3 % restante es porque a uno de los cadáveres le falta un brazo y dos dedos de los pies, lo cual, nuevamente, la directora parece contar en sus cálculos.
Mientras todos estamos sentados frente al escritorio de la directora con nuestros zapatos cubiertos de sangre, que, si no lo ha intentado, es la segunda peor cubierta del mundo, justo detrás de la cubierta de crema de mantequilla, la Señora Caradura lucha por mantener su café dentro de la taza mientras tiembla de la rabia. Es una tarea difícil, dado que ella está temblando de arriba a abajo, y de nuevo hacia arriba, como si el vello de su cuerpo formara una especie de ola como en un partido de fútbol.
Entre nosotros hay una gruesa capa de partículas de aire haciendo su trabajo, sin ser interrumpidas por fuerzas externas, ni forzadas a vibrar a ninguna frecuencia en particular. Es decir, silencio, silencio sepulcral. Tan muerto como los cuerpos debajo de nosotros. Pero si lo piensas, siempre hay cuerpos debajo de nosotros. El silencio, sin embargo, se está volviendo un poco incómodo.
—Entonces —digo, tratando de alegrar el estado de ánimo—, ¿primera vez que ven un cadáver?
Es una pregunta simple, incluso inocua, hecha para alegrar el estado de ánimo, pero hace que la Señora Caradura y el contenido de su taza salten un centímetro hacia la derecha.
—¿Por qué la Señora Higgins está inconsciente? —ella pregunta.
Como nadie se atreve a responder, vuelve a repetir la pregunta.
—Le pregunté, ¿por qué el Señor Higgins está inconsciente? —repite, más fuerte, como si el volumen fuera el problema—. ¿Señor Gómez?
—¿Por qué yo?
—Porque la última vez que la vi, eras usted quien la vigilaba mientras le mostrabas la escuela.
Y efectivamente, ahí está, "sentada" en una silla mientras está inconsciente, justo entre Jungkook y Harry.
—Ella no está inconsciente, jefa —dice Jungkook, agarrando uno de sus brazos y agitándolo—. ¿Ve? Está saludando.
Harry agarra el otro brazo y, siguiendo la vibra de su fornido amigo, cambia su voz a un tono alto, que suena tan alto como una tuba de bajo—. Sí, mírame, soy comosellame. ¡Estoy bien!
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Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo
RomanceCuatro bad boys, Ayden, Hayden, Brayden y Okayden, intentan formar un club escolar para aprender a luchar contra sus instintos de bad boy, o sucumbir a los clichés en el intento. ******* C...