"a la mierda esta verga, me voy", dice Brayden, agarrando todos los bocadillos en la ventilación y caminando hacia la puerta.
Me pongo frente a él, pero como caminar y hablar al mismo tiempo es demasiado para que su cerebro lo maneje, rebota muy levemente de mis pectorales sin detenerse.
—Relájate. Es solo Hayden jugándonos una broma —digo.
Brayden, todavía rebotando contra mis pectorales, sacude la cabeza de un lado a otro, lo que creo que requiere un esfuerzo mental suficiente para hacerle olvidar cómo respirar automáticamente, lo cual lo fuerza a respirar conscientemente. Lo que ahora también estás haciendo ahora. No pediré perdon.
"¿hayden? ese no tiene sentido del humor. el año pasado me dio un cupcake de red velvet el día de los inocentes. le doy un mordisco y él se echa a reír. pensé que lo escupió o usó sal o un laxante o alguna mierda rara esotérica. nop. ¿el chistesito? usó un tinte naranja en lugar de un tinte rojo. esa perra ríe de eso hasta el día de hoy. no, esto es una mierda malvada, y papi no se mete con mierdas malvadas".
—Tienes toda la razón, pequeño —dijo una voz que no nos pertenecía a ninguno de los dos, seguido de tres golpes bruscos en una ventana, que es lo último que quieres escuchar en un aula vacía en medio de la noche. Eso, y a niños riendo. Para ser justos, escuchar a niños reír en cualquier momento y lugar es un mal presagio. Especialmente si es en un avión, habitación de hotel, hospital...
¿Estoy monologando porque no quiero mover dramáticamente mi cabeza hacia la ventana y ver algo aterrador? Sipo. Quizás si ignoro la voz, desaparecerá.
¿Así que cómo estuvo tu día, querido lector? ¿Te siente bien? ¿Bebiste algo de H₂O? Tienes que mantener esos órganos húmedos.
—Disculpe —dice la voz de nuevo, con nuevos golpes en el cristal—. ¿Puede escucharme?
—No puedo —digo sin mirar a la ventana. Me concentro en el Brayden aun rebotando contra mi pecho. De verdad que me impresiona que siga vivo con solo dos neuronas funcionales.
—Oh, está bien. Siento molestarlo —dice la voz. Después de unos segundos, vuelve a sonar—. ¡Oye, puede oírme! Me acaba de responder.
Está bien, no puedo ignorarla esta vez, ¿no?
Giro lentamente hacia la ventana, agarrando la parte superior de la cabeza de Brayden y girándola suavemente hacia ella. De ninguna manera voy a hacer esto solo.
Lo que hay detrás de la ventana es algo que jamás podría haber adivinado.
Es una chica. Una chica de apariencia sencilla, con pelo de cierta longitud corta y larga a la vez, ojos que son buenos para ver y definitivamente una boca. No hay nada que se destaque en ella en ninguna forma remarcable. Y, sin embargo, hay algo en el fondo de mi mente que me dice que algo no está bien.
—Hola, hola —dice la chica, dando golpecitos en la ventana una vez más—. Soy Leigh-Leigh, ¡encantado de conocerlos!
—¿Uh, hola? ¿Soy Ayden?
"y yo me voy", dice Brayden. "puedo lidiar con que Hayden sea succionado como un espaguetti a la perpetua oscuridad del colegio, pero no voy a lidiar con una perra básica en la ventana".
Brayden camina hacia la puerta, pero la chica golpea la ventana una vez más, y así introduce un nuevo elemento al que debe prestar atención. Como no puede prestar atención a dos cosas a la vez, se detiene en seco.
—Ah, yo no haría eso si fuera tú —dice la chica—. No querrías terminar como tu amigo, ¿no? El grande con la chaqueta del equipo de futbol.
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Bad Boys, Soft Boys, y Otros Descorazonados - El Paquete Completo
RomanceCuatro bad boys, Ayden, Hayden, Brayden y Okayden, intentan formar un club escolar para aprender a luchar contra sus instintos de bad boy, o sucumbir a los clichés en el intento. ******* C...