El aire está cargado de anticipación y transpiración. Es realmente idiota meter dos equipos completos de fútbol llenos de tipos sudorosos en una cancha de baloncesto y esperar que huela a rosas. La adolescencia sudorosa huele a bolas y fantasías homoeróticas reprimidas. Mayormente bolas.
Los miembros de los clubes de ambas escuelas, que, gracias a la incapacidad de la humanidad para estar solo en una habitación con sus pensamientos, se trata de básicamente todos los alumnos, se alinean a cada lado de las gradas, uno al lado del otro, sin segregación, todos mezclados como el tanque séptico de un cine, y casi tan apetecible. Es casi un hermoso momento de unión y unidad que otrora habría borrado nuestras diferencias y nos habría hecho darnos cuenta de que la tribalización basada en cosas tontas como dónde vas a la escuela es tonta, ya que todos somos humanos, hermanos y ciudadanos de este mundo sobre todo. Casi.
Mira, sería un momento Kodak si no fuera por la manta incómoda que cuelga sobre todo. Eso, y el olor definitivo a queso de polla de algunos de los jugadores de fútbol. Una morra castrosa trató de enmascarar el olor con un splash barato de Victoria's Secret que lo empeoró todo, cómo agregar miel a un mojón fresco. Por mucho la parte más incómoda de todo es que tanto la Directora Caradura como esa perra de Lee Vázquez están paradas torpemente en medio de la cancha mientras se balancean en su lugar como niño apunto de ser regañado, mirando la puerta de la cancha, supuestamente esperando que se abre mágicamente para revelar el eslabón perdido de toda este circo que montaron.
Para su crédito, lograron mantener la calma durante los últimos veinte minutos de espera, pero solo puedes balancearte de un lado a otro nerviosamente durante tanto tiempo antes de que la gente comience a sospechar. Y sospechar ruidosamente. Los susurros pronto se convierten en conversaciones, y eso pronto se convierte en gritos.
Dos golpes al micrófono son suficientes para reducir la sala a un volumen manejable. —Cálmense, por favor —dice la Directora Caradura, colocando ambas manos detrás de ella en señal de autoridad—. Estoy segura de que el director Tranquilonne estará aquí con nosotros en breve. Mientras tanto, pido paciencia y que todos permanezcan sentados.
"¿qué crees que van a decir?" pregunta Brayden, sentado a mi derecha.
—Te apuesto $20 a que probablemente dirán algo sobre cómo debemos compartir espacios y cantar kumbaya y mierda —dice Hayden, sentado a mi derecha, con una de sus manos de salame agarrando mi muslo, lo suficientemente suave como para no dejar moretones, pero lo suficientemente fuerte como para hormiguear mi tinkie-winkie.
"plomo, si va."
—Tal vez no digan nada,
Tal vez nada existe ahora,
Y estamos en el infierno —dice Okayden.
"tienes que parar de escupir mierdas de nietzsche, firulais. tipo, me depres," dice Brayden. "el consuelo de la nada es una mentira. si el vacío te devuelve la mirada, escupe en la cara de esa perra, muéstrale quién es papo. el único filósofo que se sigue en esta casa es bad bunny. ¡estamos perracos y queremos meter!"
Okayden esponja su bufanda, levantando sus rodillas mientras intenta convertirse en la tortuga esponjosa más grande del mundo. —Es Camus, no Nietzsche —susurra. Supongo que está en esa fase por la que pasa todo joven Alpharatus cuando se enfrenta a lo absurdo del universo.
—¡Uf, Okayden, tan sexy, tan misterioso! —dice una voz muy molesta y golpeable desde algún lugar detrás de mí que solo puede provenir del mayor de los CCCP con una personalidad equivalente a una galleta de soda sumergida en agua del grifo. La propia Leila.
—Solo quiero que me muerda el cuello y me dé esa dulce hepatitis P —dice la voz del equivalente masculino de lo que sea que acabo de decir arriba, viniendo de Leeland en persona—. Y por vitamina P, me refiero a Polla.
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Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo
RomanceCuatro bad boys, Ayden, Hayden, Brayden y Okayden, intentan formar un club escolar para aprender a luchar contra sus instintos de bad boy, o sucumbir a los clichés en el intento. ******* C...