𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐 "𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐝𝐚𝐬"

2K 266 138
                                    

- Levi Ackerman -

La sala de urgencias se había convertido en el boulevard de las pesadillas para la familia Galliard.

En los últimos tres meses que estuvimos pendientes de ellos, seis veces habían acabado aquí. Solamente con tres casos graves y una sola ocasión donde la menor de la familia había estado fallecida durante dos minutos.

Ahora su estado de salud estaba mejorando, causándome miles de preguntas en la cabeza que no llegaban a ninguna conclusión coherente.

¿Qué fallo?...

Según Isabel y los últimos informes que llegaban desde Grisha, informaban que todo estaba marchando a la perfección. Sus pulmones ya no dependían tanto de aquella nariceta que le proporcionaba oxígeno, además la cantidad de medicamentos disminuyeron.

Mientras iba caminando por los pasillos de la clínica, con unos vasos de té caliente para la familia, mi cabeza era un caos. Sentía ese nudo en el estómago causado por aquella amarga sensación de que todo va a salir mal.

— Señora Galliard— La llamo con mi semblante serio. Le entrego uno de los vasos a ella, y otro a Porco quien estaba sentado a su lado. Aproveche que había un asiento vacío y me senté a su lado.

Observe su rostro, sus ojeras y sin el típico maquillaje al que estaba acostumbrado podría mostrar a cualquier persona su estado de preocupación y tristeza. Al ser alguien que siempre se esmera en su apariencia y parecer atractiva hacia los demás era muy difícil verla de esta manera.

— No tenía por qué venir— Habla con un nudo en su garganta que trata de apaciguar, traga saliva y toma un sorbo del te— Gracias por el té, realmente lo necesitaba.

Voltee mi rostro para ver a Porco, desde que llegue vi como su semblante se endurecía. No podía saber el motivo de ello a simple vista, por lo que tenía que indagar en ello más tarde.

Para ellos era estar en un deja vu que se repetía sin parar y la vida no les dice cuándo ocurrirá.

Era una vida que desgasta a cualquiera...

— Deberías ir a casa madre— Recomienda Porco sin quitar la vista de su celular, desde la distancia se ve que está en una conversación con alguien pero no logro saber quién era— Haz estado desde la medianoche despierta.

— Tienes razón— Acepta con una sonrisa— Volveré más tarde.

La mujer besa la frente de su hijo pero este pareciera no percatarse de ello, más bien prefería estar atrapado en aquella pantalla y en la conversación. La mujer se despide de mí con un gesto formal y desaparece de mi rango de visión.

La incomodidad del silencio entre ambos y el sonido de las enfermeras paseándose en los pasillos pero deteniéndose al verme y sonreírme de manera coqueta.

Solamente me limitaba a suspirar con pesadez sin que Porco se diera cuenta.

— Marcel te pidió venir, ¿Verdad?

Corto el silencio de manera abrupta, guardando su celular en uno de los bolsillos de su chaqueta.

Asentí con mi cabeza mientras respondía:

— Si, el hizo aquello.

— ¿Te dijo la razón?

— No— Respondo cortante.

Claramente estaba mintiendo, antes de cortar la llamada con Marcel me pidió casi desesperado que no dejara a Julieth sola... Ni siquiera por un segundo.

Si quieres te aumento el sueldo, o hago cualquier cosa por ti pero ella no puede estar sola...

No conocía aquella faceta de su hermano mayor, estaba acostumbrado a su lado indiferente y molesto con respecto al estado de salud de su hermana. Después de esa llamada comencé a creer que solamente estaba aparentando para contrarrestar el dolor de ver a su ser querido de aquella manera.

𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐨𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora