Enamorarse de un desconocido

Capítulo 19.

Capítulo 19:

 Pasé unos guardias. Escapé por la ventana( a la cuál  le sacaron las rejas). Tenía que llegar a la puerta principal. Demasiados guardias en el lugar. Cerca de allí, se encontraba la casa donde vivían los guardias. Fui sigilosamente, entré. No había nadie. Tomé un uniforme. Me lo puse. Recogi mi pelo y lo escondi con un sombrero. No me maquillaba mucho, así que tal vez me confundirian con un hombre. Debía ir con los guardias que no me conocian, de lo contrario, me llevarian adentro de la mansión y volverían a poner rejas en mi ventana. 

Me acerqué a algunos que eran nuevos. Me observaron curiosos. Sospecharon.

- ¿Quién es usted?.

- Yo soy nuevo aquí, me dieron permiso para ir a la ciudad. Debo recoger unas cosas de los gemelos. Es urgente.

-¿Cómo puedo creerte?.

- Debe hacerlo. Si no lo tienen antes de despertar se enojarán. 

- ¿Qué debe buscar?.

- Unas revistas...- Estaba pensando- Acerca de su futuro. Ya que si uno de ellos se casará , el otro deberá ir a la facultad. Solo nosotros sabemos eso. Debe creerme, estan entusiasmados por su futuro. Me queda poco tiempo. Por favor permítame pasar.

- Entiendo- Dijo con desconfianza.

Le hizo una señal al otro muchacho para que abriera la puerta.

Logré salir y fui directo a la biblioteca. Cuando llegué estaba cerrada. No podía darme por vencida. Debía seguir buscando. Me desesperaba el pensar que podían encontrarme, y llevarme de regreso a la mansión. 

Intente buscar abogados para ver que me decían acerca de esta situación, pero no había nada. Es como si todo lo que pudiese hacer, se esfumará. Como si se estuvieran adelantando a cada paso que doy. 

Me senté en el banco de una plaza. Estaba cansada. Había corrido y caminado de un lugar a otro sin ninguna respuesta. Senti que alguien tapo mi boca.

- Haz silencio. Si te descubren, estas en problemas- Era la voz de Key.

Me dirigió hasta un callejón. No había nadie. Estaba desierto.

- ¿Qué sucede contigo?- Le grité cuando me soltó.

- Escucha se que empezamos con el pie izquierdo. Pero, baja la voz. Ese uniforme es mío. Y tú, estas en problemas.

- ¿Por qué? Deja de perseguirme.

- Te estoy ayudando. Si te besé, fue porque seguía ordenes. Quieren que te cases con ellos. Perdón, con uno. Debes hacerlo, ahora. La persona que les quiere quitar su fortuna, no accedera a ella si te casas. Perdió uno de los papeles más importantes.

- ¿Cómo sabes que se acerca de eso?.

- Olvidaste esto- Tenía un collar que solía llevar yo.

- Oh.

- Tomálo- Me lo dio- Ahora, ¿sabes quién tiene los papeles?¿Viste quién se los llevó?.

- Yo. Los tengo, no te los daré.

- Perfecto, guardalós. Tengo que hacer una nueva pero cambiada.

- ¿Por qué estas ayudando?.

- Me cansé. Ellos solo me usan para su beneficio. Me hicieron quemar tu carta. Se qué la conseguiste. Pero, entré a tu pieza y luego la tomé. Se la mostré al mayordomo, y luego la quemé.

- Esa era una de las pocas evidencias...- No sabía que hacer. Key ¿Era bueno?. ¿Era malo?.

- Lo siento, en serio. Pero, yo también tengo mis problemas.

- Es decir, ¿Qué solo te preocupas por ti?.

- No, no quise decir eso.

Estaba enojada. ¿Por qué debía obedecer todas sus órdenes?¿Estaba protegiendo a los gemelos?¿Era una trampa?. 

Continuara...