Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo

La Importancia De La Protección

Es posible que te estés preguntando: "Ayden, ¿por qué hay un condón enorme de tamaño elefante frente a ti? ¿Y qué usas para peinar tu cabello hermoso y esponjoso? Parece una ola cubierta por un derrame de petróleo, pero sin todas esas gaviotas llenas de aceite", y a ambas cosas respondo: "Yo que se". No estamos destinados a conocer los misterios del universo. Sin embargo, me gustaría saberlo.

—Póntelo —dice el director Chupamelas, acariciando lentamente mi espalda en el rancio armario junto al campo de fútbol aún más rancio.

Y cuando digo rancio, estoy diciendo tipo "420 rotala y legalizala" de rancio. Parece que alguien ha tomado la pequeña choza como una modesta plantación de mafafa, con una luz ultravioleta y un humidificador que humedece y gotea el condónsote. ¿Mencioné que el condón tiene un pequeño casco romano? Porque el condón tiene un pequeño casco romano. Quizás ateniense, pero probablemente romano.

—¿Qué? ¿No me vas a invitar a cenar primero? —pregunto con una sonrisa engreida—. Pero en serio, ¿a qué diablos estás jugando? Pensé que íbamos a la detención.

El director Mamamelas camina hacia el gorrito especial y lo acaricia amorosamente con una sonrisa igualmente engreída. —Esta es la detención.

—No, esto es, en el mejor de los casos, un fetiche bastante jodido —digo—. La detención tiene otras personas, y un maestro mal pagado, y escritorios con pechos y esvásticas talladas en ellos. Además, soy mayormente un pasivo, así que usar condón no es mi estilo.

No puedo decir si parece intrigado u horrorizado, pero rápidamente niega con la cabeza, descartando cualquier noción de tales cosas. Me alegro de no haber caminado en un libro obsceno de dinámica estudiantes/maestros. Ya hay demasiados y todos y cada uno no parecen comprender la naturaleza de tales relaciones de poder desequilibradas. Eso no es un chiste. Por favor, no escriban más esas historias. Es prácticamente violacion.

—Oh, ¿quieres quedarte en una habitación acondicionada por un tiempo con tus amigos y tener un tiempo a solas en un mundo en constante movimiento que evita la paz y la tranquilidad en favor de una puerta giratoria de mierda? —dice, todavía con la sonrisa, ahora temblando, porque no tiene los músculos bucales de un bad boy—. Mala suerte. No vas a chupar el sudor de la frente del trabajador. Tu castigo debe ser igual al crimen. Destruiste una obra de arte, asi que debes defender otra.

—¿No puedes imprimir otro poster? —pregunto.

—Osea, sí, claro, pero tendré que conducir hasta la papelería más cercana e intentar evaluar el estado de ánimo del vendedor, luego tendré que explicar por qué ese hermoso hombre león tiene bolas enormes, luego seré juzgado, ¿pero, como, juzgado en silencio? Y eso me hará sentir cohibido porque me recordará a mi papá y cómo siempre me juzgó en silencio, y esa vez que me llamó un fracaso después de la obra de arte que hice de Luis Miguel y Barney embarazados de los hijos del otro que se volvió viral, y luego solo quiero ir a casa y comer helado de pistacho —dice, todo en un mismo aliento, como si no fuera nada—. Entonces, sí podría, pero... meh.

—¿Necesitas ayuda? ¿Tienes a alguien con quien puedas hablar? —pregunto—. ¿Hay un psicólogo aquí? ¿Quizás BetterHelp.com? ¿Un gato al que le gusta maullar? ¿Un dispositivo Alexa?

—Estoy bien —dice, no bien—. El punto es que su detención hoy será proteger este traje de mascota. Esos paganos en Valle Montañoso Nortesur tienen la tradición de robar algo de nuestra escuela todos los años en el primer juego de la temporada. El año pasado fue mi precioso Fursuit, Monsieur Culoncito. ¿El año anterior a ese? Nuestra máquina LaCroix. ¿Antes de eso?

—¿Tu voluntad de vivir? —digo, medio en broma. O medio en serio, dependiendo de si eres uno de esos imbéciles a los que les gusta ver el vaso medio lleno.