𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐨𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟖 "𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚"

*Renace de las cenizas*

Hola a todos, ¿Cómo están preciosuras?

Les informo que hice un grupo de wsp, el link esta en mi perfil y mis redes sociales. También lo dejare en este comentario ->

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Falta poquito para entrar al penúltimo arco

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- Mikasa Ackerman  -

— ¡Ya llegó papá!

Siento algo dentro de mi cada vez que oigo el sonido de los neumáticos mezclándose contra el musgo, el vehículo se detiene y las luces se apagan dejando ver así a Sebastián ajustando su formal traje. Observó cómo se despoja de algo en sus dedos, le restó importancia y limpio mis manos en mis sucios pantalones para correr a la cabaña.

Me quito las botas manchando el piso con el lodo, obviamente me gano un regaño por parte de mi madre por ello y seguramente me hubiera ganado uno de Levi pero él no está aquí, está robando un banco o algo parecido.

No tengo ni la menor idea de porque me emociono tanto en su llegada, pero al saber que saque una buena calificación en matemáticas debería ser un motivo para ello... ¿O no?

— Ya estoy aquí, Kuchel.

Observó como quita su chaqueta y suelta el nudo de su corbata, se sienta en uno de los sofás y extiende sus manos en el respaldo.

— Hola, papá— Lo saludó sentándome a su lado—. Hoy me fue de maravilla en la escuela, fui la calificación más alta— Hablé emocionada.

— Lo sé, recibí tu informe de calificaciones cuando estaba trabajando— Acaricia su entrecejo y oigo el sonido de su teléfono.

— Obviamente en ciertas materias debo esforzarme aún más, pero creo que es un logro.

Él está viendo la pantalla de su teléfono mientras hablo, teclea y envía mensajes.

— Armin y Eren me ayudan a estudiar, me encantaría que ellos estu...

— Disculpa, Mikasa, ¿Me estabas hablando?

Trague saliva con cierta dificultad y asentí repetidas veces con mi cabeza, no es la primera vez que ocurre esto.

— Perdón, es que estaba hablando con tu hermana sobre su día —Suspira pesadamente y deja el teléfono de lado—. Si quieres podemos seguir hablando en la mesa pero ahora debo hablar con mi otra hija.

Sin más me levanté del sillón, no hable por los sentimientos que me dominan y obviamente por la amargura que siento en lo más profundo de mi corazón. Siempre es lo mismo, no conozco a aquella "hermana" y pareciera que siempre estuviera aquí, hablan y hablan de aquella chica y sus logros pero... ¿Cuándo hablaremos de mi? ¿Mis logros son igual de importantes?

¿Soy importante?

Las cenas se resumen en hablar de ella, destacan absolutamente todo y me siento ajena. En aquellos años, e incluso ahora, podría decirse que floreció dentro de mi ser aquellos pétalos de odio que se transformaron en las zarzas de espinas con un veneno de odio y envidia. Trate de disiparlo olvidándome de su existencia, la de ambos, pero los traumas no se van con una pincelada de deseos a las estrellas ni mucho menos con la obsesión de mi madre, ella podrá decirle amor pero todos sabemos que está enferma de obsesión.