𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑 "𝐊𝐮𝐜𝐡𝐞𝐥 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧"

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Capítulo dedicado a Soad_Say04

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"𝐸𝓁𝓁𝒶 𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓂𝑜 𝓊𝓃𝒶 𝓈𝑜𝒷𝓇𝒶, 𝓃𝒶𝒹𝒾𝑒 𝓅𝒶𝓇𝑒𝒸𝑒 𝓅𝑒𝓇𝒸𝒶𝓉𝒶𝓇𝓈𝑒 𝒹𝑒 𝑒𝓁𝓁𝒶, 𝓈𝒾𝓃 𝑒𝓂𝒷𝒶𝓇𝑔𝑜, 𝑒𝓈 𝓁𝒶 𝓅𝒾𝑒𝓏𝒶 𝒸𝓇𝓊𝒸𝒾𝒶𝓁 𝒹𝑒 𝑒𝓈𝓉𝒶 𝒶𝒿𝑒𝒹𝓇𝑒𝓏 𝓁𝓁𝒶𝓂𝒶𝒹𝑜 𝒸𝒶𝑜𝓈"


 Levi Ackerman 


Mis músculos dolían como el mismo infierno, al igual que mi cuello y el olor a sexo no desaparecía aunque lo anhelara. Miro a mí alrededor percatándome de la situación en que me encontraba, ruedo mis ojos ante ello.

Acostado sobre los pechos de Petra, enredados en las blancas sabanas y con algunos moretones en sus blancas clavículas. Extiendo mi mano hasta alcanzar mi celular ubicado en mi mesita de noche.

Agradecía que fuera sábado por la mañana, ya que me hubiera ganado un regaño por parte de mi jefa debido al atraso. 

Reviso mi celular, observando la hora y aprovechando de responder los mensajes de Mikasa quien me pedía mi autorización para ir a la casa de un tal Eren.

No me gustaba que saliera mucho o estuviera con sus amigos en lugares donde la policía rondara, el fino hilo de ser atrapada gracias al ladrón de tu hermano era algo que no podía imaginar.

El hecho de que ella estuviera condenada a vivir en las sombras y con un círculo de amistades bien reducido me hacía sentir el ser humano más miserable del mundo.

Froto mis ojos con las yemas de mis dedos, bostezo y me levanto silenciosamente de la cama para evitar que Petra despertara. El frío viento de invierno, me obliga a cerrar la ventana e ir a la cocina para prepararme un té.

Enciendo el hervidor, y de mala gana me siento en uno de los sillones esperando a que termine y así prepararme una taza de te. 

Observo por el rabillo de mis ojos aquella carpeta que me había dado Julieth el día anterior, tomo esta y comienzo a leerla detenidamente.

— ¿Qué estás leyendo, Levi?— pregunta Petra quien estaba entrando a la cocina, vestía con el polerón de lana que le había regalado hace unos meses atrás.

Era adecuado ante el frío clima de invierno que estaba haciendo estos días, comía nuestros huesos.

— Un instructivo que Julieth Galliard me entregó, es sobre su afección— Explico.

Abre la carpeta y comienza a leer, me levanto del sillón al percatarme de que el hervidor ya terminó, sirvo en dos tazas te de hierbas para apaciguar el frío en nuestros cuerpos.

Le extiendo una de las tazas, ella la recibe amablemente mientras me comenta:

— Son demasiadas cosas; medicamentos, oxígeno y... —se detuvo para tomar un sorbo— ¿Crisis de pánico?

— Su madre me explicó que las sufría desde que asumió la responsabilidad de la empresa, además le debemos sumar que en ocasiones sufre de insomnio— Agrego.

— ¿Crees que puedas con ello? Debe ser una molestia tratar con alguien que requiera tanta atención...—ríe un poco— Además su actitud de niña millonaria debe ser de lo más desagradable.

𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐨𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora