La amenaza triple A

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Las palabras que Hayden me dijo ayer todavía resuenan en mi mente como un maní suelto dentro de su cáscara: mal formadas, ligeramente masticables y rancias, pero inolvidables.

Un Triple A, o "Amor de Arco Argumentativo", como se lo conoce en los foros de soporte de bad boys, es una de las mayores, si no la mayor, amenaza existencial para nuestro estilo de vida laissez-faire. La Triple A también se define comúnmente como "La elegida", "El Click", "El Zing" o "La Chica Buena". Pero como cualquier otro nombre romantiza esta maldición, la llamamos Triple A.

Cuando un bad boy se encuentra con su Triple A, todo el universo, el destino y la trama trabajarán para poner a ambos en situaciones locas, divertidas y románticas que resulten en que se unan, o que uno o ambos mueran, dependiendo de la afición del escritor por la comedia o la tragedia.

Piensa en la niña buena Julieta con el bad boy Romeo. Romeo tiene una vida muy buena siendo un bad boy con sus amigos Benvolio y Mercucio, aplastando vajayjays y metiéndose en fiestas, matando a los Capuletos, hasta que conoció a Julieta y una trama cliché sucedió. Tres días después, se casó y participó en el asesinato / suicidio más romántico de este lado de Florida. Ese es el poder de una Triple A. Los bad boys no pueden luchar contra su poder.

Sí, y eso es un gran sí, Lee Vázquez es mi Triple A, eso significa que puedo despedirme de mi tranquila vida escolar. Y por la forma en que se están moviendo las cosas, incluso podría despedirme de mi vida, punto. Dios, quiero besarla.

¡No, Ayden malo! Mantente enfocado. Por suerte para mí, hoy es viernes, es decir, puedo despedirme de estar cerca de Vázquez durante el fin de semana. Así es como funciona.

Pero, ¿por qué la primera clase del día es educación física con ella y su clase? No puedo pensar en nada más que en su cuerpo esbelto y curvilíneo, como un paso de montaña traicionero, que se extiende a unos pocos metros del mío; su cabello ondulado, reluciente como un derrame de petróleo en el golfo, todo atado en un moño, como las entrañas de los peces que nadan allí; su...

Algo me golpea en la cabeza, lo suficientemente fuerte como para hacerme romper el monólogo.

—Conozco esa mirada —dice Hayden, recogiendo el balón de fútbol que perfectamente lanzó contra mi cabeza—. Estás pensando en ella, ¿no?

—Sí, gracias por la terapia de percusión —le digo.

Ayer hicimos un trato. Cada vez que me pierda en mis pensamientos pensando en Lee, me golpeara en la cabeza lo más fuerte posible. Piensa en ello como devolver el favor de todo ese fiasco del noviazgo falso. Yo, a cambio, no lo llamaré un niño carnosito por hacerlo. Por alguna razón estuvo muy de acuerdo con mi plan.

Coloca su brazo de mortadela a mí alrededor, haciendo girar el balón sin esfuerzo con la otra mano. —No hay nada que no pueda hacer por mi mejor amigo, bro. Además, cada excusa para golpearte mis pelotas es una buena excusa.

—Dios mío, ¿escuchaste eso? —dice Laila en algún lugar detrás de mí. Puedo sentir su aliento húmedo y podrido—. Ayden es un pasivo. Le gusta que Hayden lo golpee con sus pelotas.

—Uf, quiero ser el trasero de Hayden, uf —dice Leeland, justo a su lado—. Pero estoy seguro de que Ayden es un flexible.

Intento alejarme de él, pero eso solo hace que me agarre con más fuerza—. Hayden, piensa antes de hablar.

"pensar es para perdedores, nerds y gente que ven películas con subtítulos", dice Brayden, quien, hasta ahora, ha estado sentado junto a las gradas jugando con su teléfono. "papi dice que los verdaderos líderes solo escuchan sus entrañas, sus pollas o su corazón, en ese orden".

Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora