El pasillo infinito de este bastión de mierda rara sigue siendo cada vez más extraño a medida que llegamos al tercer piso, con Brayden frente a mí y Jungkook(?) y Harry(?) siguiéndome de cerca. Pasamos por la Sala de Vigilancia, que tiene un solo ojo mirándome, mirando fijamente mi alma, recordándome que mi tiempo como mortal no es más que una mota de polvo montada en una roca voladora en los confines de un mundo en constante expansión, y que billones y billones han venido antes de mí, y vendrán después de mí. No soy nada. No somos nada. El olvido es nuestro único escape de nuestra existencia sin sentido. Memento Mori.
También pasamos por la sala de helados. Tienen pistacho. Ese es mi sabor favorito.
—¿Estás seguro de que no hay otros baños disponibles? —digo, con un estruendo en mi barriga—. Quiero decir, hay tres pisos, al menos. Uno pensaría que con tantas habitaciones debería haber más cagaderos.
—Bueno, Pollito, hay una habitación de mierda ahí mismo —dice, señalando una habitación color marrón y de olor terrible—. Pero entiendo tu consulta. Padre es un hombre paranoico e hizo que este lugar fuera lo más confuso posible como mecanismo de defensa. Contratamos a una sirvienta hace doce años y desapareció de estos pasillos después de vagar durante tres días y tres noches. Cuenta la leyenda que todavía se puede oír cómo pide indicaciones para llegar al cuarto de escobas.
—O el cuarto de Escobar —dice Jungkook(?)—. Ahí es donde se quedó una vez... bueno, creo que no puedo decir quien.
—Digamos que tiene que ver con el cuarto de coca —dice Harry(?).
—¿Ves? Un asunto complicado, este lugar es —dice Brayden.
¿Consulta? ¿Asunto complicado? ¿Mecanismo? Esas son palabras de niño grande. Esto empieza a oler mal, pero bien podría ser la habitación de Mierda. Me pregunto si puedo entrar allí y...
—Aquí estamos —dice Brayden, señalando una habitación que dice Cosa 2. Bueno, eso es confuso. Nunca hubiera adivinado que es un dormitorio.
Brayden abre la puerta y... No sé qué esperaba, pero no era esto. Cuando se trata de Brayden, esperaba carteles de pared a pared de BTS, 1D y todo lo demás. Tal vez un recorte de tamaño real de un cantante y muchos colores pastel. Este lugar es otra cosa. Todo es de color azul acero y muy minimalista. Sin ropa tirada, ni maquillaje manchado por todas partes. Algo anticlimático, de verdad. Lo único que destaca es la cama, una enorme cosa en la que caben dos orgías separadas, aunque igualmente repugnantes, con sábanas de satén gris.
¿Podemos, como sociedad, dejar de pensar que el satén pertenece a una cama? Deslizarse de la cama todos los días como un pingüino en el hielo no es una buena forma de empezar el día, gente.
Brayden camina hacia el final de la habitación y abre una puerta, mostrando un baño azul acero al otro lado. Todo es del mismo color. El inodoro, la bañera, las paredes, todos exactamente del mismo color. Entro a trompicones y me golpeo la maldita espinilla a tres pasos porque no pude distinguir el inodoro desde la maldita pared. Odio este lugar. Por favor, acaba conmigo.
Me siento en el inodoro y miro a Brayden a los ojos, porque aún no ha cerrado la maldita puerta. —Uh, ¿un poco de privacidad?
Se queda ahí parado, mirándome desde el dormitorio, porque está en el dormitorio, mordiéndose los labios. —Ignorame, Pollito. Haz lo que debas hacer
—Bueno, lo que debo hacer se hace a puerta cerrada —digo.
Me da una sonrisa torcida y da un paso hacia atrás, cerrando la puerta.
Finalmente, es hora de terminar con mi sufrimiento, comenzando con una gran cantidad de orina espumosa, como una buena cerveza lager... o eso diría yo. Escucho un zumbido. Algo pequeño y mecánico, algo así como- maldita sea. Hay una maldita cámara en la esquina de la habitación, pintada tan azul como el resto de la habitación, con una luz roja parpadeante y todo. Nada cierra más mi esfínter que ser filmado sin mi consentimiento. Sé que cagar es el gran ecualizador, pero vamos.
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Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo
RomanceCuatro bad boys, Ayden, Hayden, Brayden y Okayden, intentan formar un club escolar para aprender a luchar contra sus instintos de bad boy, o sucumbir a los clichés en el intento. ******* C...