"Desde que compartimos esa noche... simplemente no puedo olvidar tu calidez."
El 10 de Espadas es tan guapo como buen compañero para tener conversaciones de chicas, especialmente sobre cosas bonitas y deliciosa comida. pero no dejes que su delicade...
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Su expresión era ilegible y me descubrí incapaz de apartar la mirada de esa afilada y brillante daga. En mi cabeza, podría ver la brillante sonrisa de Nodisha, así como su burbujeante y esperanzada voz, diciendo que su hermano iba a ir hoy a la lucha. La daga en la mano de Seth comenzó a moverse y cerré los ojos, sintiendo una extraña sensación de fin. Escuché el sonido del arma moviéndose por el aire e hice una mueca, pero no hubo dolor. Un momento después, escuche un gruñido de detrás y el ruido sordo de algo golpeando el suelo.
(Espera...)
Abrí los ojos, pero Seth ya no se encontraba frente a mí y giré la cabeza rápidamente, confusa. Otro soldado del Ejército Rojo estaba en el suelo detrás de mí, con su rostro retorcido por el dolor. Se agarraba el brazo y vi la empuñadura de la daga de Seth, asomando entre sus dedos manchados de sangre.
Seth: Es mi presa. Aparta tus sucias manos.
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(¡¿Tu presa?!)
Me había llamado así una vez antes, pero en ese momento me estaba tomando el pelo e incluso después, se había disculpado. Esta vez, su voz era fría como el hielo e hizo que me diera un escalofrío.
(¡No me digas que la Torre Mágica ha vuelto a enviarte para que me captures! Estaba muy feliz de verte, pero...)
No podía decidir si huir o no y observe como Seth caminaba, con tranquilidad, hacia el soldado caído. Planto sus botas en la muñeca del hombre, manteniendo su arma contra el suelo y este, gimió de nuevo. Luego, saco su daga del brazo del hombre, ignorando la sangre que brotaba de la herida.
Soldado Rojo 1: ¡Gnnngghh...!
Seth se incorporó de nuevo, con expresión aun gélida y los pocos soldados del Ejército Rojo que quedaban, murmuraron, con sus caras pálidas. Los más atrevidos se acercaron para coger a sus compañeros heridos y enseguida, estaban huyendo entre el humo de los disparos.
(No me puedo creer que puedas hacer todo esto sin pestañear...)
He estado sufriendo por verlo todo este tiempo y aun así, el Seth que estaba frente a mí, no era el que conocía.