Capítulo 37

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Capítulo 37:

 Esa chica.. De nombre Rubi. Me daba mucha curiosidad. Su aspecto, sus características, su forma de actuar,algo me hacía pensar que la conocía. Incluso si no la había advertido antes en algún sitio o lugar, algo en ella me parecía familiar.

- ¿Te conozco de algún lado?- Era la pregunta en mi mente. Si solo pudiera hablarle. 

Ella me miraba timidamente, no se si creer que estaba preocupada por mi o solo era una mentira de algún plan. Aunque hasta ahora, no lo parecía. 

De la nada, Shin Hye apareció con un fuerte golpe en la puerta. Rubi se asustó, y le pidió que no fuera tan brusca. 

- ¿Quién eres?- Dijo de mala manera Shin Hye.

- Rubi... Yo salvé a esta persona. Un gusto.

- ¿Estas loca? pudiste haber fallecido también en ese momento. No te entiendo. Soy Shin Hye y será mejor que me respetes, soy la protectora de la joven ____. Si veo que haces algo sospechoso, entonces no dudaré en defenderla.

Era obvio que era mentira, había intentado deshacerse de mi como si no le afectará. Lo peor, de seguro aquella chica le creería.

- Entiendo. No le haré nada malo... Disculpe si soy una molestia.

- Eres demasiado buena. ¿Estás bien?- Rió Shin Hye- Vete a casa. Es algo tarde.

- No. Quiero hacerle compañía, no me gustaría que me dejarán sola si me pasa lo mismo. Por favor. Se que nadie en su familia me conoce, pero creo que cualquier persona que esta herida debe estar acompañada.

- Callaté. Hay algo en ti que no me gusta, ¿qué planeas?. Debe ser...

- Nada malo. Solo tengo buenos motivos, acompañarla. Quiero que no me malinterpréte.

- ¿Quieres enamorar a los gemelos? No funcionará. Avisare a los guardias para que mantengan la vigilancia.

- Si usted lo desea hagálo. Pero, no tengo deseos de conocer a las personas de las que me esta hablando. Esta equivocada

- Estas loca, ¿Cómo hablas así de ellos?¿Quién te crees que eres?. No importa, de cualquier manera no debes saber nada de nada.

- Yo... Comprendo- Ella era muy tímida, no asentía a las amenazas de Shin Hye aunque era un acto inteligente- Lo siento si la molesto señorita Shin Hye no es mi intención.

- Ya basta. Deja las formalidades, me da mucha diría demasiada sospecha, ¿Por qué estas realmente aquí?. 

- Ya le dije la verdad. Quiero estar al lado de ella, hasta que se recuperé. O venga alguien de su entorno.

- Yo soy de su entorno. Puedes irte.

- No. Algún familiar.

- ¿Desconfias de mi?. Yo debo desconfiar de ti, creo que si digo que soy cercana a ella debes creer. 

- No. Lo siento, necesito evidencia, no puedo solo creerte.

- Como quieras. Pero no metas en problemas a los gemelos si planeas algo- Shin Hye alejo la silla de ella y se sentó.

 Rubi bajo la mirada. Era sensible, y parecía estar a punto de llorar. Con la poca fuerza que tenía le tome su mano. Ella se sorpendió y sonrió. No se porque lo hice, ni si quiera la conocia. Pero, no podía aceptar las crueldades de Shin Hye.

Poco después, apareció el médico. 

- Su esposo esta aquí. Debe alegrarse, él esta pagando a más médicos para garantizar su salud. Tiene mucha suerte.

¿ Esposo? Ni de broma, ahora descubriré quien se hacia llamar así.

Quedé impactada, era Youngmin que tenía una sonrisa en su rostro. Youngmin solo pasó la puerta, ignorando a las personas presentes allí. Fue directo a mí y puso una carta sobre mi.

- Es para ti. Mis disculpas por no llegar a tiempo, en serio me siento culpable.

 Me daba una carta, como si pudiera leerla. Rubi lo miró indiferente, seguía tomada a mi mano. Youngmin  no la noto,hasta que él también quizo tomar mi mano de la nada. 

- Eh, ¿quién eres? No creo haberte visto- Le dijo a Rubi.

- Yo... No soy su conocida..Pero igual—

- ¿Una sirvienta? Puedes volver al trabajo. Yo me encargo del resto.

- No. Yo—

- Ya. Vete, te pagaremos más por tu presencia en estos momentos tan importantes para nosotros.

- Pero, yo no soy una sirvienta. Soy—-

- ¿Trabajas en la mansión? Entonces deberías regresar.

- NO!- Gritó sobresaltada- Soy Rubi, hace poco me mude a este lugar. A esta ciudad, por eso no me vio antes por alrededor.

- Lo siento. Mil disculpas, odio incomodar a una joven. Soy Youngmin, el gemelo de la mansión más conocida. Mi hermano es Kwangmin. Normalmente, dice que es más lindo que yo, pero no es cierto- Intento bromear Youngmin.

- Ehh, claro- Rubi no lo comprendió y solo se limito a mirarlo.

- ¿Podrías dejarme este lugar ahora?. Te agradezco el haberla cuidado, en serio.

- ¿Ella es su esposa?.

- Sí. Nos casamos hace poco. Es demasiado bonita, ¿no crees?.

- Que tierno. Ojala algún día encuentre alguien así.

Mentira. Lo peor era que no podía defenderme. Estaba cayendo en sus mentiras. No era su esposa, pero aun así lo decía como si nada. Cuando llegará Kwangmin no sería nada bueno. 

Rubi se alejó un poco, sin abandonar su lugar cerca de mi. Youngmin me tomó la mano, y no se alejo.

Mientras la mirada de Shin Hye me fulminaba desde lejos. Eran obvios sus celos, y que algo malo planeaba. 

El médico volvió a entrar. Pero parecía algo confundido, venía acompañado con alguien.

- Esto... Vino su ¿esposo?. ¿Cuántos esposos tiene?.

Kwangmin salió detrás de él. Y cuando vió que Youngmin llegó primero, se enojo consigo mismo. 

- ¿Qué haces aquí? Yo debía llegar primero.

Youngmin ignoro por completo las palabras de su hermano.

Estuvieron toda la noche allí juntos, tanto Youngmin, Kwangmin,Rubi Y Shin Hye. Ninguno sacaba su mirada de mi. Y daba algo de miedo. No me gustaba ser el centro de atención, y menos si casi no dejaban de preocuparse por mi.

 Hay algo más importante, la identidad de Rubi. Kwangmin o Youngmin , no estoy segura,había nombrado un hecho acerca de mi familia. Si ella era la persona que yo creía entonces...Entonces estábamos más vinculadas que lo posible.

Continuara...

Enamorarse de un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora