El Bad Boy Libertario Es Mega Peludo

2.6K 561 452
                                    

—Okayden Hombrehumano, magnífico hijo de una buena dama —dice Lit. El Coronel Joden, quitándose las gafas con estilo dramático—. Vienes arrastrándote otra vez como perro por su casa, ¿eh? Una vez gusano, siempre gusano.

Los pelos del brazo de Okayden se erizaron casi instantáneamente, haciendo ese extraño ruido de cuero rasgado que se escucha en las películas de terror de antaño donde el hombre lobo es solo un tipo desnudo con pubis del elenco pegado encima.

—Las hojas caen —comienza a decir, o gruñir, porque esa voz viene de lo más profundo de su tráquea—, y así, hay cambios; también, jódete.

Bueno, tiene buena boca ahí. Literalmente. Fila tras hilera de dientes, como un tiburón hecho con cuchillos de cocina de oreja a oreja en una línea fina. Su boca olía a repollo, por extraño que parezca.

—Okay... —dice Joden mientras se vuelve a poner los anteojos, solo para quitárselos de nuevo para lograr un efecto dramático—. ¡Solo porque te hayas ganado el derecho de hacer lo que quieras en mi clase no significa que puedas hacer lo que quieras en mi clase, gusano! ¿Quién eres, Hayden? Dios, mira esos glúteos, como si los hubiera hecho el mismo Hefesto. Puedes rebotar una moneda en ese trasero.

Okayden da un enorme paso hacia delante, me supera y agarra una pelota del suelo. Se ve como un guijarro en su mano. —¿Oyes eso, bro? ¿Tonterías que dices? Saco de pollas viejas.

Toma un respiro y repite lo más lento posible como si Joden fuera un niño que recibió demasiadas pelotas en la cabeza. —Si necesitan; Siempre estaré aquí; los shorts apestan.

Okay, este chico tiene algo en contra de los pantalones cortos. Puedo respetar su opinion. La mayoría de las veces no quiero que la gente vea mi salchichota como un perrito caliente en pantalones cortos. Ya convencí a todos de que tengo un micropene, y usar shorts significaría no tener esa excusa para rescatarme de todo.

¡Oye, esa es una buena idea!

—Oye, señor —le digo, tratando de calmar la situación—. Tengo un micropene.

—¡Oh mai god! —escucho a Laila desde las gradas—. ¿Ves? Te dije que él me dijo eso. Pero no me importa, todavía lo quiero tan suave, tan roto, ugh.

—Te dije que era el catcher para el pitcher de Hayden —responde Leeland—. ¡Pero ahora Okayden está tratando de robarlo defendiendo a Ayden de Hayden! Un triángulo amoroso. Uf, quiero tener un triángulo amoroso. Y, por supuesto, tiene que ser con el rival de Hayden, el único que ha logrado ganar contra él en los quemados, ugh.

La trama se complica, supongo. No tengo suficiente energía para corregirlos. Terminemos con est...

—¡Yo no perdí! —grita Hayden, interrumpiendo mi monólogo y llamando la atención de todos. Camina hacia donde estamos con pasos pesados, solo levemente mitigados por los ruidos de sus zapatos en la cancha de baloncesto—. Esa rata mojada siguió esquivando mis bolas de izquierda a derecha. No pude detenerlo, el bastardo astuto. Pero hoy, voy a aplastar mis bolas grandes, carnosas y gruesas en toda esa cara tuya.

Oh, mierda. Lo que sea que dijo Leeland le puso los nervios de punta a Hayden. Él, siendo un bad boy deportista seguramente fue golpeado justo en el orgullo. El deportista, que es uno de los arquetipos de bad boy más comunes, tiene muchos enemigos naturales. El bad boy artístico, el bad boy chico nuevo y el bad boy cristiano que no juega a las reglas del pastor y hace una banda de rock.

Pero solo hay uno que puede meterse debajo de su piel como cualquier otro, y ese es el bad boy misterioso. El que no encaja, el marginado, el renegado. Son enemigos naturales, como perros y gatos, o gatos y ratones, o gatos y pájaros, o gatos y querer casarse. Y un niño alto y peludo que solo habla en haikus debe haber puesto a Hayden al límite. Él, ¿perder contra un bad boy misterioso? No se puede luchar contra su naturaleza tan fácilmente.

Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora