Capitulo 3.

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Capitulo 3:

Habia pasado una semana, y no me comunique con ninguno de los gemelos. Solo queria irme. Pero la seguridad era muy estricta.Estaba encerrada en mi pieza. Y lo peor, las ventanas tenian reja.

Hasta que se ocurrio una brillante idea. Fui a hablar con alguno de los gemelos. Y al primero que vi, fue a Youngmin.

- Hey! Youngmin. Quiero ir a pasear, ¿me acompañas?.

- Sí. Que raro hasta ahora no has salido de esa habitación.

- Cansansio... Eso es.

- Bueno. Esperame ,ya vengo.

Espere un rato. Cuando Youngmin llego nos fuimos. Esa era mi oportunidad, cuando estuvieramos lejos de la casa, me escaparia. Espero que funcione. Cuando estabamos en el auto,llendo a la ciudad Youngmin no hablo casi nada. Solo sonreia y me mi miraba, quizas estaba un poco despeinada y era por eso.

Ni bien estuvimos allí, me llevo a un parque de diversiones. Era en ese momento,donde mi plan se ponia en marcha.

-Youngmin necesito ir al baño, es urgente.

- Okey, entonces ve. Yo te espero.

- Gracias, pero... ¿Donde está?.

El parque era muy grande, y la gente era demasiada.Así que, estaba un poco perdida.

-Por allí- Dijo señalando hacia la derecha.

- Oh, gracias.

Me fui rapidamente y entre. Ahora solo debia vigilar que no me estuviese esperando fuera. Por mala suerte, lo hacia.Pero, no me rendi tan facilmente. Vi a una niña parada al lado mio, con un gorro que podria servirme.

- Hola pequeña, ¿me prestarias tu gorro?.

- ¿Por qué,abuelita? Consigue uno!.

- Abue...Lita... Escuchame, en serio lo necesito.

- ¿Para qué? ¿Para tapar tu fea cara?- Se rio.

- Yo...- Me estaba comenzando a enojar- Si tu me lo prestas, te doy 25 dolares.

- MMM... No! - Sacandome la lengua.

- Escuchame bien!, no soy una anciana, y tengo poca paciencia. Si no me das el gorro, me enojare mucho.

Sin darme cuenta estaba gritando, y todas las chicas presentes allí, me miraron con cara rara.

- Em... Es mi hija- Invente- Es un poco traviesa.

- Eso no es...- Le tape la boca.

- Jaja a los niños de hoy les gusta inventar cosas.

Ella me miró con cara de odio. Pero yo seguia insistiendo.

- Por favor...¿Sí?.

- No!, deja de molestar a una tierna niña como yo.

-¿Tierna? Ja no me hagas reír, incluso la casa del terror es más tierna que tú.

- Buaa... Eres muy mala. Pero, podemos llegar a un trato.

- ¿Un trato?.

- Cincuenta dolares y es todo tuyo.

- Tu...- Suspire y me calme- Esta bien.

Me fije cuanto dinero tenía en el bolsillo, y tenía lo justo, así que se lo entregue.

- Es un placer hacer negocios con usted- Dijo con una sonrisa malvada.

- Muy graciosa...

Me coloque el gorro y sali de entre las chicas que también lo hacian, así Youngmin no se daba cuenta.

Por ahora, mi plan estaba saliendo a la perfección. Camine unas cuantas cuadras más lejos de donde estaba. Eran recién las dos de la tarde. Y debia encontrar la manera de volver a casa.

Al final, todo resulto inútil. Aunque pidiera direcciones o algún micro que me lleve. Eran muy caros, y el unico dinero que tenia se lo habia entregado a esa pequeña. Estaba perdida, sin dinero, ni casa y si me llegaban a encontrar debia ir de regreso a la mansión. No podía hacer nada. Para peor, comenzo a llover. Me estaba empapando, ya que no tenía paraguas conmigo. Mientras buscaba alguna parada, o lugar donde no mojarme, cruce la calle. Sin embargo, no me di cuenta y estaba en verde. Casi, casi me pisaba un auto, pero en ese preciso instante, alguien me abrazo fuerte y me protegio.

Cuando levante la vista,para ver quien era. La verdad,me sorprendi bastante, era Youngmin.Pero, no parecia enojado sino preocupado. Mi corazón latia,no se si era por el hecho de que casi perdia la vida o porque él me había salvado.

- ¿Estas bien?.

- Eso creo.

Estaba empapado, él tampoco tenía paraguas. De seguro, me habra estado buscando por horas. Me senti un poco mal, lo hice preocupar por mi,e incluso pudo haber perdido su vida.

Ambos nos mirabamos fijamente a los ojos, pero ese momento se arruino cuando el conductor de aquel auto comenzo a gritar para que nos corrieramos del camino.

- Niña tonta!, fijate por donde vas.

- Lo siento,señor. No volvera a pasar.- Dijo Youngmin.

- Eso espero.- Gruño el señor.

Ya estabamos en la vereda, y él solo me abrazo.

- ¿Por qué te fuiste?...Así de repente.

- Yo...- Iba a comenzar a llorar, me invadia un sentimiento de culpa.

- Si no querias estar ahi, me hubieras dicho. No vuelvas a escaparte de esta manera.

- Lo siento. Realmente no es ...- Sí, si es lo que parecia queria escapar pero no entiendo porque él lo interpreto como que solo no me gustaba estar en el parque.

- Prometemelo, que no lo haras de vuelta.

- No..- No podia prometerlo, queria volver a casa, no estar en esa mansión.

- Por favor, hazlo.

- Lo prometo- Dije inconcientemente. 

Aquel momento, el momento en el que me salvo. Sin enojarse, ni retarme. Me hizo recordar a uno de los últimos momentos que había pasado con mis padres. La noche antes de que tuvieran aquel accidente, había peleado con ellos. Pero, antes de eso, les había prometido que no pelearia con ellos. Supongo que no soy capaz de mantener una promesa...

Comenze a llorar, más y más recuerdos venian a mi.Youngmin estaba extrañado,no comprendia que me sucedia, pero aun de ese modo, solo me abrazaba.

- Lo siento... Lo siento- Decia para mi misma.

- Ya, no pasa nada.

Mi corazón empezo a latir demasiado fuerte, y lo ultimo que recorde fue como mi vista se comenzaba a distorcionar y a Youngmin gritando por ayuda.

Enamorarse de un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora