Ya que Hayden me ha estado mirando intensamente tipo... por tres minutos, supongo que está esperando que diga algo. ¿Qué puedo decir en esta situación? ¿Debería revelarme y hacer esto más incómodo de lo que es? E incluso si lo hago, no estoy seguro de querer hacerlo. No estoy seguro de merecerlo.
Allí está él, la primera persona que no me juzga por quién soy, por quién nací para ser, sino por lo que puedo llegar a ser. No me presionó, ni me condenó, y no me dio nada más que amor y alguna diarrea ocasional, pero creo que eso último es mi flora intestinal la que rechaza cualquier cosa que no se adhiere estrictamente a mi dieta de Four Loko y carne seca de gasolinera. Me dio su sueño, ser parte de él, y ¿qué hice? Poner todo lo que queria en peligro con mis payasadas solo porque un idiota quería pisar mi territorio.
Dime, queridx lectorx hipotéticx, si mi primer instinto, incluso ante una adversidad leve, es quemarlo todo y bailar sobre las cenizas, ¿qué haría si peleo con él? ¿Dejaré de lado nuestra relación por pequeñas disputas? La historia parece estar del lado del sí. No puedo tener eso. Romper su corazón de esa manera, cuando un lado de mí que juré que no dejaría salir salió disparado sin previo aviso, me mataría. Él no se merece eso y yo no me lo merezco a el.
Espero que puedas perdonarme, queridx lectorx hipotéticx, pero yo no me lo perdonaré. No merezco esta oportunidad. Para que un hombre tenga algo y lo tire como un pollo viejo que se me olvido que estaba en el refri y ahora todo huele a pescueca, no hay otra palabra que no sea ...un dildo. Eso soy, un dildo, porque soy un cabeza de huevo y falso.
—Tomaré tu silencio como un sí —dice Hayden, empujándome de manera muy sutil hacia las gradas—. No tienes que hablar si no quieres, bro. Fuiste secuestrado y obligado a cagarte para sobrevivir a una situación extraña, y para ser honesto, yo también sería un poco reacio a hablar. ¿Quieres un gansito?
Sacudí mi condón-sombrero de izquierda a derecha para decir que no. Los gansitos son para buenos niños.
—Como quieras —dice, sentandose en las gradas—. Por favor tome asiento.
Sacudo el traje una vez más, me doy la vuelta y muevo mi trasero para decir que, si me siento, me voy a esparramar. Sí, me cagué encima, recuerdenlo. No puedo ponerme demasiado serio en este capítulo.
—Bien, lo siento, de nuevo —dice Hayden—. ¿Sabes que? Sigueme. Tengo una idea.
Se levanta de las gradas, haciendo que las últimas líneas sean inútiles a la larga. No teniendo mucho que hacer en este capítulo más que escuchar y narrar, lo sigo hacia las duchas/vestuarios a un lado del campo de fútbol.
Por suerte para mí, no había ningún pene a la vista, como es de costumbre en una sala de duchas/vestuarios. Bueno, excepto yo, pero soy un dildo, como mucho. Tampoco es un vestuario particularmente grande, con un olor almizclado a moho y hormonas y algunos casilleros oxidados cerca de las duchas. Diseño horrible si me preguntas.
Solo los tres chicos fornidos y algunos rezagados están dando vueltas por aqui, metiendo cosas en una bolsa de lona y haciendo otras cosas deportivas, como comer pasta cruda y escuchar Limp Bizkit. No sé qué hacen los deportistas.
Hayden va a su casillero - que, debo añadir, huele levemente a vainilla y Paco Rabane - y saca una bolsa de basura. ¡Pero no una bolsa de basura ordinaria, sino mi bolsa de basura! La de toda mi ropa interior. Bueno, ¿no es esto conveniente?
—Agarra —dice, arrojándome la bolsa—. Coje un calzon de ahi. Estoy seguro de que al propietario no le importaría.
Debo recordarles a todos en este punto que este traje no tiene brazos, así que todo lo que hace es hacerme caer desesperadamente al golpearme en el pecho mientras la bolsa se moja del piso húmedo que no ha sido clorificado desde que Fidel estaba vivo. Por supuesto, el condón también se moja y, a diferencia del interior hecho de piel de cordero, el exterior está hecho de fieltro. El fieltro es como una galleta empapada que alguien deja en el fondo de una taza de Starbucks cuando se moja. Así que ahora este inmaculado traje de condón blanco está manchado de hierba, barro y ahora agua. Tiene que estar en llamas y yo seré el puto Avatar. Y si se está preguntando, ¿no falta un elemento? A eso le digo que mis pedis cuentan.
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Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo
RomanceCuatro bad boys, Ayden, Hayden, Brayden y Okayden, intentan formar un club escolar para aprender a luchar contra sus instintos de bad boy, o sucumbir a los clichés en el intento. ******* C...