Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo

El pedazo de pastel solitario

El sitio web de la clínica Mayo describe el trastorno esquizoide de la personalidad como "una afección poco común en la que las personas evitan las actividades sociales y evitan constantemente la interacción con los demás. También tienen un rango limitado de expresión emocional".

"Si tiene un trastorno esquizoide de la personalidad", dice el sitio web, "puede que lo vean como un solitario o que desprecie a los demás, y puede que le falte el deseo o la habilidad para entablar relaciones personales cercanas. Debido a que no tiende a mostrar emociones, puede parecer que no le importan los demás o lo que sucede a su alrededor."

Algunos de los síntomas de este trastorno de la personalidad incluyen, entre otros:

-Prefiere estar solo y optar por realizar actividades solo.

-No quiere ni disfruta de las relaciones cercanas.

-Siente poco o ningún deseo de tener relaciones sexuales.

-Siente que no puedes experimentar el placer.

-Tiene dificultad para expresar emociones y reaccionar adecuadamente ante situaciones.

-Puede parecer sin humor, indiferente o emocionalmente frío a los demás.

-Puede parecer que le falta motivación y metas.

-No reaccione a los elogios o comentarios críticos de los demás.

Es un trastorno difícil y que deja cicatrices con el que algunos de nosotros tenemos que lidiar todos los días, y que me ha marcado a mí y a muchos otros de maneras que requerirán una terapia extensa para incluso funcionar correctamente.

Y un hijo de puta enfermo nos vio un día y dijo: uy, esta sexy.

Desde que no poder dar un carajo se ha convertido en algo sensual, los "bad boys" han sido perseguidos por deporte. Es por eso que nosotros de todas las personas somos más susceptibles a la las tramas clichés.

El universo, en su infinita sabiduría, nos ha elegido a nosotros, los únicos a los que no nos importa un carajo, para enamorarnos. Como no lo amamos devuelta, el universo nos trata como a una ex pareja tóxica pasiva-agresiva, publicando cosas en las redes sociales como "ya nadie tiene lealtad" y cosas por el estilo. Solo que el universo elige derribarnos, ponernos en peligro o hacernos desmayar por cualquier tontería.

En serio, esta es la segunda vez que me desmayo esta semana. Eso es cantidades de daño cerebral innombrables. Pero el universo no ha terminado conmigo. No señor. De lo contrario este habría sido el punto culminante de la historia, y me habría visto obligado a aprender una lección importante sobre la vida, el amor verdadero y toda esa mierda.

Solo quiero graduarme y salir de esta prisión estatal.

Lo que estoy tratando de decir es que dejen de fetichizar los trastornos mentales. Las personas deprimidas no son sexys. Necesitan jugo de naranja y Jesús, y ayuda. Sobre todo, ayuda.

Ahora, ¿por qué digo esto? Porque siento a alguien sentado en mi cama, la cual asumo por el olor y textura que es de la enfermería. Llevo veinte minutos despierto, pero todavía no he abierto los ojos. Nadie que esté dispuesto a esperar junto a un bad boy que duerme durante más de veinte minutos seguidos está tramando travesuras, amor no requerido o ambas cosas. Y estoy demasiado asustado para descubrir cuál.

Tal vez, solo tal vez, si me quedo completamente quieto y no me muevo en absoluto, puedo aguantar hasta el final del día.

Es decir, hasta que el inconfundible olor a chocolate y licor me golpeó la nariz como un gatito juguetón que no puede medir su fuerza. O al menos finge que pueden hacerlo. Gatitos astutos, haciéndonos bajar la guardia.