𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟒 "𝐂𝐨𝐥𝐭 𝐆𝐫𝐢𝐜𝐞"

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Hola, holaa, estoy muy feliz porque volvieron los capítulos semanales de Q.C.

Me ayudarían mucho si pudieran RECOMENDAR LA HISTORIA, VOTAR Y COMENTAR 🥺💕

Disfruten la lectura
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- Marcel Galliard -


Mis lágrimas provienen de la promesa de un difunto y siento que cada vez me destruyo al no cumplirla.

Un río recorre desde mis orbes marrones hasta la suave madera de mi escritorio, mis mejillas están apoyadas en ella y solamente me basta alzar mi vista para toparme con las tazas de porcelana que me compré hace varios años. Una posesión valiosa, algo que pude comprar sin depender de alguien externo, algo que me pertenece y puedo reclamar como mío.

Pero al mismo tiempo es absurdo, si absurdo, todos se burlarían de mi al percatarse que estos últimos dos meses desde la desaparición de Julieth las charlas con una taza y un platillo de finos detalles ya llegan hasta el amanecer. Mis párpados pesan, mi voz es seca y oscura después de tal conversación donde me ahogo en los recuerdos más maravillosos pero también en los que me arrepentía y anhelaba el reencuentro con mi hermana menor.

— Extraño tanto a mi hermana...— Murmuró contra la madera—, ella es la única que me entiende pero al mismo tiempo a la que más he dañado.

Las palabras, los secretos, las acciones... Mi arrepentimiento está envuelto en aquello y por ello me decidí, después de una semana de no tener ni la más mínima pista de su paradero, de decirle absolutamente todo, todo lo que no pude decirle yo o mi padre.

¿Por qué mamá la odia? ¿Por qué le heredaron todo a ella? ¿Por qué Jack ya no la reconoce? ¿Por qué no puede ir al cementerio? ¿Por qué los recuerdos de su niñez son borrosos?  ¿Por qué murió papá?

Preguntas con respuestas, crudas respuestas.

Escucho el rechinar tras mi oficina, los pasos son de Porco ya que obtuve la capacidad de identificar los pasos de toda la familia, un método de defensa o algo parecido. Oigo sus gimoteos y su llanto.

— Marcel, ¿Puedo pasar?— Pregunta tras la puerta.

Antes de responderle, escondo cada platillo y taza en su respectivo lugar para que pareciera ser mera decoración. Una vez que ya está todo en su respectivo lugar, caminó hasta la puerta y giró la manecilla donde no espero el hecho de que el castaño entrara a la velocidad de la luz ni mucho menos que cerrara la puerta con seguro.

Pero lo que menos espere fue ver heridas en sus manos.

Porco está oficialmente en el club de los hermanos Galliard.

— ¿Por qué ella te golpeó? ¡Primore jamás te ha puesto un dedo encima!

Su mirada está en la suela de sus zapatos, su pecho sube y baja a causa de la dificultosa respiración.

— Parece que ya se le acabó el amor hacia mi, joder, ¡Pensé que...— se detuvo al gemir de dolor por el ardor en aquella zona, lo ayudó a avanzar en dirección a la silla de mi escritorio— ¡Pensé que el no ser hijo de Will Galliard me salvaría de sus golpes! ¡¿Cómo pudo?!

Porco no es hijo de Will.

Él pudo salvarse de la jodida maldición de la que somos prisioneros Jul y yo pero ahora, con la presión encima y una empresa familiar destruyéndose por dentro, ya nada la detiene y es capaz de golpear a su hijo favorito.

𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐨𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora