Capítulo 8

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Capitulo 8:

Todo en mi cabeza daba vueltas, los gemelos, Key, Yo. ¿Cómo salir de este conflicto?¿Que hacer para volver a mi vida anterior?.

 Ahora no tengo la respuesta. Pero la encontraré. 

Camine por la ciudad, la tranquila ciudad. No había mucha gente. La polícia parecia no existir. Mire los locales y muy pocos estaban abiertos. ¿Algún día feriado? sí eso debia de ser. 

 Me sente en un banco que estaba en la plaza. Que tranquilidad. Hace mucho, no sentía tanta paz. Me comenze a preocupar por los gemelos.¿Por qué?¿Por qué me preocupaba? se supone que quiero alejarme de ellos... Se que cuando vuelva a mi vida cotidiana, sera raro no verlos o escuchar su voz. Debere acostumbrarme. Incluso, si en algún momento me doliera el tener que alejarme de ellos, será lo mejor para mí.

 Mientras pensaba, unos señores vestidos de negro me miraban. Me dio mucho miedo. Comenze a caminar primero lento, luego rápido. Me comenzaron a perseguir. ¿Que hare?. Como ultima medida, corri y muy rápido. Aun así, me estaban alcanzando.

Me tropeze y mi pie quedó enganchado con una rama. Era mi fin, estaba perdida. Se acercaban más rapido. Hasta que, escucharon un disparo del otro lado de la cuadra y desviaron su vista. Sentí como alguien me ayudaba a desenredar mi pie de la rama.

- Youngmin. ¿Qué... Qué haces aquí?.

- Silencio- Termino de ayudarme y se fue- Vamos- Me tomo de la mano y corrimos.

Llegamos hasta un callejon sin salida y nos escondimos detrás de unos botes de basura.

- La perdimos!, otra vez- Decia uno de esos hombres.

Por suerte, no nos vieron y se marcharon. Estaba nerviosa, y mi corazón latia muy rápido, Youngmin no solto mi mano.

- Estamos a salvo.- Dijo con mucho alivio

- Supongo- Tenía la mirada baja, ya no se cuantas veces había intentado escapar de esa casa.

- Esos guardias, te estaban buscando. Para llevarte de regreso a la mansión.

- ¿Por qué los detuviste?.

- Porque ya se la solución, si no quieres estar allí. Entonces, seamos libres.

- ¿Libres?.

- Sí, vamonos de aquí. A donde tu quieras.

Me guio hasta un lujoso auto negro, no muy lejos de donde nos encontrabamos antes.

- ¿En serio nos vamos a ir?.

- Si, solo nosotros dos.

- ¿Nosotros... Dos?.- Me sonroje, ¿Qué cosas estaba diciendo? ¿Acaso algo que comio le cayó mal?

- Sí, ya nadie nos detendra. Estoy enamorado de ti. Y si tu no, hare que te enamores de mi. No me dare por vencido. Eres la primer chica que es sincera conmigo que conozco. Todos nos decian que haciamos todo bien, pero llegastes y cambiaste nuestras vidas.

- Emm... ¿Gracias?.

- No, no me agradezcas. Quiero pasar cada segundo de mi vida contigo. No eligas a Kwangmin. Por favor, es demasiado joven para comprender el amor.

- Ejem, por unos minutos...

- Lo importante es, que nada en este mundo me hará más feliz que estar contigo. 

- ¿Estas loco?.

- Loco por ti- Guiño el ojo.

- Yo... Quiero que todo sea normal, quiero mi vida.

- Tu vida, ahora es nuestra vida. Nosotros dos y nadie más.

- Youngmin deja de decir esas cosas.

- ¿Por qué, acaso estas incómoda?- Acerco su rostro al mio.

- N-no...- Lo aleje.

- Ya debemos irnos.

- ¿No necesitamos un mapa?.

- No, eso es para principiantes. Dime ¿dondé vamos?.

- Oh, ya sé. A mi casa. 

- Perfecto, allá vamos.

- ¿Sabes conducir?.

- Algo, me intentaron enseñar unas dos veces, pero contigo a mi lado, puedo incluso conducir.

- No arranques...- Dije demasiado tarde, piso el acelerador y comenzamos nuestro camino.

No se si estaba bien , o mal. Pero, esas cosas hacen las personas enamoradas. Youngmin realmente, realmente incluso después de ser rechazado varias veces, no se dió por vencido. Sin embargo, no siento amor. Quizás simpatía, no amor.

Condujo un largo rato, estaba insegura ni siquiera tenía licencia. En un momento, vimos que alguien se cruzó en nuestro camino. Era Kwangmin. Se puso frente al auto. Me puse más nerviosa. Solo esperaba que pisara el  freno a tiempo... O de lo contrario Kwangmin saldria herido.

Enamorarse de un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora